El mercado del petróleo mundial actualmente se presenta favorable a los países exportadores de ese mineral. Las diferentes estimaciones elaboradas por agencias especializadas apuntan a que ya existe un desbalance entre oferta y demanda de petróleo, situación que conjuntamente con la mayor actividad económica están determinando un alza de los precios de los hidrocarburos.
Efectivamente, la Agencia Internacional de la Energía recientemente estimó al alza la demanda global de petróleo para 2023 hasta 102.200.000 barriles por día, mayor que los 100.000.000 de barriles diarios demandados en 2022. Ello a pesar de las preocupaciones que existen acerca de la economía china la cual está entrando en un ciclo claro de menor actividad económica.
Así, la producción industrial del gigante asiático creció 3,7% en términos anuales en julio, por debajo del 4,4% que esperaban los analistas. Igualmente, en el mercado inmobiliario se aprecian importantes caídas en los valores de las propiedades y en la inversión. Similarmente, en Estados Unidos, en un reciente informe de mayor fondo de inversión del mundo, Black Rock, se aseveró que, aunque la economía no entraría en recesión en 2023, se estima un crecimiento de 0,5%, menor al 1,5% originalmente proyectado. No obstante, estos eventos, la demanda se mantiene dinámica por la expansión económica que se registra en otros países asiáticos, especialmente India.
Del lado de la oferta de petróleo, los recortes de la OPEP y Rusia y especialmente de Arabia Saudita, quien en julio disminuyó su extracción de petróleo en 943.000 barriles a lo cual se sumó Nigeria con una reducción de 108.000 barriles por día. Esas caídas no han podido ser compensadas por otros productores y, en consecuencia, los precios del marcador WTI que a finales de junio se cotizaba en US$ 69 por barril, al 15 de agosto se negociaron en US$ 80 por barril. La perspectiva del mercado es que la presión alcista del petróleo siga durante lo que resta de 2023 si la OPEP cumple su promesa de seguir con los recortes acordados en su última reunión.
Para Venezuela esta situación sin dudas representa una nueva oportunidad por el perfil favorable del mercado, dado el potencial de producción. A lo largo de 2023 la producción de petróleo en Venezuela ha aumentado en unos 78.000 barriles por día y en julio respecto a junio de este año el incremento se situó en 14.000 barriles diarios. Aunque ciertamente los crudos venezolanos se venden con descuentos en vista de las sanciones y los elevados fletes y seguros para alcanzar los mercados de Asia, aun así, los ingresos fiscales han mejorado. En ello ha contribuido la mayor producción y exportaciones de Chevron, que, de una extracción de 50.000 barriles por día en diciembre de 2022, al finalizar julio produjo cerca de 130.000 barriles diarios.
En estas condiciones, a Venezuela el mercado petrolero internacional le presenta una nueva oportunidad para aprovechar el aumento de los precios e incrementar la producción y las exportaciones para lo cual hace falta más inversiones, principalmente del sector privado, nacional e internacional.
@josegrasso