Los venezolanos estamos en proceso de reconocer y asimilar lo que nos ha ocurrido el día domingo 22 de octubre del 2023. Este hecho marca un antes y un después, en la tragedia del capítulo socialista chavista, que venimos padeciendo desde hace tantos años.
El 22 de octubre es la nueva desembocadura, de largos esfuerzos en recuperar la vida republicana democrática. Es el resultado de un nuevo reencuentro de los ciudadanos, en sus agrupaciones, convicciones y liderazgos.
El arduo esfuerzo de un proceso de Elecciones Primarias, convocó a 13 líderes de la variada civilidad, que sostuvieron el acuerdo de invitar a la comunidad para escoger al candidato que los representaría, en un escenario de elecciones presidenciales en el año 2024. Y llegamos a ese día festivo, de todos a la calle, a votar en un proceso organizado por un ejército de vecinos, con gran concurrencia y un resultado contundente: el 92 % eligió a María Corina Machado.
La gente escogió a uno de sus actores políticos más activos y consistentes. Una risueña joven entusiasta, hasta convertirse en esa recia líder, incansable, integra, decidida y clara quien, paso a paso, creció hasta hacerse convincente líder de ese torrente de venezolanos honestos, trabajadores, estudiosos, con legítimos deseos de superación, que creen en un país fuerte, en razón del acuerdo y esfuerzo de todos y no de la falsa magia de un salvador o de la falsa magia del petróleo que está en el subsuelo. Eso es la democracia. Nunca tuvo tanto sentido, el nombre de la organización que la vio nacer: SUMATE.
Este país actual, cual ave fénix, aletea en la mente de todos. Pero también nos debatimos con dudas, escepticismos, temores, cautelas… Es inevitable. Seguimos teniendo en frente, la maquinaria dictatorial, sostenida por una casta corrupta, sin nada que ofrecer, salvo permanecer por la fuerza. Toca aliarnos, aportar lo mejor de todos y hacer la tarea: Lograr las elecciones que nos corresponden y pertenecen.
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