Son muchas las organizaciones, que creen en la necesidad de tomar la innovación como estandarte y extienden su práctica a todas sus áreas, por lo que, comprenden la importancia de generar un pensamiento creativo para que éste, se traduzca en resultados positivos y a su vez, a través de sus aportes, en beneficios significativos. De una manera u otra, todas las empresas deben recurrir a este hábito, pues, necesitan mantenerse competitivas en el mercado y esta es la mejor vía para hacerlo.
En primer lugar, es bueno recordar que para darle oportunidad al surgimiento de la innovación, se debe generar el entorno propicio con un ambiente abierto, en el cual, se presente la libertad y flexibilidad más oportuna, donde se puedan proponer nuevas ideas o soluciones. Con este fin, todos los miembros de la empresa necesitan saber que cuentan con esa posibilidad, deben sentirse invitados, partícipes y motivados por la organización, a realizar sus aportes más creativos.
También, cabe tener presente el objetivo o caso que se requiere solucionar, así como, cuáles son esas oportunidades que se desean alcanzar para tener claro la forma más viable y buscar una innovación, idea o un descubrimiento, que permita lograrlo. Teniendo esto en mente de forma anticipada, podemos partir de ese propósito y orientar todos los esfuerzos necesarios. Desde luego, plantear ese camino permite realizar cuestionamientos, hacer las preguntas correctas y enfocar al equipo en la vía más acertada.
Es importante recordar además, que innovar no es un aspecto solo correspondiente a los creativos, ya que, consiste en un conjunto de capacidades que pueden ser desarrolladas y practicadas por todos. Por eso, cada integrante de la empresa necesita cumplir el papel de protagonista o promotor de esos aportes, para generar nuevas y distintas perspectivas que sean la base de algo diferente o mejor. Así, debe verse como una práctica donde todos tienen la oportunidad de involucrarse.
Del mismo modo, se requiere tener presente la importancia del trabajo en equipo cuando se trata de generar soluciones más creativas o innovadoras, ya que, la energía de la creación colectiva tiene posibilidades muy poderosas, debido a la unión de opiniones, de experiencias y de distintos puntos de vista. Sin duda, es muy efectivo integrar las diferentes perspectivas de las personas que conforman la organización, y así además, se genera sentido de pertenencia.
No olvidemos que, innovar no se logra por arte de magia, es relevante realizar un proceso analizando las tendencias, el entorno, las necesidades de los consumidores o usuarios, la competencia y abrir la retroalimentación, escuchar nuevas ideas, para generar un pensamiento que se adapte a los cambios y a la transformación.