Leopoldo Puchi: Milei, ExxonMobil y el pulso con Venezuela

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En el pulso geopolítico que se libra en torno a Venezuela, es necesario evaluar el efecto de los cambios en curso y los movimientos estratégicos en juego, así como sus posibles repercusiones. Uno de los desarrollos más recientes es la elección de Javier Milei como presidente de Argentina, un evento que podría evocar la reactivación de las tensiones vividas en tiempos del Grupo de Lima durante el gobierno de Donald Trump. Sin embargo, el actual panorama, con sus variables específicas, resta fuerza a esta expectativa, que podría más bien convertirse en un espejismo.

Otros factores de mayor peso definen la situación actual, entre ellos, el cambio de dirección de la política de Washington hacia Venezuela y la creciente presión desde el flanco del Esequibo, un territorio venezolano donde las compañías petroleras han iniciado perforaciones en aguas no delimitadas.

Petróleo y gas

El cambio de la política estadounidense hacia Venezuela comenzó gradualmente tras la llegada de Joe Biden a la casa Blanca. Su enfoque inicial se centró en despejar el camino para el repliegue de las fuerzas políticas internas involucradas en la línea insurreccional, en la búsqueda de su reintegración en la vida política legal y electoral, para así recuperar fuerzas.

Este giro fue acelerado por la necesidad de asegurar el suministro de petróleo y gas al mercado internacional, particularmente afectado por la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia y, más recientemente, por el conflicto del Medio Oriente.

Discrepancias

Como parte del rediseño de la política de Washington hacia Venezuela, la Casa Blanca ha alcanzado acuerdos en negociaciones con el gobierno venezolano para aliviar un conjunto de sanciones. Estas medidas están destinadas a impulsar la producción de petróleo y abordar la problemática migratoria, un tema de gran relevancia en la política estadounidense.

Es poco probable que estos acuerdos se vean alterados sustancialmente por discrepancias relacionadas con la política interna venezolana. La cuestión de las inhabilitaciones no tiene el potencial para revertir la política global de alivio de sanciones, sino que hace parte del enfrentamiento dentro de la esfera política estadounidense. Es posible que, debido a esto, algunos alivios sean revertidos, pero sin afectar el esquema general.

STABROEK

En la actualidad, la disputa del Esequibo se encuentra marcada por intereses petroleros globales. Desde 2015, ExxonMobil ha desplegado sus operaciones de perforación en el yacimiento Stabroek, situado en aguas que están en disputa territorial con Venezuela. Se estima que este bloque alcance un promedio de 1,2 millones de barriles por día para 2027.

Las reservas totales de petróleo recuperable en las aguas no delimitadas del Esequibo superan los 11.000 millones de barriles y ocupan el puesto 17 a nivel mundial y el tercero en América Latina y el Caribe.

Exxonmobil

Con este telón de fondo, la ExxonMobil se ha planteado la necesidad de resolver la disputa territorial por el Esequibo para evitar problemas legales en sus inversiones. Según un informe de Financial Crime Investigations, Exxon había renunciado previamente, en el año 2000, a sus actividades en las aguas del Esequibo debido a la disputa. El vicepresidente de la filial, G.A Worthington, alegó que la reclamación por parte Venezuela comprometía las actividades de la empresa.

$18 millones

Sin embargo, ExxonMobil decidió regresar cuando confirmó el inmenso potencial de la zona. Para junio de 2017, anuncia su decisión de invertir en el bloque Stabroek, lo que hacía urgente resolver la disputa. Su interés residía en llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia para que no se resolviera en el marco del Acuerdo de Ginebra, en el que participa Venezuela y requiere un convenio amistoso y satisfactorio para ambas partes.

En función de ese objetivo, ExxonMobil entregó en 2017 un bono de 18 millones de dólares a Guyana para “presionar a las Naciones Unidas”.

MILEI

En este panorama global, la figura del recién electo presidente de Argentina, Javier Milei, podría ser vista como una pieza estratégica por los sectores opuestos a la política de Biden, así como por ExxonMobil. Sin embargo, su influencia se ve condicionada por las complicaciones en su propio país, su controversial imagen y los límites que impone el contexto mundial. A pesar de ello, es muy probable que Milei se embarque en una aventura de rupturas diplomáticas, división de la región y expansión de su ideología.

 

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