Las personas tienen una tendencia natural a preocuparse por el bienestar de los demás sin otra razón que el placer que uno obtiene al verlos felices. Adam Smith, Teoría de los Sentimientos Morales.
La burbuja confundida con una falsa recuperación, se convirtió en el nudo central de una narrativa que le permitieron al estamento instalado en el poder abonar el terreno de la inmediatez para revertir una situación que ellos mismos había provocado, la cual se hace evidente tras la caída del 75% del PIB, entre 2013 al 2020, con una recuperación de la actividad económica con siete trimestres de crecimiento desde finales de 2021, pero la ausencia absoluta de una política monetaria y fiscal mínimamente coherente han ocasionado que la economía se desplome en el I semestre de 2023, en un promedio de 7%, desde luego dos trimestres en caída definen una recesión técnica de una economía absolutamente enferma por una horrida hiperinflación, que pasó a los anales de la historia económica, pues la autoridad monetaria nunca tuvo coste para imprimir dinero además de ejecutar tres reconversiones en menos de quince años, que le eliminaron catorce ceros a la moneda, produciendo una dolarización transaccional, primitiva y absolutamente desigual.
El año 2023, es el año de la explosión de la burbuja, la cual estalló a causa del peso de una pavorosa corrupción reconocida en parte por el régimen que se contabiliza en la astronómica cifra de 23 mil millones de dólares, una bofetada pata un país con más de 82% de pobreza de ingreso, sumido en una diáspora bíblica superior a la de Siria, un país en guerra, los venezolanos fuera del país se cuentan el 8,5 millones de padecientes, ya el mes de agosto de 2022, demostró que la recuperación de nacional, era tan falsa y bufa como los superhéroes con los cuales se mimetizan los integrantes de la hegemonía en el poder, país de utilería y de liquidas verdades, incapaces de ser sostenidas por ningún hecho afortunado del habla.
A la fecha presentamos una altísima, esa tasa de inflación opera como un umbral más allá del cual la economía puede volverse hiperinflacionaria, “este umbral depende positivamente del grado de monetización de la economía y negativamente del peso del déficit fiscal sobre el PIB y la elasticidad de la demanda del dinero a la inflación”[CITATION Bru88 \l 8202], de acuerdo a los cálculos efectuados con las muy escasas cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela la liquidez monetaria supera los cuarenta y un mil millones de bolívares, y en un lapso entre el 19 de mayo y el 14 de julio la liquidez se expandió en 27%, ese es un factor base para mantener abierta la posibilidad de una altísima inflación, por otra parte el nivel de endeudamiento de la República es de 180 mil millones de dólares, trescientos dieciséis veces el PIB del país, somos el país más endeudado del planeta y por ende con mayores posibilidades de volver a un escenario de hiperinflación, en el marco de los tributos puerta a puerta aplicados a la importación, era necesario poner orden, pero este no es el momento tomando en cuenta la contracción del ingreso y la pertinaz crisis del consumo, un impuesto así contrae la demanda es anticíclico, justamente nos hace preguntarnos ¿ Quién asesora a Maduro?, encontrando que la respuesta no subyace en el bienestar sino en el control que se plantea aplicar a la sociedad, mantenerse atados al poder, los equilibrios generales jamás han sido objeto de análisis para el régimen.
La contracción del gasto público por la vía de la desaparición del salario de los funcionarios públicos, imponen un caldo de cultivo nocivo en contra del ser humano, los atropellos a la decencia en las condiciones decentes del trabajo son absolutamente ad nauseam, imposibles de tolerar y pasan por el engendro perverso de reinsertar a los jubilados y pensionados, para ocultar el uso de la mano de obra barata, la explotación laboral y la incompatibilidad con las mínimas condiciones de dignidad humana.
A todo ello se debe sumar la cada vez más preocupante situación de la producción de PDVSA, la cual de acuerdo a cifras de OPEP+, sólo es capaz de generar algo más de 700 mil barriles de petróleo diario, siendo absolutamente exagerada e irreal la cifra manejada por el desaparecido ex ministro del petróleo Trek El Aisami, quien prometió un millón de barriles diarios de petróleo, algo absolutamente irreal, casi dictado desde la narrativa de Lewis Carroll.
Somos una antinomia absoluta, un país sin gas para cocinar, en donde se ventean 2,2 billones de gas que son lanzados al ambiente, como resultado de la política de desinversión, corrupción y abandono de la industria petrolera, que emplea esas cantidades de gas para mantener operativos los abandonados yacimientos de petróleo, esta pérdida no se reinyecta para extraer más petróleo, solo en el Oriente del país se perdieron 1.5 billones de pies cúbicos de gas por día con una emisión de 2.5 millones de gas a la atmosfera, estos datos son suministrados por gas energy, esto ocurre ante la mirada inútil del Ministerio de Ecosocialismo y ambiente, vaya similitud con la distopia de Orwell “1984”.
Finalmente, no nos arreglamos, existe una obscena desigualdad en el país, este el estanciero de toda suerte de corruptelas, constituyendo a la idea de Nación en una cosa informe, dolorosa y penosa que nos sustrae del deseo de progresividad social y nos acerca al horror, nunca nos vamos a mejorar si los cleptócratas causantes de estas tropelías se mantienen en el poder, la economía es incompatible con la perversión moral del hombre y el extravío de su esencia moral.
Referencias
Bruno, M., Di Tella, R. D., & S, F. (1988). Inflación y Etabilización . Cd. Mexico: Fondo de la Cultura económica.