El 22 de octubre, Venezuela fue testigo de una de las jornadas más democráticas de su historia reciente: el desarrollo de la primaria, para elegir un candidato que enfrente a Nicolás Maduro en el 2024, por parte de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Más allá del resultado electoral, debemos quedarnos con el ejemplo de civismo democrático de la gente, que está dispuesta a salir de la coyuntura política por vías pacíficas, enmarcadas dentro de la Constitución.
Los objetivos de la PUD se lograron: movilizar a su electorado en una jornada que tenía todo en contra; falta de apoyo técnico por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el fantasma de la judicialización del proceso primario. A pesar de la adversidad, la gente se sintió motivada a participar y ese sector clave de la oposición demostró mantener activado a su electorado clave.
Según los datos que ha suministrado la Comisión Nacional de Primaria (CNP), encabezada por Jesús María Casal, los votantes del proceso primario fueron 2.440.415, un 12 % del registro electoral. Dicho número no puede ser considerado poca cosa, comprendiendo la compleja realidad social, donde la presión oficial hacia el ciudadano es evidente.
Aunque para casi todos los candidatos la jornada fue un éxito, quedó en evidencia el respaldo que cosechó María Corina Machado durante la jornada, al lograr más del 92 % de los votos. Lo que la convierte en la candidata unitaria que enfrentará a Nicolás Maduro en el 2024; aunque todo pasa porque logre que se le levante la inhabilitación que tiene ante la Contraloría General de la República.
Todo parece indicar que el camino de María Corina Machado apenas comienza: no solo debe lograr ser la candidata para las elecciones, también debe reunificar a una oposición que va más allá de la PUD y que pasa por un momento en el que las heridas están abiertas. Tampoco puede ignorar la guerra a muerte que le tiene un sector del chavismo/madurismo encabezado por Diosdado Cabello, quien ha mencionado, hasta la saciedad, la inhabilitación de Machado.
También, algunos altos funcionarios del Estado se han enfocado en disminuir el impacto que generó el proceso primario: denuncian que los números fueron abultados o inician procesos de investigación contra los integrantes de la CNP. El fiscal general Tarek William Saab citó a declarar a Jesús María Casal, Mildred Camero y Roberto Adbul-Hadi, parte del equipo organizador de la primaria, quienes estuvieron en el Ministerio Público el lunes 30 de octubre. Adicional a esto, desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se dejó sin efecto todo el proceso desarrollado, durante las primarias.
Parece que el sector oficial está dispuesto a jugársela en un terreno pantanoso. Habrá que ver si desde la oposición se buscan alternativas para enfrentar la estrategia del chavismo/madurismo o caerá en la trampa que están montando desde Miraflores.
Diálogo y reconocimiento
Nuevamente el Gobierno y un sector de la oposición retomaron los canales oficiales de comunicación para buscar un acuerdo que genere confianza entre las partes. El 17 de octubre se reunieron en Barbados las dos delegaciones que llegaron a unos acuerdos parciales: un cronograma para la realización de elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024, garantía de derechos políticos para la oposición, liberación de presos políticos, levantamiento de sanciones y diseñar un mecanismo para la verificación del cumplimiento de los acuerdos.
La realización de este encuentro, justo antes del desarrollo de la primaria, generó una mayor expectativa por parte de los sectores de la oposición, alrededor de la PUD, pero desde el Gobierno mantienen la postura de no levantar las inhabilitaciones a ningún dirigente político. De la misma forma han establecido que se debe respetar las decisiones de las instituciones nacionales, a pesar del cuestionamiento existente fuera de nuestras fronteras.
Una de las acciones que se logró, gracias al acuerdo parcial ha sido el levantamiento de las sanciones, por parte de los Estados Unidos, sobre la industria del petróleo, gas y oro. Dicho levantamiento tiene una duración de seis meses, con la posibilidad de que sea renovado, siempre y cuando, desde el sector oficial se cumplan los acuerdos con la oposición. Desde Norteamérica, se generó un debate sobre el tema, ya que, para sectores conservadores, esto significa empoderar al régimen de Nicolás Maduro a nivel internacional.
En respuesta a la gestión hecha por la administración de Joe Biden, el Gobierno venezolano, liberó a cinco presos políticos. La información la realizó Gerardo Blyde, quien anunció la liberación de: Juan Requesens, Roland Carreño, Marco Garcés, Eurinel Rincón y Mariana Barreto. Se espera que en las próximas semanas se hagan más liberaciones, algo que puede contribuir a generar una mayor confianza entre las delegaciones negociadoras del gobierno y la oposición.
Que los acuerdos avancen en la dirección correcta, beneficiará a la estabilización nacional y contribuirá a mejorar las condiciones de vida de millones de venezolanos.
El Esequibo es… ¿nuestro?
La disputa sobre el territorio del Esequibo vuelve a entrar en la escena nacional. Desde el Estado venezolano se buscan los mecanismos para lograr la recuperación en disputa desde hace más de un siglo.
En abril la Corte Internacional de Justicia (CIJ), rechazó los argumentos presentados por el Estado venezolano y falló con ir a un juicio con Guyana para dirimir la controversia sobre el territorio en disputa. Se espera que dichas audiencias sean en el 2024.
Aunque este es un tema que unifica al sector oficial con toda la oposición venezolana, todavía no ha habido una política que busque alguna estrategia en conjunta para la defensa de una zona que, históricamente, ha pertenecido a Venezuela; pero que no se han hecho las acciones —eficientes— para su recuperación.
Desde el parlamento se ha convocado a un referéndum sobre la disputa territorial, ya que desde el sector oficial se busca el respaldo popular sobre la defensa del territorio nacional. El CNE oficializó la convocatoria a dicho referéndum para el domingo 3 de diciembre, en la cual realizarán cinco preguntas, entre las que destacan la creación del estado de Guayana Esequiba, el desconocimiento al Laudo Arbitral de París de 1899, el reconocimiento del Acuerdo de Ginebra de 1966 y el desconocimiento a la jurisdicción de la CIJ.
Mientras, desde Venezuela, se piensa en una movilización nacional, similar a la hecha en Argentina para las Malvinas; desde Guyana, se sigue con la exploración petrolera en la fachada atlántica que reclamamos como propia, de la misma forma el gobierno guyanés ha comenzado a iniciar amenazas a un posible conflicto bélico por la disputa territorial.
Este es un buen momento para que todos los sectores del país, sin importar sus diferencias, construyan un acuerdo en torno a la defensa del territorio, sin pasiones ni fanatismo, buscando que de una vez por todas, se resuelva un diferendo que lleva demasiado tiempo y que logre la construcción de una nueva identidad nacional.