Rafael Gallegos: ¿Qué significa privatizar Pdvsa?

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A la privatización de Pdvsa cada quien le da su significado particular. Unos la entienden como vender todos los activos, otros como regresar al sistema de concesiones, o a generar nuevos esquemas de contratación. Para algunos ya Pdvsa está privatizada. La misma imprecisión del significado de la palabra hace que unos a otros se acusen de traidores a la patria; o que le digan entreguistas a los “privatizadores”, y le respondan estatistas y trogloditas a los otros. ¿Qué tal? Y el ciudadano común, todo enredado pregunta qué dijo qué dijo, sin entender nada.

Mientras tanto Maduro … se ríe.

Pero resulta que todas esas concepciones de la industria plantean muchos aspectos comunes, entre otros la necesidad de incorporar capitales privados internacionales al negocio.

Es imperativo dejar tanta divagancia y tanto adjetivo descalificativo, y precisar lo que se quiere transmitir con “privatización”, que – mundo insólito- parece ser una cosa para unos y otra diferente para otros.

Ya basta de tanto Qué, hay que discutir los Cómo.

Consenso petrolero

Tenemos una sola industria petrolera y un solo país. Es necesario que todos los políticos desarrollen, más que con palabras imprecisas con estrategias claras, un programa petrolero donde se resalten los factores comunes de todas las concepciones, que son muchos. Veamos:

1.- Todas las concepciones requieren capital privado… Desde los llamados estatistas que quieren regresar a la Pdvsa azul, hasta los que proponen la venta de los activos, pasando por el gobierno en su muy limitado esquema de resurrección, requieren de capital privado internacional. Ese es el Qué. Hay que detallar el Cómo. Es hora de dejar de marear a la gente con palabras.

Para recuperar la industria petrolera se requieren unos 15.000 millones de dólares por año durante siete u ocho años. Por ello, no basta decir “privatizar”, eso lo que hace es enredar más a los venezolanos. Cada tendencia tiene que explicar su Cómo hará para atraer capitales.

2.- Todas las concepciones requieren nuevas LOH… Los llamados estatistas requieren por lo menos modificar en la actual Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH), los porcentajes mayoritarios del estado en las empresas mixtas. Es muy simple, Venezuela no tiene dinero, el capital privado internacional resulta indispensable.

Todos los demás requieren una nueva LOH. Los vendedores de activos no pueden hacerlo con la actual Ley. Los que piden nuevas formas de contratación (concesiones, contratos de riesgo compartido, las mismas empresas mixtas, etc.) requieren una nueva LOH similar a la que discutió -y curiosamente no aprobó- la Asamblea del 2015, que contemple Agencia de Energía, Rondas de Licitación y flexibilidad en los contratos. Allí hay muchas similitudes que obligan a un consenso.

3.- Para que vengan los inversionistas hace falta confianza… En todos los esquemas hacen falta: leyes que le garanticen a los inversionistas retorno de su capital, y un gobierno respetuoso. Son miles de millones de dólares que no van a correr riesgos con países que no les garanticen el retorno, o que los insulten. Venezuela debe ofrecerles confianza. De no ser así, se irían para Guyana, Brasil, Argentina o etc.

4.- El Estado debe ejecutar la política petrolera y administrar los impuestos y regalías… casi todos están acordes con que el estado ejerza el rol de regular el negocio (que “ojo”, no significa ejecutar las operaciones).

Seguramente habría diferencias en cuanto al rol de Venezuela en la OPEP. En cuanto a Citgo, si la logra salvar la actual administración como deseamos, debería continuar en manos del estado – o una empresa mixta dominada por éste – para no desvirtuar su función.

5.- La industria petrolera debe estar orientada a dinamizar el desarrollo nacional… En este punto debería haber un gran consenso en la manera de utilizar los impuestos, las regalías; de diseñar políticas de Responsabilidad Social y de economía conexa para transmitir la energía creadora y evitar que cuando se acabe el negocio, Venezuela se convierta en un “pueblo fantasma” y por el contrario sea una próspera sociedad post petrolera.

Los pensadores petroleros de todas las tendencias políticas deben alejar las diferencias, y sentarse a cotejar las similitudes, que son bastantes: leyes petroleras con nuevos esquemas de inversión, atracción de capitales internacionales, país que genere confianza, control administrativo del estado y estrategia de desarrollo de Venezuela a partir del petróleo. Urge un programa mínimo común en materia petrolera.

Las palabras divagantes, los personalismos, los egos hinchados, y los insultos entre sí, lo que hacen es alejar al país de un cambio político.

El candidato unitario es eso, unitario, se requiere que aglutine voluntades y programas. El beneficio sería en primer lugar pedagógico – ya basta de palabras que poco explican – y en segundo término incrementaría significativamente las probabilidades de éxito a la hora de un cambio de modelo (gobierno + manera de hacer las cosas).

Y no solo en petróleo, en todos los ámbitos. En particular en el energético, que ya es hora que se analice con el petróleo como un paquete. En general se debe buscar consenso en todos los sectores económicos.

Es obligatorio diseñar la victoria electoral y más que eso… la permanencia en el gobierno.

Lo demás es… equivaldría a eternizarse en la oposición.  Ya basta.

PD: el recién firmado Programa Mínimo de Gobierno, sin duda es un primer paso. ¡Éxito!

 

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