Jesús Alberto Castillo: Los 6 meses de El Aissami

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Han pasado 6 meses del escándalo de PDVSA, una trama de corrupción y prostitución que salpicó la imagen de Tareck El Aissami, considerado uno de los fuertes del legado de Chávez. El gobierno se sacudió el asunto e hizo una pantomima al vestir con bragas anaranjadas a algunos personajes vinculados con la industria petrolera. Pero, hasta allí el aguaje.

Hasta ahora solo se sabe que el otrora Ministro de Petróleo está incurso en una supuesto saqueo que supera los 32 mil millones de dólares y el gobierno de Maduro, junto al Ministerio Público, no ha abierto la boca. Mucho menos, se sabe del paradero de ese flamante exministro que renunció, como “fiel soldado de la revolución”, para facilitar la investigación en esa descarada expoliación de la industria petrolera.

Mucho se ha especulado del misterioso paradero de El Aissami. Algunas fuentes señalan que está detenido en Fuerte Tiuna; otras, que se encuentra en Siria, protegido hasta los dientes. No hace mucho, en diversas redes sociales se habló sobre su delicado estado de salud e, incluso, de su supuesta muerte. Ahora se especula  que está negociando con Maduro para soltar la lengua en torno al destino y verdadero monto del dinero extraído de PDVSA

Los días pasan y el paradero de El Aissami es un misterio bien guardado. El país parece ocupado más en otros asuntos. Poco a poco se ha olvidado de este personaje que ha disfrutado las mieles de la “revolución” y estableció un emporio económico y político de grandes magnitudes en la Venezuela de hoy, abrazada por el hambre, las largas colas por suministro de combustibles y el llanto de niños que se mueren en los hospitales.

Es el país donde se hospedó Alí Babá y sus 40 ladrones para robarse las grandes riquezas naturales, mientras el “pueblo soberano”  muere de mengua. El panorama aterrador ha obligado a millones de venezolanos a partir en busca de mejor futuro, sorteando los constantes peligros de esa migración forzada.

En Miraflores no habrá ningún interés en investigar  lo de PDVSA ni a Él Aissami, porque forman parte de esa misma trama. Su obstinado interés es   permanecer en el poder y por eso seguirán soltando migajas para la calle, sembrando el terror, dividiendo a la oposición y alentando a la frustración y abstención de la gente. Pero, no les resultará nada fácil. La procesión va por dentro y todavía queda muchas cartas que jugar en la oposición.

Politólogo y profesor universitario.

 

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