Ya está visto que cualquier vía, que asome el pueblo venezolano, para salir de esta tiranía, el régimen la aborta en lo inmediato, a propósito de la jugada, que urde de pretender boicotear las elecciones primarias de la oposición; aparte de inhabilitar a María Corina Machado, esto es, dos jugadas truculentas, y donde se demuestra que estamos bajo un estado de terror; pero, además, donde se utilizan a las personas como especies de títeres, a los fines de dar estos pasos siniestros; tal como ocurrió con el señor José Brito, para el caso de la señora Machado, y donde se observa eso que Hannah Arendt conocía como la banalización del mal: funcionarios de segunda, que toman decisiones o que ejercen acciones que tienen que ver con abusos de poder; lo que en otras palabras se conoce como crímenes de Estado. Obsérvese que hasta parece una ironía el peloteo, que se da entre el señor Brito, un consumado “Alacrán”, y el fiscal del Ministerio Público, que se ocupó de dicho caso, ante la pregunta de éste acerca de la situación jurídica, en la que se encuentra la señora Machado; éste le responde que, en efecto, está inhabilitada por quince años, con motivo de un prontuario, que se ha sustanciado en su contra; donde se le acusa de delitos, desde no llevar a cabo declaración jurada de bienes en su debido momento; pasando por haber pedido invasiones y sanciones contra Venezuela y hasta por intentos de secuestrar un avión, es decir, no fue el Fiscal General, Tarek William Saab, el involucrado en esta trama judicial, sino un funcionario subalterno, quien dirá en su momento que él cumplía órdenes.
Son sujetos a quienes los mueve la codicia y por eso se venden al mejor postor; pues, de acuerdo a lo que se ha manejado por las redes sociales, el señor Luis Ratti hasta hace poco era opositor (¿infiltrado?), y a quienes los mueve mucho también su buena dosis de presunción. El señor Ratti se ha lanzado nada más y nada menos que como candidato presidencial, para las elecciones de 2024; sin ninguna trayectoria política notable, sin maquinaria partidista; aunque sí con dólares que, seguramente, le ha facilitado un Diosdado Cabello; uno de esos personajes que terminó por malearlos el régimen, en ese sentido, a partir del capítulo de la Operación Alacrán, y de modo que ha podido más que el mundo entero, que espera por la realización de las primarias, para ajustarse a la ley; claro, en representación del aparataje de terror del régimen; aparte de que su codicia lo lleva a ser cortoplacista, y admitir la idea de que esto no tiene salida, con la que se vendió el “Alcranismo”. En ese sentido, el totalitarismo, además de convertir las instituciones en aparatos de terror, degrada la condición humana hasta la más baja abyección.
-Olvídense de las elecciones presidenciales, -fue lo que ratificó, en ese sentido, la vicepresidenta Delsy Eloina Rodríguez en el reciente congreso de Conindustria -nosotros hemos descubierto la forma de vencer la guerra económica, que nos ha desatado el imperialismo norteamericano a través de las sanciones, y ahora vamos rumbo al reino de la felicidad-; mientras Diosdado Cabello vocifera que ellos no salen ni por las buenas ni por las malas. He allí la expresión muy vulgar del criollo, que cabe aquí: están cagados de guapo o dicho en términos científicos: tienen flojo el esfínter. Claro, porque como lo hace ver Ratti, ellos saben que detrás de las primarias, a la cabeza de la señora Machado, subyace una insurrección popular, sólo que pacífica, y no violenta, como él dice. Y la advertencia de Delcy Eloina viene por el hecho, de que ellos no van a poder frenar la inscripción de la señora Machado como candidata presidencial; una vez que gane las primarias, y en esto ha sido muy firme la Comisión Nacional de Primarias, al no sacar de la lista de candidatos a ningún inhabilitado.
Resulta bastante interesante lo señalado por Henrique Capriles; de que él reconoce que la señora Machado encabeza las encuestas y yo añadiría por cuerpos de ventaja; porque esto daría lugar a la idea de ir con una candidatura de consenso, que no sería otra que la suya. Porque de todas maneras todo candidato, que salga electo en las primarias, va a ser inhabilitado por el gobierno. El hecho es que a esa altura y si se logran movilizar unas tres millones de personas para las mesas de votación, va a resultar muy difícil impedir la inscripción de una candidatura opositora, como hemos dicho en el caso de la señora Machado:
-Una vez que yo gane las primarias, con quien tendrá que negociar Nicolás Maduro es conmigo- ha dicho la señora Machado, y ese poder el régimen no está dispuesto a cedérselo, y entonces se lanza por el atajo: vuelve a adoptar una decisión, que es la más impolítica de todas, como es el de atentar contra un proceso, que se ha incubado en el pueblo, como si se tratara de una luz al final de túnel, como serían las primarias, y en lo que no deja de tener razón la señora Machado, cuando dice que no estamos viviendo los mismos tiempos de comienzos de año; momentos en los que el venezolano sentía que tenía por delante un horizonte desvanecido, y gracias a su presencia en las calles hoy en día está lleno de esperanzas; aun cuando todavía cunde el pesimismo entre algunos sectores, sobre todo, porque vemos a un actor que no respeta para nada las reglas del juego, y que lleva a cabo la política del conforme va viniendo, vamos viendo; con un mazo, por lo demás, debajo del brazo.
Pero, aparte de esta insurrección popular pacífica, que ha significado la puesta en escena de la señora Machado, a Maduro le pisa los talones la posible decisión de la Corte Penal Internacional; donde sí tiene un expediente bien sustanciado, y hasta donde no ha podido llegar su poder de torcer la justicia a su favor; pues, con motivo de una solicitud que hizo su gobierno, de que se detuviera el proceso en su contra, se negó tal solicitud, y así que hace días decidió reanudar las investigaciones, que conducen a la demostración de su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad.