Nelson fue detenido de madrugada. Del modo tenebroso cómo actúan. Obviamente por sorpresa fue detenido. El motivo parece baladí, pero para un régimen tan sensible, y más en estos tiempos agónicos, no lo es. Expresar sus opiniones, así sea por X, inteligentemente, con apego estricto a la realidad circundante, es mucho para el régimen del terror.
No es el primero, por cierto, aunque se habían dejado de eso por largo tiempo. Cuando iba al SEBIN de El Helicoide a visitar a mi supuesto familiar, un estudiante universitario del Táchira, conocí a una joven que fue muy famosa por sus corajudos tuits. Inesita Terrible. Estuvo años presa junto a otros cinco o seis. Por divulgar información u opinar. Como fue el caso de Víctor Ugas, quien divulgó unas fotos sensibles de un asesinado de los del régimen. Era el año también terrible de 2014. Curiosamente, siempre asociaban sus cuentas con casos mayores, con ocurrencias extra twitter, para malponerlos públicamente, para justificar su injustificable acción de apresarlos y condenarlos.
El sentido crítico siempre es delito en dictadura. La expresión de la opinión siempre es delito en dictadura. Por razones simples, son los dueños del país saqueado; al menos eso creen. Por lo tanto, no pueden ser criticados, expuestos, descubiertos en sus fechorías, desvelados sus entuertos. Si la opinión no fuera perseguida, no hubieran cerrado canales, periódicos, evitado la circulación impresa, no hubieran bloqueado portales como éste al que usted accede no directamente. Si el sentido crítico no fuera perseguido, la educación universitaria no lo fuera también. La educación en general. Todos los casos anteriores son expresiones negadas de la libertad en dictadura. Ésta no es la excepción. No entienden, por su necesidad a ultranza de conservar el poder, que opinar, que criticar, que informar, son derechos humanos.
Así que a nuestro compañero Nelson -militamos en el mismo partido, Encuentro Ciudadano, el de Delsa, defensora de DDHH y de presos políticos- le han vulnerado de un zarpazo su derecho a la opinión, por medios no tradicionales y se le ha detenido arbitrariamente. O sea, se le han vulnerado sus libertades, sus derechos humanos. Ya nuestra Delsa aclaró que el caso ha sido reportado a organismos internacionales, por ello mismo. Más insumos para quienes llevan los casos,uno a uno, de las atrocidades cometidas en Venezuela. Especialmente para el fiscal de la Corte Penal Internacional, la CPI misma y la ONU.
En el caso del régimen, es una raya más, dirán ellos, para esa cebra. Pero es más sufrimiento injustificado para un joven y su familia, para sus amigos, para nosotros sus copartidarios también víctimas de esos desmanes. Por supuesto, como en el 2014, la intención es acallar a la disidencia. Se vienen elecciones y no puede ocurrir nada más que lo que oficialmente se diga. Cualquier desliz puede ser significativo para el referéndum o para la venidera elección nacional. Atrás, muy atrás, quedan los supuestos pactos incumplidos de islas caribeñas. Pero el régimen no cuenta conque Nelson no es sólo Nelson. Venezuela tiene quien hable por él y con voz propia. Dentro y fuera de los partidos. Este ataque de hoy a Encuentro Ciudadano, a uno de los nuestros, tendrá múltiples repercusiones no sólo políticas, sociales, éticas, morales. Pero eso el régimen lo ignora. Allá ellos.
Nelson Piñero