Jesús Alberto Castillo: El Esequibo se defiende, no se consulta

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El título del escrito no es de mi autoría. Lo tomé prestado de un acertado comentario del amigo Juan Sodja, un joven cumanés que despunta con un liderazgo fresco. Por supuesto, le pedí permiso previamente. Lo hice con el sano propósito de que se convierta en una consigna pegajosa en los labios de los venezolanos. También he visto en las redes sociales a otro apreciado paisano cumanés, Juan Carlos Briceño, valioso influencer, apuntar que La defensa del territorio no se somete a referendo, se ejerce.

Ambas posturas, van en la misma dirección y corresponden a una ciudadanía responsable que exige fiel cumplimiento del Estado de Derecho, propio de una sociedad con elevada cultura política y democrática. No una muchedumbre que es presa de discursos patrioteros y demagógicos, derivados de ese caudillismo arraigado desde la génesis de nuestra nación.

Hoy vivimos una época distinta, ampliamente digitalizada, donde debemos dejar de lado el fantasma de “Las masas detrás de un hombre a caballo” para construir ciudadanos críticos. Verdaderos sujetos políticos que apuesten al cambio necesario y puedan forjar un país emprendedor, productivo, civilizado, con buenos servicios públicos y calidad de vida. Eso se hace con educación ciudadana, reforzando principios axiológicos en cada individuo, desempeño ético en la función pública, defensa de los derechos fundamentales y la democracia como forma de vida.

Esta reflexión que hago es pertinente a propósito de un bendito referendo sobre el Esequibo, orquestado desde el gobierno de Maduro. Tal iniciativa, desde mi perspectiva, es una estrategia orientada en tres objetivos: 1) Medir fuerza (capacidad de convocatoria) para contrarrestar y opacar el exitoso resultado de la primaria, 2) Distraer a la opinión pública para que no siga enfocada en el el acertado camino electoral que se le presenta a la oposición para ganar las presidenciales y 3) Tener elementos legitimadores para decretar, ante un amenaza latente, el Estado de Excepción y suspender las elecciones presidenciales, las cuales está obligado constitucionalmente el CNE convocarlas para el 2024.

Los asesores de Maduro saben que los números no le dan para mantenerse en el poder. Hay un crecimiento vertiginoso de la oposición por la vía del voto y son altísimas sus posibilidades para obtener el poder, cuyos efectos terminarían desmoronando la hegemonía oficialista de casi 25 años. El referendo sobre el Esequibo es la excusa perfecta para evaluar el apoyo popular, torcer la ruta electoral y evitar la entrega del poder. Por ello, no debemos prestarnos para esa jugada oficialista.

Es posible que algunos me cataloguen de antipatriota, pero contra esos discursos bananeros estoy curado. Me asiste la responsabilidad ciudadana de acogerme a los preceptos constitucionales y orientar a la opinión pública sobre este tema que es usado de simulado nacionalismo por el gobierno. Las fuerzas armadas tienen un mandato constitucional expreso de defender el Esequibo y el resto del territorio venezolano para garantizar la soberanía nacional. No es necesario que eso se le consulte a la población.

Es bueno recordar el principio del “Uti Possidetis Juris” que en el artículo 10 de nuestra Carta Magna se expresa en que el territorio de la República Bolivariana de Venezuela es el que correspondía a su Capitanía General. Un principio básico del Derecho Internacional Público. ¡Más claro no canta un gallo! Por otro lado, está vigente el Acuerdo de Ginebra de 1966, que dejó sin efecto el bochornoso Laudo Arbitral de París de 1899, para encaminar la disputa del Esequibo dentro de las conversaciones de nuestra nación y la República Cooperativa de Guyana, no ante la Corte Internacional de Justicia.

Estamos seguros que el Esequibo es nuestro y nos asiste la razón en esa disputa. Por tanto, consultarles a los venezolanos sobre ese derecho es como pretender crear la duda entre la población y la propia comunidad internacional. Así que no nos llamemos a engaño con esta nueva trastada que intenta colocar en escena los jerarcas del gobierno. Valdría la pena preguntar ¿por qué es ahora que deciden convocar ese referendo y no antes? La razón es sencilla. El gobierno tiene el agua en el cuello y necesita aliados para alargar su agonía. ¡No más dilaciones en la defensa del Esequibo!

Politólogo y Secretario General Regional del MAS Sucre-Cumaná.

 

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