La hallaca es un plato o preparación envuelto en hojas de la mata de plátano, que consiste en un pastel elaborado con masa de maíz amarillo o blanco, saborizada a base de aliños, caldo de gallina o de y a la que podríamos dar color con el onoto; rellenamos con un guiso de carne de res, cerdo, gallina o pollo. Y, aunque hay versiones que llevan pescado, a la cual se añade aceitunas, uvas, pasas, almendras, alcaparras, pimentón y cebolla; se envuelve rectangularmente en hojas de plátano (de textura firme y fuerte) o de bijao. Y, finalmente, se ata con pabilo o pita y se cocina en agua hirviente. Es un plato que podríamos degustar durante cualquier temporada del año. Tradicional no solo en Venezuela, sino también popular en ciudades colombianas cercanas a nuestro territorio, tales como: Cúcuta, Santa Marta Barranquilla y Cartagena, donde puede conseguirse durante casi todo el año; además, Curazao, Aruba y Bonaire. Incluso en islas Canarias, Madeira, la península ibérica y Ecuador, Chile, Argentina y Uruguay a raíz de las migraciones de venezolanos, y de los naturales de dichas naciones, adoptada como uno de los platos tradicionales; especialmente, por Navidad. Se estima que por transculturación se haya dirigido hacia otros confines del mundo, como por ejemplo: Australia y la península de Los Balcanes; incluso, la Europa latina.
Su origen, se remonta hacia los tempos de la colonización española (siglos XV-XVI), atribuyéndose legendariamente, su invención a los esclavos y sirvientes indígenas, quienes recogen las sobras de las preparaciones de sus opresores a fin de armar un plato heterogéneo que sirviera de alimento extra (merienda) a sus actividades habituales. Muy probable que este mismo plato típico de Colombia y Venezuela provenga de los esfuerzos de los españoles por “mejorar” el tamal, entre otros platos precolombinos.
El pan de jamón, según Miro Popic se inventa en 1905 en la panadería “Ramella” de la esquina Las Gradillas; inicialmente, solo contenía jamón.
¡Feliz Navidad!
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