Gregorio Salazar: Primarias entre dos fuegos

Compartir

 

Torpedos a la línea de flotación de las elecciones primarias. Por el calibre de los proyectiles y los puntos sensibles de la estructura sobre los que han impactado es de temer que los efectos puedan ser los peores. A ese barco que lucha por mantenerse a flote en medio de un temporal, bamboleándose entre marejadas, truenos y centellas, ahora le abren boquetes en el casco desde afuera, pero también desde adentro.

A pesar del fuego graneado de acciones y amenazas, múltiples y variadas que el régimen mantienen sobre las internas de la oposición, los mayores embates han venido de quien hasta hace poco fungió como vicepresidenta de la Comisión Nacional de Primarias, la empresaria María Carolina Uzcátegui. Su renuncia a la vicepresidencia de la CNP si no se convirtió en un percance grave, fue por la firmeza con la que el presidente Jesús María Casal se mantuvo en el timón del proceso.

Ahora reaparece desde afuera para ir más lejos. No se quedó en el señalamiento de dificultades organizativas, como número de centros, ubicación, inseguridad, dificultades de movilización, limitación en el tiempo para votar. Esta vez asumió el rol político de plantear su inconveniencia y de desecharlas para que el candidato presidencial pueda eventualmente definirse por la vía de un consenso.

La actuación de Uzcátegui –que no se manda sola– no deja dudas de que la mayor debilidad en la ruta hacia las primarias es la falta de una agenda común, unitaria, con sólida definición y unificación de criterios sobre lo que hay que hacer no sólo para, primeramente, superar el crucial tema de las inhabilitaciones sino del rumbo que debe dársele al país tras una victoria opositora en las elecciones del 2024 y en la manera de relacionarse en ese posible escenario con el chavismo.

Va quedando a la vista que las elecciones primarias han dejado de interesarles a todos por igual. Para María Corina Machado, que hizo del cuestionamiento a la propia organización del proceso con participación del CNE – a lo que propone volver Uzcátegui– centro de la controversia y de deslinde con sus adversarios en la Plataforma Unitaria, ahora resultan imprescindibles. Todas las encuestas indican que ganaría con amplio margen una postulación. Pero obvio que su habilitación como candidata no figura entre las opciones del régimen.

Las primarias potenciarían el capital político de Machado y le darían una fuerza decisora para alcanzar el largamente acariciado objetivo que varias veces ha expresado: ser la líder que tome el control de la oposición. Un esquema en el cual los partidos, reiteradamente fustigados por MCM por yerros, omisiones o estilos de actuación, no se ven incluidos a no ser como subalternos.

Hay aspectos, como la transición en el postchavismo, por ejemplo, en los cuales MCM se ha mostrado más radical que sus adversarios de UNT, PJ y AD, por mencionar a las fuerzas principales de la Plataforma Unitaria.

Eso es gancho efectivo para los opositores radicales, pero fuente de preocupación para quienes creen que los niveles de mutuo rechazo extremo entre MCM y el Régimen puedan llevar al país a un período de nueva turbulencia social que profundice la crisis.

Mientras Uzcátegui atiza el debate interno en la organización de las primarias, el régimen sigue cocinando sus jugadas a fuego ni tan lento. Tiene una cabeza de playa abierta para su suspensión en el TSJ por un esperpéntico desconocido con apellido con evocaciones rateriles. Más allá el Sebin adelanta investigaciones sobre los fondos que financian la organización de esas internas, expediente netamente orteguista.

Desde su privilegiada tribuna-tribunal Cabello dice que habrá que pedirle permiso a los alcaldes para poder instalar los centros de votación y, lo nuevo, una acción coordinada por grupos de sujetos en siete estados han ejercido una acción constitucional por la divulgación de la data electoral de las primarias. ¿Así o más difícil?

Periodista. Exsecretario general del SNTP – @goyosalazar

 

Traducción »