Julio César Hernández: ¿De quién es el referéndum consultivo?

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De manera súbita e inesperada a finales de septiembre del corriente año, el Presidente de la Asamblea Nacional, anunció un referéndum consultivo, con el objeto de defender el territorio Esequibo, lo cual en principio resultaba loable, pues tantos años de desidia estatal obligaban a hacer algo, para reiterar la soberanía territorial del país, y para ello afirmaron que el referéndum era de la gente; sin embargo, ahí estuvo un error estratégico de sus promotores, porque  el mismo, no había sido solicitado por los ciudadanos en el porcentaje que establece el Artículo 71 de la Constitución, como lo pretendieron hacer creer, razón por la cual el sobrevenido evento no fue percibido de esa manera, sino entendido como una jornada para reagrupar a las fuerzas políticas del Gobierno, a quien también se señala de haber sido muy permisivo con el Gobierno de Guyana, sobre todo por el Presidente Chávez+, quien enfocó esas relaciones más en lo ideológico que en lo diplomático.

Indicadores de que este referéndum pertenece al régimen y no a los ciudadanos, lo conforman hechos como que el Presidente Nicolás Maduro, preside su conducción, a sabiendas de su bajísima legitimidad; tal circunstancia obligaba a sus promotores a pensar en una verdadera coalición política y plural, distinta a la de los tradicionales jerarcas del Estado-PSUV, que son los principales voceros de un supuesto rescate del Esequibo, sin decir siquiera, cómo será, pues una de las intenciones del régimen dominante es desconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, a la cual ya se ha sometido, y es el foro apropiado para consignar los títulos históricos y jurídicos que nuestra República posee desde antes de 1777, amenaza que se encuentra prevista en la pregunta 3 de la inadecuada consulta, que para la ciudadanía pretende evadir los deberes constitucionales en cuanto a diplomacia, seguridad y defensa, por tanto, el consultivo es inútil.

Lo anterior no quiere decir que, no se deba hacer operativo, bajo la soberanía venezolana el territorio esequibo, pero no con slogans o marketing como se hace, contrario a ello, desde hace muchos años; en tal sentido, el Estado venezolano ha estado en mora, en la creación y desarrollo de políticas que permitan una verdadera conexión espiritual, material y nacionalista entre nuestros ciudadanos y la zona en reclamación, pasaron años de bonanza en nuestra economía petrolera, que hubiesen permitido, si hubiese existido una visión estratégica, fundar o construír un escenario urbanístico profundo, con suficientes servicios públicos, vialidad, salud, educación, seguridad, cultura y costumbres venezolanas que hubiesen permitido exclamar a los 4 vientos, que sí, que el esequibo es nuestro, porque sobre ese territorio existe población venezolana que lo engrandece y proyecta, así como el nombre de Venezuela, como una Nación de trabajo y de desarrollo.

En tiempo muy breve se llevará a cabo una campaña electoral, en donde habrá que explicarles a los jóvenes, que fue la capitanía general de Venezuela, sobre las incursiones inglesas, holandesas y francesas al oriente de nuestro país, el laudo arbitral de París de 1899, del cual pretende valerse alevosamente la República de Guyana, para despojar sin rubor alguno de 160 mil kilómetros cuadrados a Venezuela, del porqué ésta no tuvo abogados de origen que la defendiera, sino 2 ingleses, 2 norteamericanos y un ruso, de nuestra actividad diplomática en la Organización de las Naciones Unidas en 1962, cuando se denunció ante el mundo, el robo territorial de que había sido objeto el país, que dio lugar a que años más tarde, se redactará el Acuerdo de Ginebra de 1966, para tratar de concertar una solución pacífica y negociada en base a la diplomacia a ese problema, hoy en día complicado por la falta de voluntad política de los Gobiernos obligados a someterse a ese Acuerdo.

Si se le hubiese preguntado a la ciudadanía si quería un referéndum consultivo, para defender el esequibo, seguro hubiese dicho, “la defensa de la soberanía territorial, se encuentra prevista en la Constitución de 1999 vigente, por lo tanto, hay que ejercerla” como hacen la mayoría de países de la tierra, que tienen constituidas sus Fuerzas Armadas y su cuerpo diplomático, que son justamente los ejes de acción en casos de amenazas a los territorios bajo su protección; la ciudadanía sabe y entiende perfectamente que un referéndum consultivo no es el instrumento idóneo para unir a la población, ya que es una figura que lleva al discernimiento sobre uno o varios asuntos, o sea, marca diferencia de criterios; además dada la premura en su realización, no se garantizan a los defensores del no, que los hay, las suficientes alternativas de promoción democrática, que están previstas en la Constitución y las cuales el Gobierno y sus aliados obviaron, porque el referéndum es de ellos y no permitieron opiniones sobre su procedencia.

Abogado

 

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