Ezequiel Querales Viloria: Tierra de gracia

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Pocas mujeres de la política en Venezuela, han sufrido tantas vejaciones juntas, como María Corina Machado. Lejos de acallar su voz, doblegar su recia voluntad de emprendedora para cambiar la cruel realidad,  que según sus pronósticos, “aqueja al 90% de la nación”, los maltratos la han convertido en una luchadora frontal contra el régimen despótico y sus viles desmanes, pero también, la han enfrentado contra el mercantilismo politiquero colaboracionista que campea en el país, al cobijo del régimen opresor.

Sus atrevidas maneras de enfrentarse a los “verdugos” que la atropellan para doblegarla, le han ganado desbordantes simpatías entre la población venezolana y han llevado algunos analistas políticos, a compararla con la legendaria estadista británica, Margaret Thatcher. Y no han dudado en bautizarla, como la “Dama de Hierro”, en su versión venezolana.

Sus detractores saltan de todos los sectores, muchos de los cuales, se ufanan a en señalar que su interés por llevar adelante un proyecto honesto y realista de gobierno en Venezuela, nos es más que un espejismo, “uno de esos sueños que se esfuman al despertar”.

Tierra de gracia

Contra todos los pronósticos, la Dama de Hierro venezolana, no da su brazo a torcer y hace caso omiso a los profetas del desastre. Su decidido empeño en rescatar al país la coloca en las preferencias del electorado venezolano, para derrotar al régimen por la vía electoral, pese al marcado ventajismo y abuso de poder, del que suele alardear de manera descarada.

Lejos de amilanarse, MCM, reta a sus detractores, presentando por todo lo alto, su gran sueño político. Su “Venezuela Tierra de Gracia”, que en líneas generales, recoge las políticas para una sociedad de oportunidades, inclusión y movilidad social, honestos y claros planteamientos, con los que se ha ganado la confianza del país y el respaldo internacional.

Parodiando a los historiadores,  María Corina Machado, también vislumbra como lo hiciera Cristóbal Colón en 1498, cuando arribó a las costas orientales de Venezuela,  “el majestuoso y potencial paisaje natural del país”, que describió como. “Tierra de Gracia” para contarle a la Reina Isabel I, lo que había descubierto en su tercer viaje al nuevo mundo. En esta ocasión, no será para contárselo a los reyes católicos, sino para rescatarlo de la barbarie que se atornilló en el poder y ponerlo al servicio de todos los venezolanos.

Su novedosa propuesta de gobierno, se afianza en la institucionalidad, el rescate y pleno funcionamiento del Estado de Derecho, la confianza y funcionalidad administrativa, teniendo como pilares fundamentales, “un sistema de salud universal y un sistema  educativo de primer orden, para formar ciudadanos libres, seguros y autónomos, capaces de luchar por las metas que se propongan en sus vidas”.

De la salud, se destaca, que se creará un sistema integral por aseguramiento privado y público. “Cada persona tendrá un seguro pagado a través de su nómina, de acuerdo con su nivel de ingreso, donde el seguro de quienes perciben un nivel salarial más bajo, será completado con recursos públicos”.

La educación será para “la libertad, la democracia y la autonomía. Las distintas competencias adquiridas, irán desde la alfabetización básica en lectura y matemáticas, hasta pensamientos críticos, la comunicación afectiva y el trabajo en equipo”.

Se trabaja desde ya, por una Venezuela trilingüe: “donde todos dominen el idioma español, el inglés y el lenguaje digital”. En educación superior, las instituciones  gozarán de los incentivos necesarios, para poner la docencia y la investigación al servicio del desarrollo de la sociedad venezolana, con los más altos estándares académicos”

En el corto plazo, “se movilizará a la diáspora científica para apuntalar el surgimiento de las universidades y se empezará la recuperación del financiamiento, empezando por los sueldos de los profesores. Estratégicamente, se creará un sistema que multiplique las oportunidades para adquirir educación avanzada en tecnología, ciencia y emprendimiento, para todos los venezolanos”.

“No hay nada más importante que debamos construir en Venezuela que la confianza. Y hoy estamos dando testimonio de eso”, ha expresado MCM, en sus planteamientos.

“Esas barreras que impuso este sistema, todas, se han ido derrumbando y hoy el país está unido con un anhelo”.
-Me emociona y me compromete aún más con estos valores y este camino que tiene un solo destino: la liberación de Venezuela y el regreso de nuestros hijos a casa. Dios nos ha dado una gran fortuna: estar aquí, hoy, escribiendo la historia, una nueva etapa”, exclamó confiada en que todo es posible, en esta Tierra de Gracia. (Con información de Prensa Vente Venezuela)

ezzevil34@gmail.com

 

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