Extraño que María Corina Machado sea usada en la portada de los diarios de Guyana para descalificar al referéndum en esa nación, innumerables juristas, y otras figuras públicas venezolanas, han hecho saber su inutilidad por distintos medios, mucho más que ella, sin embargo, es a ella la que utilizan, es muy extraño. Por otro lado, hay un pleno reconocimiento hacia su figura, como cabeza de la oposición venezolana.
El oscurantismo en cubre a Venezuela desde 1999 engrosa su lúgubre manto, no hay mal de la cuarta república que no esté peor, además de la creación de males peores, todos nuestros derechos y libertades se encuentras limitados, condicionados.
Las “facultades” que se consultan en las preguntas del referéndum del 3D ya forman parte del mandato constitucional que nuestra carta magna designa, con carácter de obligatoriedad, a las instituciones del Estado. Ahora bien, si se pretende “reforzar” las acciones con un baño de “soberanía”, en primer lugar, no es necesaria, no es tiempo de poesía sino de acción, de pragmatismo, y, en segundo lugar, la consulta solo retrasa las acciones que desde hace mucho tiempo debieron haberse ejecutado.
Qué distinta es la geopolítica de Guyana en comparación a la nuestra, desde el inicio del diferendo hasta el sol de hoy, Venezuela ha estado en total pasividad y, de vez en cuando, solo actúa como respuesta a las acciones de Guyana. Mientras esa nación día a día no hace más que movimientos estratégicos en procura de apoderarse del territorio en disputa y mucho más. Hoy día, la agresividad del presidente guyanés, Ifaan Alí, deja atónitos a quienes conducen hoy la nación.
La real realidad de la política de nuestro país con relación al Esequibo exige acciones tan contundentes como inmediatas, no hay tiempo para romanticismo, se requiere política como ciencia para abordar el tema. El que el gobierno vecino haya clavado una bandera guyanesa en nuestro territorio, amenazando con la construcción de bases militares, no solo es un acto de provocación, sino una muy grave ofensa a cada uno de los venezolanos.
¿Hacer el referéndum? Ya nada varía, a menos de una semana para su consumación da igual hacerlo a no hacerlo, el tiempo perdido no se recupera, sin embargo, la realidad política nacional es inocultable. La total desconfianza de la inmensa mayoría de los venezolanos para con las instituciones del Estado es pública, notoria y atenta contra la consulta, pues éstas se encuentran a merced del régimen, a merced de Partido Socialista Unido de Venezuela, por eso se duda de los fines de esta consulta tan atropellada y solapada con nuestro marco jurídico.
El resultado del referéndum es inocuo para la justicia internacional, sin embargo, si existiese poca participación, por los motivos arriba señalados, aunque tampoco tiene efecto vinculante, será utilizado políticamente por Guyana en su retórica. A todas estas, la participación no tiene nada que ver con lo que finalmente suceda con el Esequibo, sí la incapacidad de quienes históricamente nos han conducido, desde el pasado hasta el presente.
El Esequibo es de vital importancia para la nación, así como solucionar las vetustas parvedades que nos aniquilan la vida, la familia, destruyen al país. Urgen la conducción de hombres de Estado, con visión integral, capaces de abordar simultáneamente las necesidades de la nación con equipos profesionales, preparados, con institucionalidad, no una a una a conveniencia. Ya basta de populistas, de figuras partidistas sin ningún tipo de mérito para ejercer cargos públicos de relevancia.
@leandrotango