Pablo Aure: Historia sin fin

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Difícil descifrar el entramado político venezolano.

Hay dos opciones discursivas en el ambiente. Esto parece una carrera por etapas, y hasta ahora, María Corina ha participado en todas y hemos visto que lo ha hecho con su “hasta el final”.

En las primarias participó y ganó, es decir, llegó “hasta el final” de ese objetivo, pero eso no garantiza que consiga derrotar al régimen. Ahora al asistir al TSJ podemos decir que fue una jugada para tomar oxigeno pero que la demuestra débil frente al régimen y su aparato político, para seguir vigente, a María Corina no le importó contradecirse (fue un acto de desesperación a simple vista). María Corina cambió de opinión para prevalecer, necesita estar conectada a la máquina de respiración que en este momento es la mesa de negociación de Barbados, para continuar aumentando las posibilidades de participar en una elección presidencial, que es su única vía para no morir políticamente. Ella ahora lo dice constantemente “Nadie nos sacará de la ruta electoral”, En conclusión: apartó su coherencia y su discurso para presentarse en el TSJ, a regañadientes y se le notaba en la cara, pero se presentó.

Que quede claro: Yo no lo ví como jugada maestra o una estrategia, sino como un instinto de supervivencia. A ella le reprocho no haber hablado con claridad. Ha podido justificar su presencia en el TSJ con anticipación o de otra manera.

Lo cierto del caso es que sin ser pesimista sino pragmático, lo que hace MCM es prolongar su agonía política, ella está débil, le dio un significado muy por encima del contexto actual a la elección primaria y dibujo falsas expectativas sobre el futuro político de ella contra el régimen.

Maduro y su régimen no permitirán su inscripción para participar en las próximas elecciones y no la habilitarán bajo ninguna circunstancias. Así es, no la dejarán ser candidata… Y no me vengan a decir que el pueblo es quien decide y habilita (solo son cuentos necios), porque en nuestro caso no es así, estamos en dictadura. Esto es dictadura y todos los poderes están a merced de los designios de los jerarcas del régimen. No hablen de la comunidad internacional porque demasiadas dictaduras se mantienen con la mirada complaciente de quienes supuestamente pueden salvarnos. Es más, no solo miran complacientemente, sino que hacen negocios con los dictadores, criminales y violadores de DDHH.

No sigamos generando falsas expectativas, no es bueno ser ingenuos. Nos falta mucho para salir de este berenjenal, y nos falta mucho porque aún no tenemos un liderazgo serio y comprometido con una causa firme que parta desde un punto de vista ético, moral, ideologico y de capacidades.

Sin organización sería imposible salir de Maduro o al menos de este modelo político. El que quiera pensar que esto será el fin de Maduro, pues que lo piense bien, para que pronto no se enguayaben. El régimen no cambiará su línea de comportamiento. Maduro seguirá incumpliendo todos los acuerdos y eso MCM lo sabe… Pues bien, ¿qué nos puede hacer pensar que ahora las cosas serán diferentes? Nada.

No quiero que interpreten esto como una proclama pesimista, pues no, lo que quiero es que pongan los pies en la tierra. Solo aspiro que cuando asumamos un rol, siempre hablemos con la verdad. No vendamos falsas expectativas porque la desilusión desmotiva, inmoviliza y le hará un gran daño al país que sueña con un cambio.

El “hasta el final” se parece tanto al eslogan de unos años atrás que decía: “Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.

Tenemos que ser sinceros para no quedarnos aferrados solo a esas frases pegajosas y vacías.

Ya veremos que pueda ocurrir más adelante…

Pero les digo que esto parece una historia sin fin y sin rumbo bajo está dirección política desgastada y escuálida de confianza.

En fin: Lo de ayer no es más que una bombona de oxígeno para un eslogan que se desvanece con el pasar de los días.

 

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