Ezequiel Querales Viloria: Primarias ¿O la cizaña politiquera?

Compartir

 

Desde siempre se ha estigmatizado el ejercicio de la política, como un invento del diablo, tanto por los descalificados personajes que suelen ejercerla, como por los perversos despropósitos que la asechan por dentro, y en su entorno. Se sigue afirmando, sin el menor pudor, que la política es lo más sucio que puede existir en la sociedad. En mejores instancias, se recompone el concepto, afirmando que es un duro hueso de roer, en cualquiera tiempo o circunstancia.

En su descargo, expertos analistas coinciden en afirmar, que es el arte de lo posible, un oficio privilegiado para mentes  lúcidas, inteligentes. En otras palabras, un complicado rol para los más talentosos, en el indescifrable ajedrez político universal. Que requiere suma astucia, para sortear los intrincados escollos que asaltan con “feroces garras”, los caminos de los probables acuerdos.

El ex primer ministro francés Georges Clemenceu afirmaba con agudeza: “La guerra es un asunto demasiado importante para confiárselo a los militares”. Un principio perfectamente aplicable a los escenarios políticos de estos tiempos, asechados por los señuelos socialistas del siglo 21. Y aunque la política presume de una visión mucho más amplia, a veces esa visión suele quedarse corta. La política es tan intensamente irradiante, para obligarla a ocultar los amplios caminos de libertad y porvenir, como lo pretenden las retóricas desfasadas del socialismo.

El fiel parecido politiquero, más no político, con el legítimo ejercicio ciudadano como el de las Primarias en Venezuela, consagrado además, en un supuesto marco “constitucional, democrático, protagónico y participativo”, no es para nada casual.

Está plenamente maquinado, preconcebido. Y trae el “santo y saña, del mar de la felicidad”, que los hermanos Castro, ingeniosamente inventaron y sembraron, como modelo de opresión y cautiverio (van casi 7 décadas), para pueblo cubano, luego extenderlo a otros países del continente, como está ocurriendo en este momento con Venezuela.

Desde el mismo anuncio de su realización por parte de la Comisión Nacional de Primarias (CNP), la dictadura no ha cesado en boicotear el proceso comicial opositor. Es un bombardeo sistemático desde todos los flancos, para atemorizar, desmoralizar, generar desconcierto, tanto entre los candidatos, en especial María Corina Machado, quien acapara las encuestas, como a sus organizadores, para obligarlos a abandonar, a huir. Y de eso modo, generar el desaliento nacional.

Desgraciadamente, el boicot a las Primarias no solamente proviene de los altares del socialismo y de la cúpula del poder. Hay mucho campo minado en todo este embrollo politiquero. El país nacional está conteste, que la dictadura y sus agentes del G2 cubano, se encargaron de manera directa, a sembrar la cizaña sobre la incapacidad de la oposición para realizar unas Primarias sin el CNE. Acto seguido, utilizaron a sus alacranes politiqueros, algunos de los cuales, fungen como pre candidatos, para arreciar la inquina colectiva con la polémica de la inhabilitación y la radicalización, centrando como su máxima exponente, a María Corina Machado.

No escapan a tan vergonzosas patrañas, los llamados patriotas cooperantes que conducen programas de opinión, en radio, tv y en redes sociales, e incluso, a voceros de partidos políticos y de influyentes firmas del marketing de opinión pública en el país, a fin de completar el penoso trabajo. La orden era y sigue siendo: hacer trizas, pulverizar el sueño de la mayoría de venezolanos que claman por la libertad. Por una salida pacífica y honrosa, a la profunda crisis.

“Pero el tiempo de Dios es perfecto, y todo lo puede”, como reza el secular axioma bíblico. Está obrando con fuerte viento a favor, como imparcial guía orientador.

No solamente se está desmontando la vil campaña de mentiras orquestada por el régimen y sus fieles colaboracionistas. La peligrosa dama de hierro, a quien tanto temen, el régimen y los alacranes, ni está inhabilitada, ni tampoco es tan radical como la pintan.

Su tesis de un nuevo liderazgo unitario, unificador y legitimado. Con un país, organizado y movilizado, en contacto permanente con los sectores políticos, económicos, financieros, sociales e internacionales, en un sólido bloque que genere la suficiente fortaleza para obligar al régimen a sentarse a una negociación seria, responsable, (No de lavado de cara como ha venido ocurriendo), con garantías para todos los sectores, no solamente cobra fuerza, sino que apunta al consenso y apoyo de toda la nación venezolana. Y que sean muchos los momentos de alegría.

MCM: No me opongo a un proceso de negociación, no para lavarle la cara a régimen, sino para enaltecer la política como un derecho ciudadano, como el arte de lo posible. Por eso iremos hasta la final.

ezzevil34@gmail.com

 

Traducción »