Carl Smith, el enemigo por antonomasia de aquella Alemania que, después de haber dado a Bach, a Goethe, a Beethoven y a centenares de hombres que llegaron a ser el orgullo de la humanidad, se rebajó a ser la patria de Goering, Gobbeles, Rosenberg, Himler y otros monstruos, dirigidos todos por un cabo fracasado, fanático, desequilibrado, demagogo, populista y carismático, llamado Adolf Hitler, que ni siquiera era alemán sino austriaco . Ingo Mueller.
Gary Becker, notable economista ganador del premio nobel, sostenía que no se podía inscribir o limitar el conocimiento económico al mero análisis de los mercados y su incidencia en la toma de decisiones, es decir acotar el conocimiento microeconómico constituiría pues una escinción importante del enfoque que hace la economía sobre la conducta humana, ya que es el enfoque que se hace de los temas estudiados lo que diferencia a la economía del contenido de otras ciencias sociales.
El enfoque económico es aplicable a todo el comportamiento humano, es aplicable a temas de discriminación, a temas de fertilidad, a las conductas de las familias, al empleo de los tiempos y hacia la propensión al crimen, este enfoque conductual que Gary Becker hace de la economía como conducta, le llevaron a recibir el premio nobel en economía sin embargo, sus análisis resultaron ser muy controversiales, en este tenor de ideas “Sí el crimen es permitido, sin que tenga castigo por ello, entonces usted tendrá más crimen” (Becker, 1994) , “los criminales responden racionalmente a incentivos, por ende el crimen aumenta cuando ellos creen que no serán castigados” (Becker, 1994) , existe una inmanente relación entre el delito y la fragilidad del Capital Social, “la mala política del gobierno no estimula el capital humano o no recompensa las inversiones en ese campo. Algunos países sí han invertido y permiten que las personas mejor educadas ganen lo suficiente, otros países como los comunistas intervienen mucho y no alientan la inversión” (Becker, Capital Humano, 2009.
Entre las muchas propuestas que intenta Becker expandir, el enfoque de la economía se encuentran el crimen y el castigo y el fomento al capital humano, sin embargo también extrapoló el análisis económico a temas de la familia, las parejas, las minorías, todos imbricados con el fomento al capital humano, como argamasa que mantiene unida a la sociedad, los aportes de Becker, zanjan de manera Gordiana, las discusiones estériles sobre la preeminencia de la economía sobre otras ciencias sociales, así par Becker, “sí se trataba de resolver un problema económico, la economía era las más importante de las ciencias sociales”, pero siendo también profesor de sociología pudo complementar la racionalidad económica con el “conjunto de interacciones sociales, que se daban entre los agentes económicos, para construir la conducta” (Becker, Entrevista a gary Becker, 1996).
Con ello se puede dar una respuesta a las hipertrofias de los egos profesionales y a los complejos de otras disciplinas sociales, todas son transversalmente útiles, siendo esta transversalidad la que permite construir pensamiento, siguiendo la máxima de Edgar Morín.
La economía trasciende, las meras correlaciones microeconómicas, que intentan describir la racionalidad de las elecciones del consumidor, del productor y en suma de los agentes económicos, es más extensa que la mera optimización de costes y beneficios, se ocupa de temas como la probabilidad a la culpa o la sanción y los incentivos del criminal, para delinquir, es más acuciosa como ciencia, que las ciencias criminalísticas, que se conforman con los patrones genéticos o ambientales que forjan al malhechor, el celebre “atavismo criminal de Lombroso” (Lombroso, 2005) , la decisión para delinquir subyace en inventivos existentes en un marco institucional, débil, regresivo o manido, que confieren una baja probabilidad hacia la culpa.
En nuestro país el propósito o inclinación hacia el delito es general y desciende, desde los ámbitos más encumbrados del poder, tal propósito por desconocer lo que el propio régimen suscribió en Barbados, lo advertimos en la sentencia inejecutable del Tribunal Supremo de Justicia, en donde no primo el Derecho, como ciencia que atiende a la justicia, por el contrario allí prevalecieron, los incentivos a la bajísima probabilidad al castigo o a las consecuencias, pretender que en esa sentencia hay alguna traza rescatable del Derecho, es negar a la lógica jurídica, esa sentencia es una suerte de argumento contradictorio por inejecutable de cambiar los destinos de la historia, suspender los efectos de un evento electoral, ya realizado y someter a la persecución a sus organizadores, demuestran que las manos que se prestaron para torcer la justicia, en aras de atender a manidos intereses, ocuparán el mismo sitial de deshonra, de los otrora juristas del tercer Reich, los llamados por Ingo Mueller los Juristas del horror.
El régimen al verse solo, rebasado por el desprecio general del electorado y sorprendido tras sus ensoberbecidos cálculos, decidió desconocer un hecho ya ocurrido, es decir borrar la historia desde un argumento ex nihilo, desde la nada, estas tropelías se permiten bajo el manto de la impunidad, se incumple, se viola lo acordado sí y solo sí las consecuencias son mínimas, inexistentes o de bajo coste, el régimen no le importan las sanciones, dejaron claro que la causa de esta crisis inorgánica no subyace en las tan señaladas sanciones, fuente connatural de excusas a un tercero, usadas históricamente por el fascismo, sencillamente aprendieron y aprehendieron, a moverse soterradamente, en un entorno sancionado, pues en los intersticios sin ningún nivel de institucionalidad, sobrevive la desregulación, los contornos kafkianos de la cleptocracia y el imperio de los cacos en el poder, una gansterilidad instalada en el poder, jamás permitiría una demostración democrática como la del pasado 22 de octubre, es más fácil acudir a su bufete del horror y sencillamente negar negando, la realidad incontrovertible de un hecho factico, cabría la aclaratoria a estos juristas, que actúan a guisa de modernos bachilleres Mujiquita, recordarle sus clases de lógica jurídica, no es posible negar negando un hecho tautológicamente cierto, es inejecutable en el marco lógico aplicar el modus “tollendo tollens”, pues partiendo de esta inferencia lógica podrían suprimir la ley de gravedad y así borrar, aquella omisa caída de Nicolás Maduro, montando una bicicleta.
¿Podrían ustedes señores magistrados dejar sin efecto físico la ley de la gravedad, a los fines y medios de borrar la torpeza de Maduro sobre una bicicleta? La respuesta es un rotundo no, que acalla toda la jerga leguleya empleada para producir ese adefesio legal.
Sentencien ustedes señores del TSJ, el fin de la inflación, el poder de compra del bolívar y la inexistencia de la diáspora, prohíban pensar distinto, denunciar y hasta tener esperanza, pero la consecuencia o el costo para ustedes es negativo, inexistente, están dispuestos a seguir asumiéndolo, pero la consecuencia en el protagonista colectivo, representado por millones de venezolanos, convertidos en personaje colectivo, de la Numancia cervantina, es indeleble
La excusa de las sanciones ya no les acomoda, como justificación genérica, para su maldad y perversión, fueron ustedes quienes incumplieron lo firmado en Barbados, son ustedes los mentirosos, son ustedes quienes doblan la palabra y la trocan en mentira.
Finalmente ¡Son ustedes los culpables!, quienes además nos desprecian, pues el chavismo luego de ser, una difusa argamasa de ideologías resentidas, que se pivotaban en la visibilizarían de la pobreza y en la procura de la justicia social, en franca demostración de su interés perverso para renombrar todo y así satisfacer sus oscuros intereses, ahora se muestran como una hegemonía ausente, sola, sultánica y absolutamente aporofóbica, nos hicieron a todos pobres, para despreciarnos y ese es su verdadero legado, la pobreza de las pobrezas y el atropello a la dignidad humana.
Nosotros los miserables, los desplazados, los sometidos al ostracismo, como consecuencia de la metástasis de sus vicios en todas las organizaciones, estamos siempre dispuestos a demostrarles el poder de los sin poder, el argumento como razón, siempre vencerán sobre la violencia de su Estado retorcido, con leyes llenas de violencia, abusos y tropelías, nuestra utilidad en salir de ustedes es superior al perjuicio que creen causarnos, con sus acciones perversas que le son tan cercanas, en el corto plazo la inútil comunidad internacional y el pragmatismo estadounidense, sostendrán este golpe a la lámpara de la libertad en aras del petróleo, pero la razón y la decencia le son ajenos a este régimen, a sus socios y a quienes callan para seguir beneficiándose de un pueblo padeciente, que se ahoga en el mar Caribe, es tragado por la Selva del Darién y víctima de toda suerte de xenofobia, para mis compatriotas y para el mundo, esta sentencia no es una derrota, es la palmaria demostración de las vilezas del régimen y de sus adláteres, esta hegemonía es connaturalmente aviesa y quien confíe en ella dentro o fuera de nuestras fronteras, estará signado por una inmensa y afilada espada de Damocles.
Referencias:
Becker, G. (1994). Essays in the Economics of crime and punishment. Columbia: Oficina nacional de investigaciones econ+omicas Universidad de Columbia.
Becker, G. (20 de 12 de 1996). Entrevista al premio nobel de economia 1992: Gary Becker y la economía del Sentido Común. 4. (J. baca, Editor) Lima, Perú: Diario «El peruano».
Becker, G. (2009). Capital Humano. Chicago: Universidad de Chicago.
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