Eddie A. Ramírez S.: ¿Es posible salvar a Citgo?

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El objetivo de adquirir total o parcialmente refinerías en el exterior fue comprar mercado para cuando aumentara nuestra producción, la cual estaba restringida por la política equivocada de nuestros gobiernos de preferir precios altos en lugar de producir más barriles.  Hoy solo nos quedan las tres refinerías de Citgo, empresa que es necesaria, aunque no suficiente, para la recuperación económica de Venezuela. Salvarla de los acreedores no será fácil, pero debemos intentarlo. Nuestra dirigencia democrática tiene la palabra.

Cabe recordar que Hugo Chávez y Maduro son los responsables de la difícil situación en que se encuentra. Solo mencionaremos unos pocos casos. Chávez no respetó en el 2007 el acuerdo con Conoco y en el 2009 expropió la concesión que tenía la empresa Crystallex en la mina de oro Las Cristinas. Maduro emitió en el año 2016 bonos de la deuda que vencían en el año 2020, poniendo a Citgo como garantía y obligó a esta empresa a dar dividendos por un monto que no se justificaba. Esos dolientes y muchos otros están demandando a esta empresa. Organismos internacionales de arbitraje han fallado en contra nuestra y, recientemente, un juez sentenció que Citgo debe ser rematada. Hasta ahora, la empresa ha sido protegida por decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, pero pareciera que ese gobierno no quiere seguir oponiéndose a una decisión judicial.

A los rojos nunca les ha interesado las inversiones a largo plazo. Su política ha sido expropiar empresas privadas y ordeñar a las públicas para gastar ese dinero en su proyecto político. Cabe recordar lo que escribió Rafael Ramírez el 4 de agosto 2019:  “Para nosotros desde el ministerio de Petróleo las razones eran más claras y lógicas. Primero, Citgo era un mal negocio para Pdvsa y para el país. Por otra parte, somos un país productor de petróleo, y ese era nuestro centro, y si queríamos avanzar en refinación, debía ser en el territorio nacional….  no resultaba nada conveniente tener activos tan importantes fuera de nuestra jurisdicción nacional, al contrario, era sumamente vulnerable… la idea de adquirir refinerías para colocar nuestro petróleo es, al menos, tan descabellada como comprar supermercados para colocar un producto… entre otras propuestas que hicimos a Maduro para hacer frente a la  crisis económica que ya tomaba dimensiones preocupantes, fue la de urgentemente vender Citgo”. Desde luego, en su artículo trata de justificar la venta de las refinerías.

Lo anterior da idea de su falta de visión del negocio petrolero y la mala intención del régimen de no respetar acuerdos y, además, que la crisis económica ya estaba presente cuando Rafael Ramírez era ministro y presidente de Pdvsa, es decir años antes de las sanciones al régimen por parte de varios países.

A pesar de estas afirmaciones, el mismo Rafael Ramírez ordenó adquirir participación en pequeñas refinerías en Cuba y Jamaica en el 2006, y en República Dominicana en el 2010. Es decir que consideró que el mercado en estos tres países era más importante que el de Europa y el de Estados Unidos. Como se dice en criollo, cambió zapatos por alpargatas y encima perdimos las alpargatas. Cuba alegó, impúdicamente, que “Venezuela le debía dinero por los médicos familiares y por los entrenadores deportivos” y Jamaica alegó “desidia de Pdvsa”.

El Centro de Orientación en Energía (Coener), en comunicado del 2014, firmado por su entonces presidente Diego González, recalcó la inconveniencia de vender Citgo, citando que “el Informe del Comisario de Pdvsa del 2013 mencionó que, entre 1998 y el 2013, Citgo había generado 8.900 millones de dólares de ganancia, con un retorno promedio respecto al capital sobre el 35 por ciento anual, lo cual demuestra su alta rentabilidad”.

Para intentar salvar a Citgo pareciera que solo hay dos acciones a tomar. Una que los candidatos a la Primaria, distinguidos constitucionalistas  y organizaciones de la sociedad civil firmen  documentos dirigidos al gobierno de Estados Unidos recalcando que reconocemos las deudas del país y de Citgo, que hay que negociar las mismas; así como la importancia de Citgo para la recuperación económica de Venezuela, lo cual es necesario para solucionar la crisis humanitaria y para  reducir drásticamente el flujo migratorio que afecta a nuestros países vecinos e inclusive a Estados Unidos. La otra es un posible acuerdo entre la oposición y el régimen para accionar conjuntamente.

¿Es esto posible? Claro que sí. Lo anterior no es garantía de éxito, pero hay que intentarlo. El interés nacional debe prevalecer sobre los cálculos políticos. Horacio Medina, presidente ad hoc de Pdvsa, y su equipo realizan grandes esfuerzos por salvarla y Calos Jordá y sus gerentes han logrado recuperar y mejorar la eficiencia de las tres refinerías de Citgo. Solos no pueden. Está pendiente una apelación a la Corte Suprema de los Estados Unidos. Citgo es de todos, hay que hacer lo posible por salvarla.

Como (había) en botica: Hay que bajarle dos a las descalificaciones de los candidatos. Algunos han declarado cosas que pueden no gustarnos, pero eso no significa que sean cómplices del régimen, aunque a veces por interés personal dan golpes bajos. Todos son necesarios para ganar la presidencial. Emociona ver el video a la niña venezolana Kiana Angulo cantando el himno de Estados Unidos en un estadio de beisbol ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 

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