El economista y PH.D. en economía, Pedro Palma, aseguró que la economía china está desacelerándose, pero no está cayendo su Producto Interno Bruto (PIB).
Explicó que en el segundo trimestre del año subió solo 6,08%, un crecimiento muy bajo.
Palma indicó que esta contracción se debe a una desaceleración en la demanda interna del consumo y la inversión dentro de China, además de la disminución de la demanda de productos chinos a nivel internacional.
«La política antinflacionaria de EE.UU. y Europa producida por la elevación de las tasas de interés, ha reducido el nivel de intensidad de esas economías» añadió.
Destacó que esa política antinflacionaria ha frenado la demanda de productos chinos porque implica un encarecimiento del crédito y una menor demanda de financiamiento para inversión.
El economista advirtió que dentro de China también ha habido una desaceleración del consumo y la inversión por un fenómeno de deflación, baja de precios, teniendo un efecto recesivo en la economía.
La gente dice que si los precios están bajando, mejor postergar sus decisiones de consumo hasta que los pueda adquirir a un precio menor, restringiendo así la demanda actual, generando un efecto inflacionario acotó.
Resaltó que esa menor demanda implica una desaceleración en el nivel de ventas y la economía.
El socio-director de Ecoanalítica señaló que esto mismo pasa en la construcción y el sector inmobiliario.
«Esa desaceleración en la economía china afecta al mundo entero, pero particularmente a los países que proveen de materia prima a China como los latinoamericanos» dijo.
Recalcó que Venezuela tiene un deuda importante con China debido al préstamo de este a países emergentes, explicando que este pago se hace con exportaciones de petróleo.
«El petróleo venezolano debe competir con el ruso por las rebajas debido a las sanciones, haciendo que Venezuela esté muy afectada por esta situación» afirmó.