Tulio Monsalve: Negociar esperanzas

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Acotación a una frase de Napoleón Bonaparte: “Un líder es un negociador de esperanzas”. Así, esperamos que tengan en mente quienes tienen la guía en cada una de las facciones que deben reactivar la negociación inconclusa, lo cual será inevitable, antes o después de las elecciones del 2024. afecto

El nuevo proceso tendrá mas tropiezos que los anteriores. El marco actual está teñido con intereses de dos fuerzas, Washington y la Comunidad Europea. Pareja con quien no compartimos estima. Estamos cazados en su red.

La circunstancia recuerda la famosa fábula de Esopo: El Cazador, El Caballo y La Liebre. El Caballo, confiesa no poder atrapar la Liebre. El Cazador, asegura que con su ayuda es posible. La Liebre, pregunta cuanto vale su apoyo. “Poco, sólo pido colocar un hierro en tu boca. Un estribo y una silla”. Aceptó y hasta hoy no ha podido quitarse la brida. Pienso en estos cazadores y en nuestra negociación. ¿Cual será el costo de su apoyo?. ¡Imposible no adivinarlo!.

Adicionemos una realidad política contaminada y mas violenta que antes, solo conociendo al bárbaro, presente en la diatriba, capaz de intentar un golpe de estado y asaltar al congreso norteamericano por haber perdido las elecciones con Biden. Igual declaró sobre Venezuela: “Nos podríamos haber quedado con su petróleo, que además está a nuestra mano, y ahora, tenemos que comprárselo y hacer rico a un dictador”. Él apoyó y ahora financia a María Corina y ella, a su vez, expresó impúdicamente, que iba a participar en la próxima Mesa de Negociación.

Sumen argumentos, “la lideresa violenta” consideró que Trump decía lo debido. Pues, “quien fuese el que llegara solo iba a retrasar la salido del Gobierno en Venezuela”.

Como si faltara violencia, el Consejo de Relaciones Exteriores de Elliot Abrams ladró: “la política de Biden sobre Venezuela fracasó y debe ser modificada”. Enseñó los dientes: “él, poco o ningún esfuerzo ha hecho que mejore lo que ordenó Trump”.

Igual pide endurecer sanciones y lamenta: “a este ritmo, en lo inmediato no habrá cambios en Venezuela”.

Otro cazador, la Unión Europea, anima violencia. Inglaterra, no muestra voluntad de devolver el oro del BCV. Cínico, insinúa, entregarlo a la Asamblea de malvivientes que mantiene la Oposición en el Barrio Salamanca de Madrid.

Con igual milonga la CPI continua su expediente contra el país, aunque, Venezuela, ofreció crear una Oficina especial en Caracas. ¿Habrá otro cielo donde negociar esperanzas?

 

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