El propósito de esta lectura es facilitar el camino del conocimiento alejado de las maledicencias, de la inocencia y la ignorancia. Ahora bien, si interpretamos la vida como un libro, donde cada página se llena con las aventuras diarias, cosas que contar y aprender e innumerables anécdotas, cuentos para recordar, y si adicionamos el conocimiento adquirido en su formación académica nos hace ver a sí mismo como un triunfador o un perdedor con las competencias necesarias para lamentarse o ser exitoso, depende de uno mismo, es decir, ser autentico en la vida y vivir en el conocimiento.
La Inocencia y la Ignorancia son dos estados que carecen de conocimientos, su naturaleza es oscura, dudosa y compleja, además, como premisa se puede decir, y se da por hecho que son lo mismo. La inocencia es abundante, está colmada, es pura, es un estado de ausencia de deseos, la inocencia aparece asociada a un estado puro del alma y libre de culpabilidad como lo afirma la filosofía. Por consiguiente, la inocencia de un niño es visto por los trabajadores sociales y psicólogos como un diamante en bruto en su estado natural, sin pulir, sin deseos, solo las ganas de vivir, acobijado en el seno de una familia que le da amor, y pendiente de su vitalidad y energía para su formación y desarrollo. Evidentemente, en el núcleo familiar se inicia el proceso de formación como ciudadano y con los valores básicos de respeto, responsabilidad, disciplina, y la obediencia a las leyes que rigen la sociedad, entre otros.
A diferencia, la ignorancia, desde el punto de vista de Karl Popper, filósofo y profesor austriaco, cita que “La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de rehusarse a adquirirlos”. En otras palabras, la ignorancia nos hace con un conocimiento pobre, y se vive en un eterno pedir, a semejanza de un mendigo; quiere esto, quiere aquello, quiere ser culto, quiere ser responsable, quiere ser millonario, quiere ser poderoso y se fundamenta en el deseo. Asimismo, decía Aristóteles que “el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”. Además, Sócrates aseguraba que “sólo hay un Bien, el Conocimiento; y sólo hay un Mal, la Ignorancia”.
En consecuencia, la premisa de que la inocencia y la ignorancia son la ausencia de conocimiento, nos lleva como propósito en mostrar el estado actual del conocimiento de esos temas. Con la intención de aclarar el estado del Arte de esos temas, es necesario tener conocimiento relevante y actualizado, las tendencias, los núcleos problemáticos, los vacíos, los principales enfoques o escuelas, las coincidencias y la postura de la Academia en relación con los docentes y los estudiantes al adquirir conocimientos que les permitan alcanzar las competencias en áreas específicas y estar preparados para enfrentar problemáticas tan relevantes como son: el cambio climático, la migración, las necesidades laborales que plantea la industria, los avances científicos y tecnológicos, la Economía con su riqueza material, la riqueza espiritual, la riqueza mental y las emociones, así como su impacto en nuestra vida. Son desafíos para los cuales las comunidades académicas necesitan desarrollar habilidades y competencias igualmente proporcionales para poder afrontar estas situaciones tan complejas.
Por ello se hace necesario abordar herramientas actuales, futuristas como el pensamiento complejo, es el aprendizaje novedoso, basado en retos, en conocimientos y disciplinas, con un análisis creativo y reflexivo, donde sea una educación activa y colaborativa, en las necesidades del futuro, en actuar y no reaccionar, con mallas curriculares cambiantes, y soportarse en investigaciones propias, donde la participación sea integral y apoyada en la lectura, teniendo en cuenta a Miguel de Unamuno: “No es analfabeta aquel que no sabe leer, sino aquel que sabiendo leer, no lee.” Otra tarea prioritaria es proponer lo colaborativo, en plataformas sociales se puede ver videos sobre temas muy particulares y luego con el uso del pensamiento crítico, comprender el compromiso de los estudiantes y los docentes.
Luego de una serie de reflexiones sobre el conocimiento, es imperativo mantener una constante interacción con los avances tecnológicos que nos han llevado a la necesidad de revalorar lo que es la educación y el rol que desempeñan los docentes en los procesos formativos. También, las nuevas tecnologías nos han hecho pensar y reflexionar sobre lo que significa la educación y el aula como un espacio de interacción educativo. Es muy importante que las instituciones educativas se replanteen la relevancia de los modelos pedagógicos existentes para formar a las nuevas generaciones y aplicar los cambios necesarios para una formación eficiente y de calidad para los estudiantes.
Como resultado, es de resaltar una de las frases que Don Quijote decía para hablar de contravalores que ensucian el corazón. Para Don Quijote, uno de los valores primordiales que habría que enseñar a los niños es la humildad y el agradecimiento. De ahí que los contravalores que ensucian el corazón en la academia en la vida real son, donde están los valores en la Academia, de aquellas personas que manifiestan que el conocimiento se cobra. Aquellos que compran un título académico. Aquellos que usan el poder para influenciar decisiones en detrimento de su imagen y la Academia. Aquellos que alimentan la cultura toxica, con herramientas como el desaliento, el desánimo, la desesperanza, la lujuria, la venganza, la gula, el odio, la maldad y la burla sobre sus colaboradores (docentes, personal administrativo, obreros, vigilantes, otros), medio que emplea el ignorante para sentirse sabio. Por último, de autor anónimo, podemos citar: “Antes de Ser un gran líder, hay que ser un gran Ser Humano”.