Lo que se demuestra con el caso de Antonio Ledezma, coordinador del Consejo Político Internacional de María Corina Machado, y lo que dijo en la famosa entrevista con Patricia Poleo, es que hay que tener mucho cuidado, con lo que se habla y se escribe; pues esta gente, que nos gobierna, a consecuencia de sentirse muy cercada, enseguida exagera los términos, y así expresa que lo que hay detrás de la señora Machado es un intento de desestabilizar el país por medio de la violencia, de acuerdo a lo que interpretan de las palabras de aquél; cuando la verdad es que, si bien es cierto que hay un plan, para sacar a esta gente, una vez que se ganen las elecciones en 2024; que tiene concebido su comando de campaña, al confesar Ledezma, que este plan cuenta con el apoyo de algunos militares, que se han venido sumando a la causa de la señora Machado en forma secreta, no se está planteando el enigma de una guerra civil, sino que la presencia del uniforme en una causa, trae consigo un efecto de presión.
En estas circunstancias, esta gente apela a un concepto que, dentro de la religión chavista forma parte de lo sagrado, como es el término de revolución. “Lo que persigue la señora Machado es acabar con la revolución”; es decir, una realidad que no existe; como lo demuestra el hecho de que han huido del país unos siete millones de compatriotas; indicativo de que dicha revolución ha sido un fracaso; puesto que estos compatriotas, que se marchan del país, no lo hacen por gusto, sino por la situación de hambruna y de miseria, que padece nuestra sociedad; una revolución, que ha dado lugar a un gobierno de ricos frente a un pueblo de pobres, si se toma en cuenta que la famosa Encuesta Encovi, reporta que más del 90% de la población venezolana vive en la pobreza. Entonces, Nicolás Maduro ordena, que se activen las brigadas, que se han venido adiestrando, para la defensa de la “revolución”, que para algunos es más bien una “robolución”; pues eso es lo que constituye en el fondo: un latrocinio; apoyado en una tiranía, donde todas las instituciones se han convertido en aparatos de terror, y que es lo que le responde Ledezma al Fiscal General, Tarek William Saab, a propósito de la orden, que emanó de aprehensión de su persona, y solicitud a España de su extradición, donde reside actualmente Ledezma: que por qué no procede de la misma manera contra Nicolás Maduro, quien ordena a que se activen dichas brigadas revolucionarias; porque eso también es violencia, y le queda grande a un mandatario dirigirse al país en esos términos; porque ahí sí se está incitando a una guerra civil.
Obsérvese lo injusta, que resulta esta gente, que ellos sí tienen derecho a valerse de la expresión cívico-militar: “esta es una revolución cívico-militar”, y llegó imponiéndose por las armas, aquel lejano 4 de febrero de 1992, y que, si bien es cierto que fue derrotado desde el punto de vista militar, fue un triunfo político por parte de Hugo Chávez, quien fue el que asumió la responsabilidad de los hechos (violencia de por medio), en aquella oportunidad. El propio Chávez lo decía una y otra vez: “esta es una revolución pacífica, pero armada”; lo que le ha dado carácter de vorágine a su régimen de gobierno desde el primer día, en que asumió el mando; cuando nos metía en forma compulsiva aquellas largas alocuciones, que se mandaba por la red de medios de comunicación, y donde el 80% de lo que decía eran delirios; luego, aquellas apariciones vestido de militar, y hasta a la Comandancia en Jefe, que le corresponde a nuestro jefe de Estado, según nuestra Constitución, le impuso una categoría militar; cuando se trata de una investidura administrativa. ¿No aparece Nicolás Maduro con una indumentaria, que le da un aspecto militar, de vez en cuando?
No hay que pasar por alto, que en forma ejecutiva Maduro ascendió a capitán a Diosdado Cabello. ¿Con mi uniforme no te metas? Porque, por lo demás, en este gobierno de ricos una gran parte son militares, y quienes son lo que han venido ocupando los altos cargos ministeriales; lo que ha llevado a decir que este es un gobierno militarista; por oposición a los civilistas gobiernos puntofijistas; habiéndose logrado devolver en ese momento a los cuarteles a los militares, que desde la época del Libertador, y con algunas excepciones, se habían convertido en los amos del país, y que ahora se ha vuelto a reproducir con esta gente; prueba de ello, es que Cabello dice a cada instante que “no nos vamos del poder ni por las buenas ni por las malas, porque este país es nuestro”. El hecho es que hay un sector de los militares, que no tiene acceso a esa vida de millonarios, que esta gente lleva, porque no forman parte de las grandes mafias, que se reparten el botín de los dividendos de venta de petróleo en el mercado negro, Arco Minero y narcotráfico, y lo más probable es que sea esta gente, la que se le acerca a la señora Machado; yo diría, que sin ánimos de golpismo; puesto que no están dadas las condiciones, para sacar a Maduro por esta vía; pero sí para hacer presión a la hora de obligar al gobierno a retomar el estado de derecho, conjuntamente, con la sociedad civil, bajo el esquema de una insurrección pacífica, al estilo de Gandhi, y que se observa en las giras, que realiza la señora Machado por todo el país; donde vence todos los obstáculos, que le pone el gobierno, para no dejarla entrar a las ciudades y pueblos, que pisa en función de sus giras; gracias al apoyo de un pueblo, que ve ahora en ella las posibilidades de emancipación social. Por lo demás, fue muy pertinente la aclaratoria, que emanó del equipo de pie un pueblo, que ve ahora en ella las posibilidades de emancipcio de campaña de la señora Machado: nosotros no apostamos sino por la vía electoral hasta el final.