Con el nombre de generación del 28 se identifica al grupo de universitarios que protagonizaron en el carnaval caraqueño de 1928 un movimiento de carácter académico y estudiantil que culminó, por diversos conductos, en un enfrentamiento con el régimen de Juan Vicente Gómez.
Desde allí se inicia todo un proceso de continuas protestas, detenciones, desaparecidos y exiliados para con aquellos quienes se atrevían a protestar contra la dictadura de Gómez. “Hasta cuándo Gómez” se decía en esa época.
Los discursos de aquellos jóvenes contra la dictadura, llevan a ésta a detener a innumerables estudiantes en las temidas prisiones de la Rotunda y al castillo de Puerto Cabello.
Entre los integrantes de ese grupo de estudiantes, un poco más de 252 jóvenes (según Miguel Otero Silva), estaban: Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Andrés Eloy Blanco, Juan Oropeza, Raúl Leoni, Rafael Vegas, Humberto Tejera, Miguel Otero Silva, Edmundo Fernández Marquis, Juan Bautista Fuenmayor, Germán Suárez Flamerich, Miguel Acosta Saignes, Kotepa Delgado, Juan Oropeza, Elías Toro, Rodolfo Quintero, Fernando Salvador Key Sánchez, Iván Darío Maldonado Bello, Francisco Ignacio Romero Villalobos, entre otros. Ellos constituyeron el primer movimiento exitoso de masas contra Gómez.
Poco después surge un movimiento más fuerte conocido como “La insurrección del 7 de abril de 1928”. Movimiento que se da entre militares y jóvenes civiles contra la dictadura Gomecista. Ese movimiento fracasa y sus protagonistas son sometidos a las más crueles torturas. El capitan Alvarado Franco quien los comandaba muere en prisión en las mazmorras del Castillo de Puerto Cabello y los otros permanecen en prisión hasta la muerte de Gómez*
Además, brotan de esa Generación aquellos liderazgos que van después a constituir organizaciones políticas de importantes actuaciones en años posteriores y que luego se van transformando hasta mutar en partidos políticos como hoy los conocemos: Acción Democrática, COPEI y URD.
Desde ese entonces, aproximadamente desde 1940, los dirigentes de esos partidos así como el partido Comunista y otros que van surgiendo como consecuencias de divisiones internas y apariciones de nuevas organizaciones, inician toda una actividad político partidista y de luchas clandestinas hasta la llegada de Chávez a Presidente.
Sin entrar en el análisis de cada acontecimiento, pues sería demasiado largo el presente artículo, los venezolanos vivieron: Revolución de octubre de 1945; Golpe de estado de 1948 y 1955; Pacto de Punto Fijo y gobiernos de Betancourt, Leoni, Caldera, Carlos Andrés, Luis Herrera, Lusinchi, Carlos Andrés, Caldera, Chávez y Maduro, división de los partidos y purgas (especialmente la ocurrida en AD contra el gran dirigente y amigo Héctor Alonso López y un numeroso grupo de jóvenes promisorios), pero también la lamentable conspiración y posterior defenestración de Carlos Andrés y los intentos de otros golpes de estado: 2 en 1992 y el del 2002.
En tales situaciones los protagonistas fueron los dirigentes de los partidos políticos, salvo Hugo Chávez el cual surge como consecuencia de algunas políticas económicas erradas, exceso de centralismo de los partidos, la anti política propiciada por los grandes medios de comunicación, la novela “por estas calles” y las opiniones de los denominadas “los notables”. El remedio fue peor a la enfermedad y hoy Venezuela está prácticamente destruida (ni aún queriendo se destruyó un país el cual era considerado para ser uno del primer mundo).
Escribe el buen amigo y compañero
Johan Rodríguez Perozo en un reciente e interesante artículo (recomiendo su lectura) el cual titula “A 50 años de un ciclo político electoral” lo siguiente:
“El arribo de Hugo Chávez al poder, sobre la base del derrumbe del sistema de partidos, así como el desarrollo de su proyecto político adosado a los intereses del liderazgo politico cubano, nos plantean retos parecidos, desde la perspectiva política, a los que vivió la sociedad venezolana durante las cuatro décadas de vida en democracia. La sociedad venezolana, nuevamente tiene ante sí el reto de producir cambios políticos de envergadura”.
Para “producir cambios políticos de envergadura”, como lo indica Johan, así como realizar los urgentes cambios en la Economía y en la Productividad, aparece también ahora otra persona que nada tiene que ver con las organizaciones políticas tradicionales: Maria Corina Machado. La cual NO surge como producto de los medios de comunicación, hoy confiscados o amordazados, sino por la de decadencia de esas organizaciones causadas por sus propios dirigentes, la perdida de confiabilidad de la población en ellos y la más errática conducción económica, social y de productividad del gobierno Madurista, así como la más alta corrupción como no ha ocurrido en país alguno del globo terráqueo. Hasta el punto de que un solo hombre y su entorno robaron en tres años un monto mayor al presupuesto que se acaba de presentar al Congreso Nacional para el 2024. Increíble pero cierto y esa persona no está detenida, pero sí detienen a inocentes.
Vuelve entonces una nueva esperanza, como la generada de la generación del 28 y la de Chavez, pero en este caso encarnada en María Corina Machado. El pueblo espera de ella: no practicar el mesianismo, constituir un equipo de gobierno con los más capaces encabezados por ella y aplicar las políticas Económicas y de Productividad adecuadas (experiencias exitosas existen en el mundo: Singapur y Dubai de la extrema pobreza a países del 1er mundo; Japón y varios países europeos después de la guerra; Brasil y Polonia después de largas dictaduras y en El Salvador en pocos años ya se están viendo los frutos) para en mediano plazo ver resultados tangibles en beneficio de todos y de la Venezuela de los sueños posibles. Al menos los dos primeros años serán de ajustes y nada fáciles, pero tenemos los recursos naturales y humanos para salir lo más rápidamente posible de esta grave situación.
Manos a la obra con María Corina Machado y hasta el final.
!Para reflexionar¡