Eduardo Robaina: Los Emiratos Árabes, organizador de la COP28, elabora un argumentario para defenderse de las críticas

Compartir

 

El medio británico ‘The Guardian’ revela en exclusiva un documento del país anfitrión con temas delicados y las respuestas que se deben dar al respecto. En él, se tratan cuestiones climáticas y también sobre derechos humanos.

A finales de año está previsto que se celebre la cumbre del clima (COP28) en Emiratos Árabes Unidos. La cita climática más importante del mundo estará presidida por el ministro Sultan Ahmed Al Jaber, labor que compatibiliza con la de consejero delegado de la empresa petrolera estatal Adnoc. Ambas elecciones (país y presidente) han sido muy criticadas desde que se anunciaron. El Gobierno y la organización, conscientes de ello, buscan defenderse.

Para ello, han preparado una especie de argumentario en el que se incluye una lista exhaustiva de «temas delicados y sensibles» que incluye cómo contratacarlos. El documento, revelado en exclusiva por el medio británico The Guardian, aborda cuestiones relacionadas con clima y la energía, pero también sobre blanqueo de dinero, crímenes de guerra en Yemen, presos políticos, vigilancia y espionaje, comunidad LGTBI, libertad de expresión, derechos de las mujeres y tráfico de personas.

Uno de los mensajes clave revelados por The Guardian dice: «Tenemos que reducir las emisiones en los sistemas de los que dependemos hoy». Esta afirmación, a priori positiva, tiene truco. El Gobierno emiratí apuesta por reducir las emisiones y no los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) que causan esas emisiones. Es decir, lo que buscan es hacer más eficientes los hidrocarburos para que emitan menos gases de efecto invernadero y así poder seguir usándolos.

Esto va totalmente en contra de la evidencia científica y de las peticiones de muchas organizaciones. Como recuerda el IPCC en su último gran informe, con solo las emisiones de CO2 que generarían en esta década las infraestructuras de combustibles fósiles existentes se alcanzaría el límite de calentamiento global de 1,5°C. En este sentido, los especialistas reclaman dejar bajo el suelo las nuevas reservas de combustibles fósiles ya que son las principales responsables de que el planeta se haya calentado 1,2 ºC desde la época preindustrial, desatando innumerables eventos extremos y alteraciones en el sistema climático. Una realidad que contrasta con los planes de Emiratos Árabes Unidos, tercer país con mayores planes de expansión petrolífera y gasística con cero emisiones netas, según The Guardian.

Las pocas referencias que hay sobre los fósiles en el argumentario son para defender que «los EAU están ayudando a construir el sistema energético del mañana al tiempo que reducen la intensidad de carbono del petróleo y el gas». Aquí, una vez más, hay trampa. Y es que la intensidad de emisión (ya sea del petróleo, carbón o gas) es el ritmo de CO2 emitido durante una actividad concreta o un proceso de producción industrial, por lo que no incluye las emisiones –mucho mayores– que se liberan cuando se quema el combustible.

Un presidente retardista para la COP28

De las muchas críticas vertidas contra la cumbre del clima, la que más se ha repetido es que esté dirigida por un retardista climático que es jefe de una de las mayores empresas fósiles del planeta. Como si un congreso sobre cáncer de pulmón estuviera organizado por Philip Morris, la mayor empresa tabacalera.

Para responder a mensajes que señalen esta contradicción, el documento interno pone en valor que Al Jaber tiene una amplia carrera en energía, clima y diplomacia, lo que le da “la experiencia necesaria para comprometer, alterar y unir de forma constructiva a los sectores necesarios para lograr una acción significativa”.

Respecto a por qué Adnoc no rinde cuentas sobre sus emisiones ni ha publicado su informe de sostenibilidad desde 2016, sostienen que “se están realizando actualmente los estudios necesarios».

Ambición insuficiente

El argumentario también busca protegerse frente a quienes tachan a Emiratos Árabes Unidos de falta de ambición climática. Defienden haber mejorado este año sus Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), que son los planes climáticos que obligatoriamente deben presentar los países frente a la ONU.

Si bien es cierto que su ambición ha aumentado, sigue estando lejos de lo que realmente se necesita. Como recoge la organización Climate Action Tracker (CAT) en sus análisis de ambición frente al cambio climático, “las medidas adoptadas en la economía real siguen siendo insuficientes”. Señalan, además, que EAU tiene previsto aumentar la producción y el consumo de combustibles fósiles, “lo que es incompatible con la limitación del calentamiento a 1,5 ºC y significa que no podrán cumplir su objetivo de la NDC”.

Emiratos quiere controlar cualquier movimiento

Para evitar cualquier paso en falso, el documento filtrado dice que es “obligatorio que todas las entidades gubernamentales se adhieran a informar y obtener la aprobación final de la Oficina Nacional de Medios de Comunicación antes de cualquier respuesta real [a los medios]».

Es tal la obsesión del Gobierno (y por tanto, de la organización de la COP y de Adnoc, ya que vienen a ser lo mismo) por lavar su imagen que han usado un ‘ejército’ de cuentas falsas en las redes sociales para defenderse. También se ha acusado a Sultan Ahmed Al Jaber de intentar hacer un lavado verde a su imagen después de que miembros de su equipo editaran páginas de Wikipedia.

Otra de las polémicas en torno al país saltó en junio, cuando también The Guardian reveló que Adnoc había podido leer los correos electrónicos recibidos y enviados desde la oficina de la COP28 y que, además, se le había consultado sobre cómo responder a una investigación de los medios de comunicación.

En Emiratos Árabes Unidos, las relaciones homosexuales son ilegales y los periodistas tienen que estar registrados ante el Estado.

 

Traducción »