La economía alemana volvió a las contracciones en el tercer trimestre del año. Es mínima, del 0,1% intertrimestral en términos ajustados según el dato publicado este lunes por Destatis, la oficina estadística germana, pero supone alargar las dudas sobre la estabilidad del crecimiento de la locomotora europea.
La cifra queda por debajo de la caída del 0,2% que esperaban los analistas, ha señalado Bloomberg. En cualquier caso el país no se desprende del fantasma de la recesión desde hace trimestres. Las revisiones de Destatis van cambiando además el relato. Ahora las cifras dicen que en el arranque del año la economía se congeló, en lugar de la caída que había llevado a una recesión que se informó en un inicio. En el segundo trimestre se avanzó un 0,1%, al alza desde el 0% anunciado previamente.
Estos datos subrayan que la economía alemana se ha convertido al menos en una de las más rezagadas en crecimiento de la zona del euro, ha dicho Carsten Brzeski, jefe global de macro de ING. En la evolución de la economía pesa la subida de tipos, un menor empuje de las exportaciones y las dudas comerciales globales, en medio del endurecimiento de la política monetaria a ambos lados del Atlántico y cierta debilidad en China. Brzeski apunta que los riesgos están lejos de disiparse, con el peligro de contracción o estanflación -alta inflación y bajo crecimiento- al menos hasta el año que viene.
El consumo de los hogares, en el que se ponen gran parte de las esperanzas, no acaba de despuntar. Es poco probable que el consumo se recupere como esperaban los optimistas, ha apuntado el economista jefe de Commerzbank, Joerg Kraemer. El consumo fue menor en el tercer trimestre, ya que la alta inflación siguió erosionando el poder adquisitivo de los consumidores. La nota positiva la pone el incremento de la inversión en maquinaria y equipos que hacen las empresas, expone en una nota Destatis.
La Vanguardia de España
