En Venezuela se ha instalado un sistema cómplice, corrupto y violador de los derechos humanos. Demandamos a ese sistema porque ha saqueado el dinero de los trabajadores.
Demandamos a ese sistema porque ha empobrecido y ha llevado a la tragedia a las familias venezolanas. Demandamos a ese sistema porque ha entregado la soberanía. Demandamos a ese sistema porque ha corrompido todos los estamentos de la vida nacional. Demandamos a ese sistema porque les ha arrebatado el futuro a nuestros jóvenes y niños.
Demandamos a ese sistema porque ha envilecido a las principales industrias del país, PDVSA. SIDOR; VENALUM, CANTV, etc. Además, demandamos a ese sistema porque los jubilados de PDVSA, luego de una vida de trabajo honesto, tengan que hacer huelga de hambre para que su dinero que fue saqueado les sea devuelto.
Por eso demandamos a PDVSA y a CITGO porque se han convertido en los mecanismos para enriquecer a los jerarcas de ese sistema mixto, donde los “rojitos” hacen negocios con los “azules” y los “amarillos”. Porque ese sistema nos ha hecho retroceder al siglo XIX: pobreza, injusticia, esclavitud, represión contra los trabajadores venezolanos.