Estas líneas fueron escritas antes del pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia, pero lamentablemente, el fallo resultante a favor de Guyana está cantado ¿Qué hacer? aunque no lo queramos aceptar, la única manera de contener el avance de los guyaneses en nuestro territorio es a través de la presencia militar venezolana en el Esequibo, desde las orillas del río del mismo nombre, así como la creación de bases militares y asentamientos urbanos.
Políticamente, en Venezuela solo se hablará por algunas semanas del tema Esequibo, lo que hace estremecer el alma al pensar ¿Por qué no se realizaron todas estas acciones y las demás pertinentes desde el inicio de la revolución chavista?
Otro elemento catapultador de indignación es que el régimen anuncia dará a conocer nuevas (otras) medidas económicas, imaginamos, ante la crítica colectiva del empeoramiento de nuestra condición de vida y porque la real realidad se impone, el diferendo con Guyana es importantísimo, también lo es comer, trabajar, que el dinero alcance para satisfacer las necesidades básicas.
Un factor alarmante, las medidas económicas, en número es imposible determinar cuántas van en el largo mandato de Maduro, no servirán de mucho (al igual que las anteriores), motivado a que, en el fondo de ellas, para amalgamar con la intención de los inversionistas, aparecen ausentes la seguridad jurídica, política y social de nuestro país, sin mencionar, entre otras crisis, la de los servicios públicos.
¿Qué vamos hacer como nación luego del referéndum del 3D? El país encarará las navidades, un alto en la política para la mentalidad del venezolano, pero no para el chavismo quien nunca descansa y, más bien, acelera en sus acciones. El referéndum puede tener un efecto bálsamo en la apreciación del régimen, sin lugar a duda, ese efecto será rápidamente diluido por la realidad nacional.
Para nadie es secreto que todo este festín de nacionalismo exprés fue originado por las primarias opositoras, sobre todo, por el triunfo de la archirrival del chavismo María Corina Machado y, al mismo tiempo, para distraer la atención de la crisis generalizada, crisis que empeora.
¿Qué hay que hacer para rescatar el país? Lo primero es rescatar la institucionalidad, y ello solo es posible a través de elecciones constitucionales, apegadas a los preceptos democráticos. Hoy tenemos una oportunidad de oro, tenemos la figura política más férrea encabezando la oposición, única con apoyo popular en la nación, solo ella es capaz de reanimar a los venezolanos en la exigencia del retorno de la democracia y la constitucionalidad.
El chavismo tiene en sus manos una oportunidad dorada para enfrentar su auto engendrado desmadre económico, la comunidad internacional ha ofrecido suspender sanciones en el área petrolera (además de inversiones) si permite un proceso electoral limpio, comenzando por el levantamiento de la absurda e inconstitucional inhabilitación a Machado, es una oportunidad que no puede desaprovechar, a diferencia de los demás procesos de diálogos, más aún, encarando un proceso comicial presidencial.
Por otro lado, permitir una elección limpia implicaría que el chavismo pierda la presidencia, en consecuencia, nos espera un 2024 lleno de mismas confrontaciones y radicalismos, sin embargo, será en un escenario de un chavismo con históricos niveles de rechazo popular, contra una oposición capitalizada, más férrea que nuca ¡Veremos!
@leandrotango