Rafael Gallegos: ¿Post petróleo y post renta? … Mentiras

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La Agencia Internacional de Energía (AIE), organismo creado por los países desarrollados para compensar los efectos de la OPEP, publicó unas proyecciones que indican que antes del fin de la década, ocurrirá el pico energético iniciándose la decadencia de la demanda de hidrocarburos. Plantean que el carro eléctrico está desplazando al de combustible fósil, y como más de la mitad del uso de los hidrocarburos se utiliza en transporte, ocurrirá el pico de la demanda … a fines de esta década. Es decir, dentro de unos seis años. Ya.

Pero veamos: hoy se producen en el mundo 85 millones de vehículos al año. De esos, cinco millones son eléctricos y los restantes 80, de combustible fósil.

Para el 2030 el porcentaje de carros eléctricos ascenderá al 14 %. Pero resulta que en el 2030 la producción de vehículos será de más cien millones. De ellos 14 millones de vehículos serán eléctricos. El resto seguirá siendo de combustible fósil. Saque cuentas, 86 millones. Es decir, seis millones nuevos más que en 2023.  Eso sin contar los más de … mil millones de vehículos…  hoy existentes.

¿Entonces? ¿Cómo es eso de que decaerá el consumo de combustible para transporte al final de la década? Esas cuentas, no dan…

Además, todo indica que en ese corto plazo la tecnología no logrará subsanar las serias limitaciones de los autos eléctricos. Por ejemplo, un vehículo eléctrico cuesta dos y hasta tres veces más que su equivalente de hidrocarburos, y de paso una batería nueva, necesaria reemplazar a los cinco o seis años, cuesta más de la mitad del precio del vehículo.

En nuestra opinión, la proyección de la AIE luce muy acelerada.

Por otro lado, los estimados de la OPEP ubican el pico energético en el año 2045. Unos veinte años. Plantea que de aquí a esa fecha es posible que se hayan superado las limitaciones tecnológicas.

¿Quién tiene razón? El tiempo lo dirá. Nosotros nos inclinamos a creer – de calle -que la OPEP. El petróleo seguirá en primer plano por más de dos décadas. Porque, además el consumo luego del pico será de baja paulatina, muy poco a poco. Muchos años, no de un solo golpe.

Estas proyecciones tienen implicaciones en las inversiones petroleras a mediano plazo. Y para nosotros … en las expectativas de la industria petrolera venezolana.

Descarbonización, palabra clave

La transición energética es irreversible, y las leyes del mercado, implacables. Pero la transición se dará sí y sólo sí cuando las energías alternas cumplan la trilogía de ser más económicas, limpias y potentes que los combustibles de hidrocarburos. Antes… no.

Cuando el carbón sustituyó a la madera en el siglo XVIII, ya la escualidez de los bosques de Europa, como el Sherwood de Robin Hood, o los que atravesó Julio César para llegar a lo que hoy es Alemania, era palpable. El carbón llegó a tiempo. Antes y no exageramos, de la desertificación de Europa.

Luego, cuando el petróleo sustituyó al carbón, era más limpio, económico y potente. Pero paradoja de paradojas… hoy una de cada cinco fuentes de energía, continúa siendo carbón. ¿Realmente fue sustituido el carbón? Y …  ¿sucederá así cuando las energías alternas “sustituyan” al petróleo?

Debemos estar claros, deseos no preñan. Las lumpias verdes no pueden minimizar el rol del petróleo… sin sustituirlo. Se paralizaría el transporte, idem las industrias sin los miles de derivados del petróleo. Sin exagerar, sería un retorno a la Edad de Piedra.

Lo del cambio climático es muy significativo. Pero, ¿llegarán a tiempo las energías alternas? Hay que descarbonizar el planeta. Hoy se producen 35 mil millones de toneladas de CO2 al año, la ONU pide llegar a los niveles de 1970, menos de 15 mil, para no hacer irreversible el efecto climático.

(Un paréntesis: algunos estudiosos muy serios contradicen a otros tan calificados como ellos, al opinar que el clima tiene poco – o nada- que ver con el carbono. ¿Quién tiene la razón?… Es parte de lo que estamos obligados a dilucidar).

Entre las opciones, además de la energía solar, la eólica y otras, está la captura y almacenamiento de carbono (CAC), que de lograrse permitiría seguir explotando petróleo, sin remordimientos por el resto del siglo. Pero ninguna de estas tecnologías está lista… todavía. ¿Cuál representará una disrupción tecnológica?

Tal vez para la salida tecnológica sea necesaria una unidad de propósito de la humanidad como la del Covid, que permitió avances en tres años que de otra manera hubieran tardado por lo menos quince. Era de vida o muerte.

Y el problema del clima también es de vida o muerte. ¿Entonces?, ¿será que el planeta nos quedó grande?

¿Venezuela post petrolera?…

… mentira. La renta petrolera no “se acabó”, la “revolución” la acabó al destruir a Pdvsa. De allí la hiperinflación, los sueldos y pensiones por debajo del nivel de hambre de la ONU, la desnutrición, el hambre. Nada que ver con las sanciones. Todo proviene de la destrucción estratégica.

La industria petrolera venezolana tiene un horizonte de más de dos décadas – cuidado y mucho más- para resurgir. Pero no de la manga de un mago, sino producto de otro esquema. Una nueva concepción de país que elabore una Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH) que plantee agencia de energía, rondas de licitación, inversiones privadas, empresas privadas de hidrocarburos operando, control del estado y orientación de los beneficios de la industria hacia el desarrollo del país. Y un gobierno que genere confianza a los inversionistas, para que traigan montos de miles de millones de dólares.

Nuestro petróleo sí tiene futuro; pero hay que hacer las cosas de manera muy diferente como hasta ahora. Abajo las lumpias, las desinformaciones, los parchetes y la corrupción. Y arriba la estrategia. Es hora de aplicar las soluciones sistémicas y políticas, porque el problema petrolero es sistémico y político. De dejar de asombrar al mundo que nos observa como un insólito limosnero sentado en un barril de petróleo.

Es imperativo que construyamos una nueva industria petrolera que ayude a reconstruir a Venezuela.  Sí hay oportunidad. No debemos dejarla pasar. Es hora de los Políticos.

Usted, sí usted, decide.

 

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