Se presentó y dijo, pero hemos andado por un largo y tortuoso camino en este proceso de las primarias. En efecto, cuando se anunció a comienzos de año, octubre se veía demasiado lejos. El espíritu del país entrañaba el más desalentador pesimismo. Nadie creía en nada. El proyecto de Juan Guaidó, que vino a representar el mismo fenómeno, que constituye hoy en día el de María Corina Machado, en su mejor momento, hizo aguas; su presidencia interina no pasó de ser una entelequia. De hecho, tuvo que salir del país, precisamente, valiéndose de una conferencia, que llevó a cabo Gustavo Petro en Colombia, a los fines de abordar el tema de la crisis humanitaria, que vive Venezuela, y donde concurrieron la mayor parte de los jefes de Estado de nuestra región; con la excepción del propio Nicolás Maduro, so pena de caer en manos de los cazarecompensas; constituyendo en ese medio un aguafiestas Guaidó, quien no era invitado, pero trató de ser el primer chicharrón en el escenario; luego éste pasó a los EEUU y a continuación vino el show del gobierno; tras la denuncia de que el tercio se había robado 19 mil millones de dólares; por lo que solicitaba su extradición. A rey muerto, reina puesta. Entonces aparece la figura de la señora Machado; a quien se veía como muy fuera de orden ante las circunstancias:
-No contamos contigo, María Corina-, se le decía cada vez que el G4, sobre todo, tomaba alguna decisión; donde salía a relucir una cierta capitulación, como lo que acaba de ocurrir en Barbados, a propósito del diálogo gobierno-oposición, y ella no estaba de acuerdo.
-Conmigo no cuenten-.
En su caso se observa un liderazgo que se ha venido construyendo a base de errores; que ella reconoce; pero que le han servido para madurar y ser más acertada a la hora de tomar algunas decisiones. Por supuesto, traía un acumulado; una trayectoria, y aquí es donde ella ha comenzado a cobrar, sostenida a base de firmezas; de diferenciarse del otro; que, para decirlo en criollo, están más rayados que una cebra en términos éticos, y que es lo que ha venido a configurar en estos instantes, lo que algunos columnistas llaman “un todos contra María Corina” (TOCOMA); porque no perdamos de vista, que fue por iniciativa de la oposición “Alacrana”, que se trajo a colación el tema de su inhabilitación. ¿Está o no está inhabilitada? La señora Machado lo ha dicho bien claro:
-Yo no he recibido ninguna participación de ningún ente oficial, que me notifique, al respecto.
Lo acertado que fue la Comisión Nacional de Primarias estriba en el hecho, de que no se circunscribió sólo a los precandidatos habilitados, sino que admitió a todo el mundo; lo cual dejaba desarmado al régimen, si se toma en cuenta que, lo más probable era que inhabilitara al ganador de las primarias; bajo la excusa de que no fue arbitrado el proceso por el CNE, hipotéticamente hablando, y al estarlo ya la señora Machado el régimen queda con el juego trancado. No hay que pasar por alto que en Barinas, al saberse que Freddy Superlano había resultado ganador de las elecciones a la gobernación de dicho estado; entre gallos y medianoche fue inhabilitado; mientras que la elección en sí le da legitimidad de origen al nuevo liderazgo, que se impone a partir de allí, si se tiene presente que habla la voluntad general de un país. Además, el gobierno no encuentra en la oposición una figura, que pudiera escamotearles los votos a la señora Machado; es decir, la virtual ganadora de este proceso; si es que se da; puesto que a la hora de escribir estas líneas se habla de planes de Diosdado Cabello de abortarlo. En una forma solapada el régimen ha venido obligando a ciertos lugares, que se habían prestado como centros de votación, a desistir de esta cooperación: colegios, centros sociales, casas de familia; aparte de que como un efecto dominó, han venido renunciando autoridades de las comisiones electorales regionales y locales a nivel nacional, bajo presión; encima de que muy poca gente ha ubicado su centro de votación, porque todos los buscadores electrónicos, que se han dispuesto, para uno averiguarlo, han sido bloqueados. El hecho es que el gobierno está enfotado en su circunstancia; como cadena que se le ha enrollado en sus pies, puesto que estas primarias se le han filtrado por los palos; a pesar de todos los intentos por detenerlas.
Por lo demás, quedará muy truculenta la jugada, que acaba de hacer Henrique Capriles, de renunciar a última hora; uno diría al alimón o en complicidad con Manuel Rosales, quien le había ofrecido su apoyo, cuando se lanzó como precandidato, y quien acaba de manifestar su aspiración a lanzarse, sin haber participado en las primarias y, si se parte del hecho, de que el régimen no dejaría inscribirse a la señora Machado para la elección presidencial, Rosales vendría a ser el candidato de la oposición, tal como lo han venido revelando algunos comentaristas políticos; además del segundo que resulte de la elección, y que sería Carlos Prosperi, quien estaba en un tercer lugar, por detrás de Capriles, según algunas encuestas. Es decir, lo que quiere el régimen: un escenario que incite a la gente a no votar; puesto que ese escenario de una oposición dividida, además de Rosales y Prosperi, muchos otros candidatos, le permitiría a Nicolás Maduro imponerse. El hecho es que, para la celebración de las elecciones presidenciales falta un largo trecho todavía; donde está presente un nuevo liderazgo, al que el 80% de la población lo apoya: un contrapoder, que goza de una legitimidad de origen, puesto que está respaldado por la mayoría del país.