Han ido quedando en el recuerdo, los tiempos en que las grandes y encantadoras aves blancas, mejor conocidas como cigüeñas, simbolizaban el nacimiento y la pureza, llevando en un impoluto lienzo blanco colgado a su pico, a un hermoso bebé. Hoy en día, siguen siendo historias fascinantes y reveladoramente cautivantes.
Y aún persisten quienes se aferran a su maravilloso encanto, porque representaron un papel importante en la vida familiar, lo que junto a la tendencia de humanizar a los animales, hicieron de “la cigüeña criadora de bebés”, fábulas perdurables.
No tan enternecedora como la magia de las añoradas cigüeñas de antaño, irrumpe en el mundo, la fertilización masiva “in vitro”, de hasta 30 mil bebés por años, previamente diseñados, incubados en úteros sintéticos y cápsulas del crecimiento, como parte de un exponencial avance de la Inteligencia Artificial (IA). Ficción hecha realidad, que abre paso a nuevas e infinitas fábulas de la modernidad y sepulta los simpáticos mitos que por años privaron sobre el nacimiento y la familia.
Son encargos de bebés, ya no a las cigüeñas, sino a un laboratorio científico altamente especializado, nombrado EcoLife, (Reinventing Evolution), con sede en Berlín, donde se adelanta el ambicioso proyecto genético del joven Bio-Tecnólogo de origen yemita Hashem Al-Ghaili, para quien “la nueva realidad del futuro”, sería viable en 10 años.
No deja de ser capcioso, que sea la disputada capital alemana de la post guerra, la sede de la fábrica de bebés, donde en tiempos del nazismo se alardeó del linaje de la raza pura y se aplicó el inhumano programa de eutanasia, que cobró miles de víctimas, entre1939 y 1945, en que duró el sufrido experimento. En un impresionante y revelador video de la Tv alemana, que se hizo viral en las redes sociales, se detalla que los progenitores podrán diseñar genéticamente su embrión antes de insertarlo en el útero artificial.
Conforme a la información divulgada, mediante el avanzado diseño genético CRISPR, (Técnicas de edición genética), se podrá evitar cualquier enfermedad hereditaria, y adicionalmente, seleccionar las características físicas del bebé, como la talla, el tipo de cabello, color de piel y de ojos.
La información precisa que se podrá experimentar de primera mano, los GIF de cada bebé (desde que se gesta el embrión, hasta el año de vida), por medio de cámaras especiales ubicadas dentro del útero artificial. El ingenioso dispositivo, permitirá igualmente hablarle al bebé, reproducir música y grabación, imitando los sonidos originales que se escuchan en el vientre de sus madres.
Se aseguró, que los úteros sintéticos podrán ser instalados en los hogares, bajo una rigurosa supervisión, y conforme a las posibilidades económicas de la pareja.
Para muchos sectores, se trata de un serio dilema ético, sobre la experimentación genética del genoma humano que amenaza a la especie, para otros, en cambio, es el avance indetenible de la innovación de la Inteligencia Artificial en todas las áreas del conocimiento.
En nuestra imaginación, sería lo más parecido a unas “cigüeñas cibernéticas”, para diseñar y fabricar “criaturas biónicas”, tal y como lo ha narrado con suma maestría, la ciencia ficción cinematográfica. De eso se trata.
(Con información de CNN, DW, BBC News Mundo)
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