Ls problemas internos agravan la situación operacional de la industria petrolera venezolana.
El discurso oficial que predomina en Petróleos de Venezuela (PDVSA) culpa a las sanciones que impuso el gobierno de los Estados Unidos de ser el único obstáculo para poder elevar la producción de crudo y como consecuencia de lo mismo la imposibilidad de obtener financiamiento interno o externo.
Los informes de auditoría interna de PDVSA, no obstante, también señalan como existen unos problemas propios del país o de la empresa estatal que aún en el caso de que se flexibilizaran o levantaran las sanciones seguirían sin resolverse
En primer lugar, las fallas en el suministro eléctrico en buena parte de los campos petroleros y centros de refinación.
En segundo lugar, la inseguridad por el hurto y en algunos casos robo de equipos, partes de plantas eléctricas, repuestos de macollas, taladros de perforación y aceites lubricantes que son requeridos para plantas compresoras.
En tercer lugar, la situación se agrava por el hecho de que la mitad del personal de PDVSA no está vinculado a la parte operacional, la formación es más autodidacta y las remuneraciones están lejanas de alcanzar los estándares internacionales de la industria de los hidrocarburos.
Petroguia