La disidencia de las FARC anunció este domingo la suspensión de los diálogos de paz con el Gobierno de Colombia por presuntos incumplimientos a los primeros acuerdos que ambos suscribieron.
«Los constantes incumplimientos a los acuerdos que las partes diseñamos, sumado a la falta de seriedad por parte del Gobierno Nacional en el cumplimiento de cada uno de los protocolos, nos alejan cada día más de la posibilidad de alcanzar nuestro propósito de paz», dice parte del pronunciamiento de las disidencias de las FARC, comandadas por alias «Iván Mordisco».
El autodenominado Estado Mayor Central del grupo insurgente advirtió que podría haber un «rompimiento definitivo» de la mesa de negociación. Negó estar de acuerdo que el desarrollo de las comunidades campesinas se adelante con la presunta militarización de los territorios por parte del Estado.
Por ello, la disidencia de las FARC cree que lo que el Gobierno del presidente Gustavo Petro es más un «sometimiento» de la guerrilla en vez de un acuerdo de paz.
«Desde hoy declaramos suspendida la mesa de diálogos y la agenda pactada (…) iniciaremos un proceso de consulta interna con nuestra comisión de diálogo, invitamos al Gobierno nacional a hacer lo mismo», indicó ese grupo en un comunicado.
La negociación, que se instaló el pasado 16 de octubre e incluye un cese el fuego bilateral, fue suspendida porque, según la guerrilla, «el incumplimiento ha sido total» por parte del Estado a los compromisos asumidos.
El Gobierno de Colombia y el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, confirmaron el domingo 8 de octubre que un cese de ofensivas arrancará desde esta medianoche, un anuncio que se esperaba con ansias pero que estaba pendiente de un hilo tras los desencuentros entre delegaciones y que finalmente sella el arranque del diálogo de paz entre ambos.
Tanto el vocero del EMC, Andrey Avendaño, como el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, confirmaron que a este cese de ofensivas seguirá un cese al fuego en 8 días, a partir del 16 de octubre, después de que en Tibú, municipio del Catatumbo donde se celebra el evento, aumentara la tensión y que los líderes sociales y campesinos alertaran que la delegación del Gobierno no podría abandonar el lugar.
RedMas