La ausencia de datos sobre julio se produce cuando la tasa de desempleo juvenil de China aumentó a un nivel récord en junio. La intención de Pekín podría ser la de no intranquilizar a una generación desilusionada.
La decisión de China de suspender la presentación de informes sobre su tasa de desempleo juvenil de julio ha suscitado acalorados debates públicos, ya que muchos la perciben como un encubrimiento de una estadística poco halagadora.
Esto se habría sucedido después de que se publicaran cifras récord de los últimos meses. La última mostró que más de uno de cada cinco jóvenes chinos (21,3%) estaban desempleados en junio.
Al anunciar la noticia la semana pasada, la Oficina Nacional de Estadísticas dijo que era necesario “optimizar” el enfoque de la encuesta, ya que la mayoría de los jóvenes urbanos de entre 16 y 24 años todavía estudian.
La sociedad tiene opiniones diferentes sobre si los estudiantes, que buscan trabajo antes de graduarse, deberían incluirse en las encuestas y estadísticas sobre la fuerza laboral, dijo Fu Linghui, portavoz de la oficina de estadística.
Los poco hagagüeños datos pueden politizarse
Los investigadores creen que la última medida sugiere “malas noticias” sobre el desempleo juvenil: “La tasa de desempleo es un punto de referencia económico importante. Este tipo de cifras pueden estar muy politizadas”, dijo Eli Friedman, sociólogo especializado en política laboral de China y docente en la Escuela ILR de la Universidad de Cornell.
En los últimos años, tampoco estuvieron disponibles cifras consideradas cruciales para los inversores extranjeros, como las transacciones de bonos y los datos de registro de empresas.
En junio, el gobierno chino prohibió a tres destacados autores financieros publicar en el sitio de microblog Weibo, porque habían hecho comentarios negativos sobre el mercado de valores y la tasa de desempleo del país.
Pekín consideró el aumento de las tasas de desempleo como una amenaza para su gobierno. Friedman estima que los funcionarios, responsables de publicar los datos, podrían haber cancelado la publicación del informe ya que estarían arriesgando sus puestos de trabajo.
Se ha observado un efecto similar en algunas universidades chinas. Este mes, el Ministerio de Educación anunció una investigación sobre casos de “informes falsos de empleo de graduados”, ya que, según informes, las escuelas estaban inflando las estadísticas para cumplir con las expectativas del gobierno.
La terrible realidad a la que se enfrenta la juventud china
Aunque los datos actualizados sobre el desempleo juvenil siguen siendo un misterio en China, la situación laboral desfavorable para los jóvenes es bastante evidente.
Tras la relajación de las medidas por Ccovid-19, China ha experimentado una recuperación inesperadamente lenta, una demanda debilitada de los consumidores y una inestabilidad en la industria inmobiliaria.
Entretanto, la reciente ofensiva del gobierno contra las empresas privadas y los sectores tecnológicos también ha eliminado muchos puestos de trabajo de graduados: el mercado laboral está ahora inundado de un excedente de personal con un alto nivel educativo.
El desempleo y la sobrecualificación entre los graduados son las dos caras del desajuste entre la oferta de títulos y el crecimiento del empleo cualificado, dijo a DW Liu Ye, profesor titular de desarrollo internacional en el King’s College de Londres.
Los graduados comparten las quejas de haber sido rechazados por los reclutadores laborales debido a su “alto nivel educativo” y “a la falta de experiencia laboral” en Xiaohongshu, el equivalente chino de Instagram.
¿Cómo lo está afrontando el gobierno chino?
En mayo, el presidente Xi Jinping, citado por el China Daily, alentaba a la generación joven que considerara la idea de trabajar en empleos manuales en el campo y aprender a soportar dificultades.
Muchos jóvenes chinos respondieron con un fuerte cinismo. “No encaja con la narrativa que el propio Estado ha estado promoviendo activamente durante las últimas dos décadas”, dijo Friedman a DW, quien cree que Pekín posiblemente se haya quedado sin medidas.
Los investigadores sugieren que China debería impulsar su consumo interno, ya que la economía del país ha dependido demasiado de las exportaciones y del crecimiento impulsado por la inversión.
DW
