Ezequiel Querales Viloria: El indescifrable enigma existencial

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Desde los albores de la civilización, la humanidad ha estado cautivada por las preguntas fundamentales de la existencia. ¿Por qué estamos aquí? ¿Hay un propósito más grande? ¿Existe un ser supremo que orquesta la infinita y fascinante danza del  universo? Estas preguntas, que residen en el corazón de cada individuo, han sido el motor de innumerables búsquedas, debates y reflexiones a lo largo de los siglos. Y por las experiencias conocidas, seguirán formulándose, por los siglos de los siglos, en un esfuerzo por encontrarle sentido a la realidad.

De entonces, se ha hablado de los grandes cambios experimentados, soñados, vividos y sufridos en el mundo, en cada época y región.  Inventos, realizaciones, proyectos imposibles de lograr, pero que se han dado con los avances de la ciencia, del conocimiento, resultando asombrosamente notables y expectantes para el mundo entero.

Sin adentrarnos en los juiciosos postulados que por siglos han regidos los credos de las ciencias y de otras disciplinas, solo debemos decir, que los expertos y estudiosos de estos tiempos, han convenido en que muchos de los asombrosos adelantos de la actualidad, son reiteración de conocimientos, hechos  y situaciones iniciados precisamente, en los citados comienzos, solo que ahora se presentan en una suerte de genial ritornelo, con su magia fascinante, como en principio, guardando las distancias, lo concibieran las primeras civilizaciones y antiguas mitologías en todo el orbe.

Lo cual no deja de ser un desconcertante enigma que se prolonga en el tiempo, que solo contemplamos en la distancia, casi que soñando despiertos, como desprovistos espectadores, para caer en cuenta, “que solo sabemos, que no sabemos nada, apenas, una ínfima fracción de lo que desconocemos”.

Pero la historia cotidiana de la humanidad se presenta menos épica y controversial, que su indescifrable e incomprensible enigma existencial, aunque su fragilidad y natural desempeño, se vea estremecido de cuando en cuando, por los embates de la modernidad en su indetenible avance infernal.

A juzgar por las autorizadas opiniones de los expertos cibernéticos, la humanidad vuelve a encarar las tormentas de la “gran innovación”, con la asombrosa y arrolladora incursión de la Inteligencia Artificial (IA), pero con la esperanzadora advertencia, de que no es la primera vez que se presentan estas amenazas, y por tanto, son susceptibles de enfrentar y dominar.

Son muchas las dudas y polémicas a favor y en contra de tan maravillosa innovación tecnológica, que promete la magia y fascinación del presente y las veleidades del inconmensurable futuro.

Y ante “El peligro de entrenar a la IA para ser “woke”, es decir, para mentir, es mortal”, como advierte el magnate informático, Elon Musk, CEO de Twitter y Space X, no queda de otra, que volver la mirada a la emancipación de los sueños. O seguir la senda que marcara el célebre escritor estadounidense Joseph Campbell, autor del “Héroe de las mil caras”, libro que diera cuerpo, vida y ficción, al taquillero film “La Guerra de las Galaxias”: “Debemos estar dispuesto a deshacernos de la vida que hemos planeado para asumir la vida que nos espera”.

Solo la memoria tenemos como compañera de viaje en esa larga travesía física y existencial que es la vida”. “Solo nos quedan sueños por delante”, nos ilustra por su parte, la prestigiosa revista “Letralia, Tierra de Letras”.

ezzevil34gmail.com- (Con luces de Fox News, CNN y Letralia)

 

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