El chavismo amenaza con hacer saltar por los aires las primarias de la oposición. Cilia Flores, primera dama de Venezuela, ha dicho este lunes, en una conversación en el programa de su esposo, Nicolás Maduro, transmitido por la la televisión estatal, parte de lo que, en lo sucesivo, será el argumento del oficialismo respecto a la organización de la cita: que los resultados son “fraudulentos”.
La oposición no aceptó el acompañamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) porque sabían la cantidad de personas que podían movilizar”, aseguró al deslizar que los índices de participación publicados por la Comisión Electoral estaban inflados. Flores propuso también “que los responsables del fraude de esta primaria respondan ante las autoridades por el delito que han cometido.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hizo unos comentarios similares en su acostumbrado encuentro con medios de comunicación del oficialismo de los lunes. Cabello reiteró que Machado estaba inhabilitada, y que su candidatura presidencial “no va”. Algunos partidos minoritarios opositores que no participaron en la contienda también decidieron descalificarla. María Corina Machado, del partido Vente Venezuela, ha obtenido un 92% del total de votos válidos en la elección primaria de la oposición venezolana, organizadas el pasado 22 de octubre con el objeto de escoger un liderazgo unificado de cara a los comicios presidenciales de 2024.
La Comisión Electoral informó que, hasta el momento, habían sido totalizadas el 66,8% de las actas, equivalentes a un millón quinientos mil votos escrutados. El entorno político y organizativo de la cita confía en que la cifra de participación supere el umbral de los dos millones de votos cuando todas las actas queden totalizadas, con lo cual quedarían sobrepasadas todas las expectativas planteadas, en vista de la gran cantidad de amenazas e incidentes que pendían sobre la organización de esta cita.
Con este dígito, que muy probablemente debe haber roto algún récord en la historia de las consultas electorales del país, los analistas creen que la dirigente política obtiene un claro mandato para asumir el liderazgo, y la probable recomposición, de la dirección y el universo político y civil de la oposición democrática. Luego de reunirse con varios de sus candidatos competidores –Andrés Velásquez, Andrés Caleca, Tamara Adrián, César Pérez Vivas- todos los cuales han ofrecido apoyo y han reconocido la clara victoria obtenida-, Machado ha anunciado la creación una gran coalición nacional para el regreso a la democracia.
Detrás de Machado, en un segundo lugar, ha quedado Carlos Prosperi, de Acción Democrática, con apenas el 4% de los votos. El resto de los abanderados no ha pasado, hasta el momento, del 1% de los votos obtenidos. Henrique Capriles, de Primero Justicia, que marchaba de segundo en preferencias en las encuestas, bordeando el 12%, retiró su candidatura. Freddy Superlano, de Voluntad Popular, declinó en favor de Machado. Un Nuevo Tiempo no presentó candidato. Tales circunstancias precipitaron la asombrosa asimetría que ofrecen los resultados electorales.
Prosperi tenía varios días desarrollando una campaña para deslizar dudas sobre la confiabilidad de la elección, haciendo unos llamados algo sospechosos a los organizadores de la cita, y criticando algunos retrasos logísticos. Algunos observadores temían algún llamado para desconocer el resultado y procurar hacerle juego al oficialismo, en virtud, sobre todo, del desagrado mutuo existente entre Machado y AD.
El éxito político y de convocatoria del evento hicieron a Prosperi replegarse. Un día después de la cita, Henri Ramos Allup, Secretario General de Acción Democrática, manifestaría que su partido también reconocía el triunfo “claro, contundente y rotundo” de Machado, agregando que “lo propio, lo institucional, es reconocer la veracidad de unos resultados absolutamente transparentes.”
Mientras tanto, en la acera del chavismo, se produjeron las primeras reacciones a las elecciones de la oposición venezolana, que finalmente, luego de los acuerdos de Barbados, no fue escamoteada por el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, u hostilizada por los colectivos oficialistas, como tanto temieron sus organizadores. Queda por ver qué recorrido tienen las declaraciones de Cilia Flores y si ese va a ser el argumento que va a utilizar a partir de ahora el chavismo para desacreditar a la oposición. Flores sostiene que los opositores no confiaron en el CNE para organizarlas, pero la realidad es que el ofrecimiento del ente electoral fue tardío.
Alonso Moleiro – El País de España