Una reunión del equipo económico de María Corina Machado.
La administración de Maduro enfrenta limitaciones fiscales y un déficit que dificultan su regreso al mercado. Aunque hay desafíos por enfrentar, existe la oportunidad de aprovechar el potencial económico del país en el futuro.
La elección de María Corina Machado (92.4%), como candidata de la oposición para las elecciones presidenciales de 2024 es un hecho positivo para los mercados internacionales, que han vuelto a mirar hacia Venezuela tras más de 4 años de una práctica paralización, revela un Nota de Coyuntura de la firma consultora Ecoanalítica, elaborado por los economistas Alejandro Grisanti y Jesús Palacios Chacín.
En efecto, luego de la modificación de dos licencias relevantes para eliminar la prohibición de comercio secundario de ciertos bonos soberanos venezolanos y títulos de deuda y acciones de Pdvsa, la deuda venezolana vuelve a ganar relevancia y son muchas las llamadas recibidas por Econalítica, por parte de clientes tradicionales de estos mercados, a las que quieren dar respuestas.
Destacan que el anuncio de los acuerdos políticos entre oposición y gobierno la semana pasada, con el respectivo levantamiento de sanciones, donde destaca el levantamiento de la prohibición a tradear bonos, más que duplicó las cotizaciones de la deuda venezolana y de Pdvsa.
María Corina Machado tiene una inhabilitación política de la que nadie conoce sus causas, y que fue objeto de las negociaciones entre Nicolás Maduro, el gobierno americano y la oposición.
La administración de Maduro enfrenta limitaciones fiscales y un déficit que dificultan su regreso al mercado, independientemente de las sanciones. Para reconstruir la economía y emitir nuevos bonos, serán necesarias más flexibilizaciones de las sanciones después de las elecciones de 2024. Aunque actualmente el mercado de bonos venezolanos tiene volúmenes bajos debido a las restricciones e incertidumbres, se espera que en el futuro haya potencial para invertir en bonos y financiar al gobierno de Maduro, reseñó El Impulso.
La posibilidad de negociar bonos soberanos que están en manos del Banco de Venezuela en el mercado secundario podría proporcionar financiamiento adicional. Por el momento, estos bonos no están en la lista de bonos disponibles para ser negociados por entidades estadounidenses bajo la Licencia General 312, pero si un actor no estadounidense los adquiere, podrían mantenerlos en su balance.
En el pasado, ya se han realizado operaciones similares, lo que demuestra la viabilidad de este tipo de transacciones en un país donde los diferenciales cambiarios permiten cerrar acuerdos. El informe concluye que, aunque hay desafíos por enfrentar, existe la oportunidad de aprovechar el potencial económico de Venezuela en el futuro.
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