Noel Álvarez: El menos común de los sentidos

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El sentido común es una de las habilidades cognitivas más subestimadas, pero esenciales que poseen los seres humanos. Es común dar por sentado que todos los seres humanos tienen esa facultad que ayuda a tomar decisiones informadas. También permite resolver problemas cotidianos y navegar por la complejidad de la vida. Pero, sabemos qué es el sentido común, cómo se desarrolla y por qué es crucial en la existencia humana.

El sentido común es la capacidad de tomar decisiones razonables y lógicas en situaciones cotidianas basadas en la experiencia, el conocimiento y la observación. Implica utilizar el juicio y la lógica para resolver problemas, tomar decisiones y comprender el mundo que nos rodea. Es una habilidad que nos ayuda a discernir entre lo que es plausible y lo que no lo es, a falta de información completa.

Esta facultad se va desarrollando a lo largo de nuestras vidas a través de un proceso de aprendizaje y adaptación. En la infancia, comenzamos a adquirir sentido común a través de la observación y la imitación de nuestros padres y cuidadores. Aprendemos a diferenciar las situaciones seguras de las peligrosas y desarrollamos un entendimiento básico de las reglas sociales.

Cuando ingresamos a la escuela y avanzamos en nuestra etapa educativa, el sentido común se expande con la adquisición de conocimientos y habilidades. Comenzamos a resolver problemas matemáticos, a comprender conceptos científicos y a aplicar principios éticos en la vida cotidiana.

A lo largo de la vida, acumulamos una gran cantidad de experiencias personales que contribuyen al desarrollo del sentido común. Aprender de los errores y éxitos, permite ser asertivo en situaciones futuras. Desarrollar este sentido es esencial para tomar decisiones informadas, resolver problemas y navegar por la vida cotidiana de manera efectiva.

Para ampliar el sentido común se deben tener en cuenta ciertos parámetros. En primer lugar, se debe prestar atención a las situaciones del entorno. Detallar las relaciones entre las cosas y las personas, buscando patrones y tendencias. Cuanta mayor observación se haga, más información se tendrá para tomar correctas decisiones.

Escuchar a personas con experiencia en ciertas áreas o que han enfrentado situaciones similares a las nuestras, permitirá analizar distintas perspectivas, sin embargo, es imprescindible desarrollar pensamiento crítico para evaluar la información recibida.

La lectura de libros, revistas, artículos y estudios, brinda información valiosa que contribuye a ampliar los conocimientos y experiencia que pueden ser aplicados en la vida diaria.

Reflexionar sobre decisiones pasadas y analizar por qué se siguió cierto derrotero: la autocrítica constructiva ayuda a mejorar el sentido común a medida que se identifican las áreas donde se podría haber actuado de manera diferente.

El sentido común debe equilibrarse con la flexibilidad mental. Es fundamental, no aferrarse obstinadamente a puntos de vista o creencias. Estar dispuesto a considerar diferentes perspectivas y adaptarse a nuevas situaciones es esencial para desarrollar este sentido más efectivamente.

Participar en conversaciones y debates constructivos ayuda a afinar las habilidades de argumentación, a ver diferentes puntos de vista y a practicar la toma de decisiones basada en la información disponible.

En situaciones donde la toma de decisiones es especialmente crítica o compleja, se debe buscar la orientación de expertos en el campo correspondiente: consultar a personas con conocimientos específicos puede ayudar a tomar decisiones acertadas.

En última instancia, el desarrollo del sentido común es un proceso continuo que requiere práctica y automejora constante. Cuanto más se trabaje en estas áreas, más sólido se volverá el sentido común, lo que permitirá tomar decisiones más acertadas y resolver problemas de manera más eficaz en la vida cotidiana.

Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE – Noelalvarez10@gmail.com

 

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