Los precios del petróleo están experimentando su mayor aumento en casi un año. Esto es una extraordinaria noticia para los países exportadores de ese mineral, aunque su impacto en la economía mundial tiende a ser desfavorable al encarecerse las cotizaciones de los bienes donde el petróleo y sus derivados cuentan como materia prima para la producción de bienes intermedios y de capital.
El 30 de junio de 2023, el precio el WTI se negoció en US$ 70,6 por barril y casi tres meses después, el 20 de septiembre el barril cerró en US$ 90,3 por barril, es decir un aumento de US$ 20,3, equivalentes a 28%. Así, aunque haya caído el volumen exportado, los ingresos de los países exportadores han subido debido a que la proporción del alza de precios es superior a la declinación de las exportaciones.
En ese comportamiento de los precios ha influido de forma determinante los recortes de producción acordados por la OPEP más Rusia por un total de 1.600.000 barriles diarios vigente desde mayo de 2023 y que se prolongarán en 2024. Ello ocurre en un contexto en el cual el nivel de las reservas estratégicas de EEUU se encuentra en su mínimo histórico por la decisión del gobierno de Biden de colocar 200.000.000 de barriles de esas reservas para contener el aumento del precio de la gasolina durante 2022. Además, hay que tomar en consideración que la perspectiva para lo que queda de 2023 es que la economía crecerá a menor ritmo.
La mayoría de los analistas del mercado coinciden en que habrá una estrechez de la oferta de hidrocarburos ante una demanda que, aunque aumente con menos intensidad se topará con limitaciones de oferta. Y es en ese entorno donde Venezuela, con importantes reservas probadas puede jugar un papel importante abasteciendo a un mercado insatisfecho desde el punto de vista de la demanda. Venezuela tiene potencial para levantar su producción a razón de entre 250.000 y 300.000 barriles por día en un plazo de algo más de un año, sin grandes inversiones. Para pasar de 2.000.000 de barriles diarios se requerirá inversiones que pueden materializarse con algunas reformas y el levantamiento de las sanciones.
A mayores precios del petróleo, mayores los incentivos para las energías no renovables. En EEUU y la Unión Europea los incentivos fiscales para los automóviles eléctricos son cada vez más importantes al igual que para el uso de la energía solar para los hogares y empresas. La política de descarbonización está avanzando sostenidamente pero no al paso que ha marcado el Acuerdo de París para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ejemplo, el uso de los carros eléctricos se enfrenta al problema de las estaciones de carga eléctrica fuera de las ciudades, hecho que condiciona la demanda creciente que hay por esos vehículos. Tarde o temprano las naciones van a tener que hacer un esfuerzo más sustancial para la transición energética y Venezuela, si bien está todavía lejana la posibilidad de una transición energética, no debe perder de vista ese hecho y por tanto aprovechar la nueva oportunidad que nos está brindando el mercado petrolero. Si bien históricamente en Venezuela el sector petrolero ha sido el área de mayor impulso de la economía, generando la mayor parte de las exportaciones y de las contribuciones fiscales, en esta coyuntura se presenta la oportunidad de diversificar las exportaciones en una serie de productos en los que podemos ser competitivos. Por supuesto en el mercado de hidrocarburos existen muchas oportunidades de inversión y nuevos negocios que influirían favorablemente en un mayor crecimiento económico.
En ese mismo contexto, definitivamente se debe aprovechar el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales y las oportunidades a la industria del turismo. La tarea importante en materia económica es la de incrementar y diversificar las exportaciones no tradicionales y contribuir con la sustitución estratégica de las importaciones. El petróleo vuelve a tener una importancia estratégica como motor de arranque y el crecimiento debe significar crear capacidades en sectores donde hay ventajas claras como la manufactura, energía, sector alimentario y turismo.
@josegrasso