Ciertamente, el país pareciera nadar entre las aguas de falsos justicieros de la humanidad, y un nefasto socialismo, que marcha lentamente sobre un arca desecha, apuntalada con astucia, a punta de fusiles, represión, y judicialización del dolor y el desencanto.
Quién salga a la calle en Venezuela, a reclamar por hambre, desamparo, o derechos laborales, tendrá que enfrentar la furia de la represión policial, y el terrorismo de Estado. Se nota a leguas, que la operatividad política de la contraloría, el accionar castrense y judicial, incluyendo el máximo tribunal, es “muy eficiente”, y está a la orden para lo que aconteciere en cualquier circunstancia, y salir a inclinar la balanza, a favor del “impoluto” régimen.
No es secreto para nadie, que los recursos del Estado, y de todos sus ciudadanos, VTV y demás, como pauta la Constitución, han sido afectados en su esencia, al ponerlos al servicio exclusivo, de una oclocracia autoritaria, aferrada al poder.
Al menos, estamos persuadidos, que el libre ejercicio de participación política ciudadana, consagrada en la carta magna, sigue plenamente vigente, aunque persistentemente, irrespetada y violada, por quienes detentan y hacen gala de la autoridad.
Se ha hecho evidente, que la presencia desbordante, pero pacífica de gente en las calles, en libre y constitucional ejercicio soberano de participación política, como establece la Constitución, atormenta a la cúpula de un régimen que está viendo y olfateando conspiraciones, “hasta en la sopa”, como se dice coloquialmente, lo que a todas luces, pondría en peligro la continuidad de sus privilegios.
Casi todas las encuestas reconocidas en los medios políticos de Venezuela, revelan el marcado rechazo (más del 80%) de la población, a la pésima gestión de los falsos justicieros de la humanidad, y de su nefasto proyecto cubano socialista, que prometía “potenciar al país en un mar de felicidades y abundancias”, y contrariamente, lo ha sumergido en aguas nauseabundas, de dolor, sufrimiento y desencanto. Aunque en una perspectiva, visiblemente remozada, con “burbujas de bienestar y desarrollo”, y una sostenida y bien difundida campaña, de que “el país se arregló”.
Es un capital político, social y humano que fue afecto, al “socialismo redentor del falso mesías”, que ahora decepcionado, lo abandona, para plegarse progresivamente, a la coherente posición política de María Corina Machado, que ha dado muestras de honestidad y valentía, en sus frontales enfrentamientos al régimen y contra “una guabinosa oposición”, que se cuadró con Miraflores.
Las manifiestas muestra de apoyo, a la llamada “Dama de Hierro”, bautizada en Valle de La Pascua, como la nueva “Doña Bárbara” , tras su osada travesía por el estado Guárico, obviamente, han trastornado los cimientos del poder, que ahora ensaya estrategias de la violencia, de agresiones directas a los candidatos opositores, para contener el arrollador avance de MCM, de paso, abonar el camino para hacer fracasar “unas incómodas” elecciones primarias opositoras, que legitimarán a su abanderado presidencial, y que todo apunta, a MCM.
La petulante manera de llamar escuálidos y mofarse públicamente de los opositores, ya no acompaña a los falsos justicieros socialistas en el poder, quienes preparan el terreno imponiendo a un árbitro electoral espanta votos, sembrando el miedo y el desencanto, como escudo de armas, para impedir un resultado adverso que los saque del poder.
Pareciera que la cambiante política, y la caótica situación del país, va inclinar la balanza a favor de los cambios que la mayoría del país reclama. En tanto, el falso socialismo, tendrá que hilar muy fino para revertir las preferencias del electorado en la venidera contienda comicial del 2024, que se ventila tensa y violenta.
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