Si te mueves, se me dispara el fusil. Después de ser torturado, agentes chavistas forzaron al universitario John Álvarez, de 24 años, a grabar unos vídeos acusatorios contra un periodista y un sindicalista. No sólo le dictaban las frases a recitar, también continuaban el amedrentamiento con sus armas de fuego.
Esta es solo una pequeña parte de la pesadilla que sufre el joven, estudiante de Antropología y Derecho, desde que fuera detenido la semana pasada por unos sujetos sin uniforme, quienes le amordazaron y “ruletearon” (recorrieron en un vehículo calles de Caracas). Se trataba de agentes de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE), que forman parte de la Contrainteligencia Militar. Según los testimonios que el propio estudiante realizó en audiencia judicial, transmitidos también a sus padres y a su abogado, le golpearon con un bate de béisbol, tras cubrirle con un jergón para no dejarle marcas, y le realizaron descargas eléctricas en los testículos, rodillas y costillas.
El joven describió a los tres militares que lo torturaron ante el juez y también repitió las frases que le obligaron a grabar, una vieja táctica revolucionaria para implicar a sus “enemigos”. Contra el sindicalista Carlos Salazar, sus falsos planes para volar “algo” en la autopista Valle Coche y contra el periodista y líder vecinal Carlos Julio Rojas, y la creación de grupos para crear conflictos en el centro de la capital.
Los agentes aseguran que detuvieron a Álvarez por pegar carteles, pero la realidad es que el universitario circulaba con su moto, que ha desaparecido al igual que todas sus pertenencias, otro habitual modus operandi de las fuerzas de seguridad del chavismo.
Lapatilla.com