A continuación, cinco mitos de la cultura política venezolana que María Corina Machado acaba de derribar.
Luego de una jornada cívica, organizada por los propios ciudadanos, sin mediación del régimen venezolano, las elecciones primarias para escoger al candidato que enfrentará a Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024 se llevaron a cabo dentro de Venezuela y en más de 60 ciudades alrededor del mundo.
Con 10 candidaturas en búsqueda de ser los ungidos para representar el voto opositor, sobresalió por mucho María Corina Machado, con el 93% de los votos de acuerdo con el primer boletín parcial de la Comisión Nacional de Primarias, en un universo que se estima alcanzará poco más de los dos millones de votantes. Machado se ha convertido en un nuevo faro de esperanza, en un país completamente arrasado por la Revolución Chavista en el último cuarto de siglo.
La victoria de Machado ha superado grandísimos obstáculos: logró activar políticamente a una ciudadanía que desde 2019 estaba totalmente apática y entregada. También consiguió aglutinar a una parte de las fuerzas políticas opositoras, que a inicios de este año, se veían totalmente divididas y desarticuladas. Pero, más allá de estos hitos importantes, su victoria en las primarias ha derribado mitos profundamente arraigados sobre la cultura política venezolana.
A continuación, enumeraremos cinco mitos que María Corina Machado acaba de derrumbar con esta victoria abrumadora.
1. Los venezolanos nunca van a votar por una mujer a la presidencia
Con una tradición política caudillista y militarista, donde el discurso del hombre fuerte ha tenido prevalencia en nuestra historia, por encima de la república y la democracia, y donde el machismo es el pan de cada día, el resultado de ayer ha echado por tierra la idea de que el venezolano no vota por las mujeres. Con el 93% de la intención de voto para representar a la oposición, los venezolanos no solo la votaron, la aclamaron. La candidatura de Machado ha demostrado que el pueblo venezolano ha apostado por sus cualidades de liderazgo y su visión política para conducir lo que serán los siguientes pasos en la estrategia para finalmente conseguir la libertad.
2. Para ser político, hay que inscribirse en un partido
Machado no ha hecho una carrera política convencional. Recordemos que inició su carrera en el sector privado. Luego, a inicios del milenio, dirigió una ONG llamada Súmatey posteriormente, decidió incursionar formalmente en la política como diputada independiente. En 2014 hizo su propia organización política, Vente Venezuela, con una estructura muy precaria. Esto derrumba la vieja idea de que hay que formar parte de un partido tradicional para participar en la política venezolana. De hecho, la elección primaria hizo evidente que los candidatos de partidos tradicionales, con maquinaria y cuadros en todo el país, no lograron levantar el voto. Pareciera que la estructura de acarreo partidista está quedando cada vez más obsoleta frente a la penetración de las redes sociales en las estrategias de comunicación política. María Corina, a pesar de haber hecho campaña en tierra por todo el país, se alejó de las estructuras partidistas tradicionales y supo sacar provecho de las redes sociales que le permitieron conectar con la gente y presentarse más cercana a su electorado.
3. Los sifrinos no suben cerro
Venezuela se ha dividido durante mucho tiempo en función de las clases sociales. Esta creencia ha hecho que todos los políticos usen un discurso populachero para buscar conectar con las masas populares. De hecho, es sabido que asesores políticos aconsejan a los políticos volverse más coloquiales, y vestirse de gorra y franela, bajo la premisa de que los sifrinos no suben cerro[1]. María Corina, por su parte, sin avergonzarse de sus orígenes y llevando con orgullo el legado de su familia, ha llegado a todos los segmentos de la sociedad venezolana, que ayer salieron a votar en cantidades ingentes. Pero además, en su discurso, Machado subraya la importancia de superar estas divisiones de clase (acentuadas por el chavismo) y reconstruir de nuevo nuestro tejido social, dejando atrás los discursos de odio y polarización que nos inocularon por años.
4. La gente lo que quiere es que le resuelvan su problema inmediato
Muchos asesores políticos y gurús electorales han argumentado que las discusiones ideológicas no resuenan en el votante común, más preocupado por sus problemas cotidianos: costo de la vida, vivienda, seguridad, etc. María Corina Machado ha demostrado que es posible ganar elecciones sin un discurso demagógico a los que estamos acostumbrados los latinoamericanos. Ella no ofrece bolsas de comida, techos de lámina de zinc, aumento de salario, servicios gratis, cupo cadivi, etc. Lo que ella ha ofrecido en su campaña es algo tan abstracto como importante: Libertad. Está ofreciendo la posibilidad de unir de nuevo a la sociedad venezolana y de reencontrarnos, la posibilidad de poder producir y vivir del trabajo propio, la posibilidad de tener un futuro sin la opresión de la tiranía.
5. Un discurso capitalista de libre mercado no funciona en Venezuela
En una nación donde el socialismo chavista se ha afianzado durante 24 años, y donde en las cuatro décadas anteriores de democracia, el país vivió bajo gobiernos de centro-izquierda, existía escepticismo sobre si un discurso capitalista de libre mercado podría ganar tracción en el electorado. María Corina Machado ha derrumbado este viejo mito defendiendo abiertamente reformas económicas que promueven los principios del libre mercado, la empresa privada y la libertad económica. María Corina se ha presentado ante el mundo como un liberal defensora de la propiedad privada, siendo incluso minoría dentro de la propia oposición venezolana, en su mayoría socialdemócrata y socialcristiana. En la actualidad, gracias al fracaso del modelo socialista chavista, en todos los niveles, pareciera haber un consenso en que un enfoque más orientado al mercado, puede llevar a Venezuela a la senda de la recuperación económica. Esto era impensable hace una década cuando la dependencia a la renta petrolera estaba en su punto más alto.
Por todo esto, es válido decir que el impacto de la victoria de María Corina Machado el día de ayer, desde ya, ha cambiado la política venezolana para siempre. Esto es sólo el comienzo del camino, quedará por ver si en poco más de un año que faltan para las presidenciales, conseguirá el anhelado objetivo de encaminar a Venezuela hacia una transición a la democracia.
El pueblo venezolano la tendrá que acompañar hasta lograrlo y defender su liderazgo.