Lo que acontece en Venezuela no es un “problema político” ¡No! es algo holístico, más grande que la suma de sus partes. Es una coyuntura histórica que compete a todos los sectores nacionales, lamentablemente, no se ha querido comprender y ello nos está saliendo muy costoso. Dejar la lucha por nuestra segunda libertad exclusivamente a los partidos políticos, cuando no existe democracia ni constitucionalidad, genera exactamente lo que está ocurriendo: Pactos por cuotas de poder, dádivas y recursos de campaña para beneficiar a unos cuántos, sacrificando al país.
El histórico rechazo al chavismo lo obliga realizar una elección sin observación internacional real, entre cómplices contratados, en control absolutista de votantes e instituciones que deberían ser del Estado, pero están en manos del Psuv. Desde el desastroso interinato de Guaidó, los objetivos del chavismo han cambiado de forma drástica, pasó de la sobrevivencia a una etapa de fortalecimiento, no en términos de popularidad, la cual es la peor de su historia, sino en estratagemas que involucran a sus aliados internacionales. Su reconocimiento es opcional, sabe y le conviene vivir con sanciones para llenar sus discursos con excusas artificiosas, así justificar los desmanes de su corrupción… la peor registrada por la humanidad.
Tan es así que el ascenso indetenible en las encuestas de María Corina Machado se debe a que ella es la opción que más se diferencia del régimen. Sabemos, nos pueden tachar como militante de su organización y fanático de ella, pero créanme que no es así, abordo su realidad como el fenómeno que es.
Ahora bien, como el escenario que planeta “la oposición” (históricamente) ha sido el mismo que propone el régimen (¿Casualidad?), entonces, la libertad de nuestro país está en apuros. El régimen no permitirá que ninguna figura política cuantifique su apoyo, por lo que es un grito a voces que evitará las primarias con cualquier desafuero del que es experto, como cuando anuló el revocatorio 2016. Está vez el “Financiamiento Ilegal” será el nuevo recurso para asegurarse sólo asistan a las “presidenciales” sus mascotas entrenadas, forzando el “consenso” y los pactos que ya han hecho asegurar la presencia de ciertos personeros en las presidenciales, como el candidato de Juan Barreto (Benjamín Rausseo), Manuel Rosales, Bernabé Gutiérrez, José Brito, Ratti, entre otros espectros desolados.
¿Hay esperanza para Venezuela? La única manera que renazca es alejarse por completo de la agenda del régimen, comenzando inexorablemente por evitar se continúen perpetrando elecciones al margen de la ley y de todo precepto democrático.
En segundo lugar, incorporar a la lucha por nuestra libertad a todos los sectores nacionales es prioritario; a los educadores, a los médicos, trabajadores, amas de casas, comunidades, gremios ¡A todos! Tal como se hizo en 2001-2002 y se logró derrocar al régimen, lamentablemente, por razones aún desconocidas, el país fue traicionado.
Lo repetimos, es totalmente falso que la política sea reducida a solo voto o plomo, la política posee una infinidad de opciones, pero requiere, en el caso venezolano, una oposición real que se oponga, capaz, definida, con agenda propia. Si se llegase a materializar, con una población que repudia al chavismo aproximadamente en 85%, nuestra segunda independencia estría a la vuelta de la esquina. En la forma cómo el chavismo retiene el poder, adeudándole a propios y extraños, es más difícil retenerlo que abrirle paso a la democracia, a la paz, al desarrollo ¡A La Libertad!
@leandrotango