Desmontando mitos
Un informe vinculado a la presidencia española del Consejo de la UE identifica y desmonta los principales prejuicios sobre Latinoamérica en el imaginario europeo y propone dar un impulso al acuerdo UE-Mercosur.
En la relación comercial entre América Latina y Europa no han faltado los recelos mutuos y los prejuicios. La actual presidencia española de turno en el Consejo de la Unión Europea se ha propuesto, entre sus objetivos, “la ampliación y diversificación de nuestras relaciones comerciales”, con especial mención de Latinoamérica y la CELAC.
Entre las medidas preparatorias estuvo encargar al Real Instituto Elcano, uno de los principales think tanks en España, un estudio de esos “prejuicios recíprocos” que enturbian a veces la percepción que tiene una región de la otra, dificultando las relaciones comerciales. El resultado es, tras más de un año de investigación, el informe ‘¿Por qué importa América Latina?‘, presentado la semana pasada.
Un informe vinculado a la presidencia española del Consejo de la UE identifica y desmonta los principales prejuicios sobre Latinoamérica en el imaginario europeo y propone dar un impulso al acuerdo UE-Mercosur.
En la relación comercial entre América Latina y Europa no han faltado los recelos mutuos y los prejuicios. La actual presidencia española de turno en el Consejo de la Unión Europea se ha propuesto, entre sus objetivos, la ampliación y diversificación de nuestras relaciones comerciales, con especial mención de Latinoamérica y la CELAC.
Entre las medidas preparatorias estuvo encargar al Real Instituto Elcano, uno de los principales think tanks en España, un estudio de esos prejuicios recíprocos que enturbian a veces la percepción que tiene una región de la otra, dificultando las relaciones comerciales. El resultado es, tras más de un año de investigación, el informe ‘¿Por qué importa América Latina?’, presentado la semana pasada.
Mitos y percepciones
La percepción generalizada en Europa es que América Latina es un desastre político, que es un desastre económico, que China ha ocupado el vacío dejado por Europa y Estados Unidos porque han abandonado la región y que las empresas que confiaron en Latinoamérica e invirtieron allí han perdido valor, resume el presidente del Instituto, José Juan Ruiz. Pero estas no son las conclusiones del informe, sino su punto de partida.
Porque no se han limitado, tras meses de sondear a sectores académicos, empresariales y políticos europeos, a una investigación de opinión; también han contrastado si esas percepciones, esos mitos instaurados, con los necesarios matices y excepciones, en la opinión europea, se sostienen cuando se confrontan con la realidad, con los datos económicos. Y su conclusión es que no.
En Alemania el resultado hubiera sido otro
Entre las excepciones a esa percepción generalizada tan negativa estaría, para Orlando Baquero, sin duda Alemania. Si se preguntara aquí a gente especializada, no se obtendrían, en general, estas respuestas; si se pregunta al público general, tal vez sí, afirma en entrevista con DW el director de la Asociación para América Latina (Lateinamerika Verein, LAV por sus siglas en alemán), con sede en Hamburgo.
Manejar y mitigar riesgos es parte del trabajo de las empresas, concede Baquero. Obviamente América Latina tiene riesgos más altos y diferentes a los que se tienen en Europa y algunas empresas no saben cómo manejarlos, explica. Sobre todo cuando hablamos de episodios de inestabilidad política. Pero América Latina es grande y diversa y prácticamente para cada modelo de negocio hay un destino con posibilidades, afirma.
Latinoamérica no es un desastre económico ni un fracaso político
El informe desmonta uno a uno esos prejuicios que enumeraba Ruiz. Admite que América Latina no ha conseguido converger en las últimas décadas al nivel de renta de los países más desarrollados. Pero tampoco lo han hecho la mayoría de los países emergentes, en comparación con los cuales – con la exclusión de China- sí que ha habido un progreso notable en lo que va de siglo y una mejora de su situación relativa, con las únicas excepciones de Argentina y Venezuela.
Latinoamérica es, además la única región emergente que trata de converger al desarrollo desde la democracia, frente a la evolución en los países árabes o el sudeste asiático. Ha habido crisis políticas, inestabilidad, división y polarización, pero no más que en otras regiones afectadas por cierta tendencia global a la deslegitimación de las instituciones. En desarrollo democrático, y respeto por los derechos humanos, América Latina ocupa el primer puesto entre las regiones emergentes, destaca el informe.
Los prejuicios son, sin embargo, persistentes. De hecho, no es la primera vez que el Instituto Elcano publica un informe bajo ese título. Hace casi seis años ya lo hizo, intentando convencer a las autoridades europeas de la importancia de estrechar lazos con la región. Pero ahora el momento es más decisivo aún. La Unión Europea tiene una oportunidad de oro para transformarse en el jugador protagónico en la región, afirmaba en la presentación el uruguayo Ernesto Talvi, a cargo de los aspectos económicos del informe. Empezando por el acuerdo Unión Europea- Mercosur, añadía.
Impulso al acuerdo UE-Mercosur
Talvi, exministro de Relaciones Exteriores de su país y ex economista jefe del Banco Central de Uruguay, destaca la importancia de ratificar el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur. Piensa que eso mejoraría las relaciones comerciales incluso de los países latinoamericanos entre sí, por la mera introducción de iniciativas técnicas como la armonización de normas de origen o las desregulaciones aduaneras y del comercio digital.
Estimamos que el comercio entre América Latina en conjunto y la Unión Europea aumentaría en esta hipótesis un 70%, afirma. Pero más llamativo es que el comercio entre los países de América Latina aumentaría un 40%, exclama, explicando que las proyecciones se han hecho conjuntamente con economistas del Banco de España. Esto es de tan evidente mutuo interés que no puede no ocurrir, valora.
Intereses particulares que bloquean el acuerdo
Ahora, siempre algo que es de interés general, está bloqueado por intereses particulares que se van a ver afectados, lamenta Talvi. Y plantea compensaciones a esos sectores afectados para desbloquear esos obstáculos. Preguntado por DW sobre cuáles son esos grupos y cómo se les podría convencer para desbloquear el acuerdo, señala al sector agropecuario europeo, con los agricultores franceses a la cabeza, que teme no poder hacer frente a una competencia latinoamericana cuya legislación medioambiental es menos restrictiva.
Y apunta a soluciones alternativas a las tradicionales compensaciones económicas para superar su oposición al acuerdo, como ofrecer a los sectores más sensibles plazos de desgravación o de convergencia muchísimo más largos, de manera tal que todos los demás sectores en donde no hay conflictos de intereses puedan disfrutar del acuerdo. Yo creo que una vez que esos flujos empiecen a moverse, muchos de esos temores se van a ir disipando, confía. Hay tanto que ganar…, insiste. Ese acuerdo hoy es el acuerdo con mayor potencial de ganancias mutuas que hay en el mundo, sentencia.
DW