El periódico La Razón se hizo eco esta semana de un twitter, emanado del Colegio Nacional de Periodistas, y en donde se sostiene que en Venezuela la justicia se utiliza para perseguir a la disidencia del régimen, a propósito del recordatorio, de que nuestro colega Roland Carreño cumplió por estos días dos años y ocho meses en prisión; siendo objeto de un proceso judicial muy largo y tortuoso; donde ha habido dilaciones, torturas, vejaciones, y sólo por el hecho de que él estaba encargado de distribuir el dinero, que se recibía por la vía de Citgo, a través de una fundación, llamada “Simón Bolívar”, entre los partidos políticos de la oposición, según un video que presentó en su momento Jorge Rodríguez, y que, a su juicio, éstos no están sino al servicio de un terrorismo, promovido por el imperialismo yanqui; además de llenarse los bolsillos; cuando se trata de un hombre, que siempre ha vivido en un apartamento en Los Chaguaramos de Caracas; una urbanización de clase media profesional.
En el fondo Rodríguez hace ver que Carreño no era sino el albacea de Leopoldo López, y como éste se escapó, estando bajo una prisión domiciliaria; tal vez este arresto suyo sea una forma de cobrarse su fuga; porque, de acuerdo a la defensa de Carreño, su caso tenía que estar resuelto en cuatro meses, si no se le probaba peculado; no obstante, se repite, son dos años y ocho meses los que lleva este señor tras las rejas; no siendo, por lo demás, un hombre que abrigue en su corazón intentos de promover actos de terrorismo; cuando Voluntad Popular, que era el partido, del cual era coordinador el colega Carreño, hasta el momento de su detención actuaba apegado a lo establecido en la Constitución, en materia de organización de las maquinarias partidistas. En efecto, hay que reconocer que se trata de un periodista, prestado a la política; pero más por ser un hombre cercano a Leopoldo López, que por otra cosa, se produce este ensañamiento contra él.
Por otra parte, hay casos en que la justicia revolucionaria se imparte en nuestro país para salvar reputaciones. En el conocido caso del intento de trasplante capiral, a Jesús Hidrobo, hijo del Contralor General de la República Elvis Amoroso, alias El Duke, se continúa cometiendo una escandalosa injusticia; pues, aún después de que Jesús Hidrobo recuperó el conocimiento del estado de coma, en que había caído y está en franca recuperación; gracias a todos los cuidados y tratamientos indicados, que le aplicara el médico tricólogo Jesús Alberto Villegas, al momento de producirse la reacción a la aplicación de la justa dosis de anestesia en dicho intento de trasplante; no obstante, éste continúa privado de libertad. El médico Villegas, no cometió ningún delito, para merecerse tan despiadado y ensañado castigo.
La defensa de Villegas acudió de nuevo a los medios de comunicación, con motivo del hecho de que, recientemente, en un medio televisivo, al referirse a esta circunstancia, afirmaron: “Jesús Hidrobo se recupera del daño ocasionado por el exceso de anestesia que le aplicaron”… ¿Que buscan al difundir esa falsa afirmación? –se pregunta la defensa-¿Perjudicar más al medico Villegas y a su familia? Más bien, tanto Jesús Hidrobo, como sus familiares, deberían estar agradecidos con el excelente médico, que es Jesús Alberto Villegas; pues gracias a su gran experticia y a la posesión de los equipos adecuados para combatir esas reacciones de los organismos, Hidrobo pudo recuperar su nivel cognitivo, y está en franca recuperación, según se pudo apreciar por gráficas, que se manejaron por las redes sociales, y que envió desde el exterior. En las condiciones que se encontraba Hidrobo al momento de aplicarle la anestesia, si le hubiesen practicado una extracción dental, de igual manera hubiese convulsionado. Acá lo único que queda muy claro, es que en nuestra querida patria, no funciona un sistema de justicia, sino más bien un sistema de injusticias. Los “delitos” que le imputan a José Alberto Villegas, no ameritan privativa de libertad para él. Por lo contrario, necesariamente, si es que quieren continuar con ese show, deberían concederle su libertad, y juzgarlo en pleno ejercicio de sus derechos. En las páginas relativas a la salud en Internet se puede conseguir abundante literatura acerca del comportamiento del organismo, cuando se aplica anestesia y dentro del cuerpo está presente la sustancia que, posiblemente, poseía Hidrobo en su sangre, al momento de hacérsele el “procedimiento no invasivo”; pues se tiene entendido que Hidrobo había estado en unos festejos días antes del hecho, y lo más probable es que haya consumido alcohol y esa sustancia; aun cuando la defensa no descarta que el organismo del susodicho sea alérgico a la anestesia.
En efecto, forma parte de una guerra sucia, que se desata contra el médico Villegas, eso de decir que el estado de coma, en el que cayó Hidrobo, se debió a una sobredosis de anestesia, sólo para salvar una reputación. Ahora, si se trata de un hombre, que no es ni siquiera responsable con su salud; puesto que no le advirtió a Villegas, que había estado en ese festejo; lo que ameritaba que se pospusiera el procedimiento; qué honradez se puede esperar, en consecuencia, de un sujeto que fue amigo del médico Villegas; que le llevó amigos, para que se hicieran trasplantes capilares, antes que él; de modo que para salvar su reputación, y hasta por un exceso de poder, mete al otro preso. Entre tanto, su padre está ocupado en un enredo de inhabilitaciones; cuando hay una tercia por ahí que los tiene locos.