Este órgano despierta una fascinante curiosidad y los científicos avanzan cada vez más en su conocimiento. Una comprensión más profunda de su genética, estructura y funcionamiento es fundamental para abordar los trastornos mentales. Cómo favorecer así la salud y la longevidad.
Los investigadores buscan entender cómo millones de neuronas trabajan juntas en el cerebro, formando la esencia del ser humano (Imagen Ilustrativa Infobae)
El primer gran enigma del cerebro es que se trata del único órgano que intenta explicarse a sí mismo. Aunque se ha avanzado mucho en el conocimiento de su anatomía y funcionamiento, los científicos siguen buscando desentrañar todos sus misterios.
¿Por qué? Porque el cerebro es el foco de muchas enfermedades neurológicas y trastornos mentales y saber cómo funciona y cómo tratar estas afecciones es un desafío de vital importancia para la salud y la longevidad. Recientemente un grupo de científicos internacionales presentó el atlas más grande de células cerebrales humanas realizado hasta el momento: se trata de un mapa de la composición genética, celular y estructural del cerebro humano y del cerebro de primates no humanos. Es tan importante esta investigación, que se la compara con el Proyecto Genoma, que mapeó y secuenció el genoma humano por primera vez.
El trabajo, publicado en un paquete de 24 artículos en Science, Science Advances y Science Translational Medicine, ayudará al estudio de las enfermedades, la cognición y lo que nos hace humanos, entre otras cosas, dijeron los autores.
Con más de 86.000 millones de neuronas, el cerebro humano representa un universo de complejidad y potencialidades, y es objeto de importantes estudios en neurociencia.
Los estudios son fruto del trabajo realizado por los científicos en la llamada Iniciativa BRAIN (Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies) – Cell Census Network (BICCN), un grupo de centros en Estados Unidos y Europa que desde 2014 ha estado trabajando en la caracterización de los tipos celulares, y sus funciones, en los cerebros de humanos, de primates no humanos y de roedores. Sus objetivos son generar, mapear y compartir estos datos con la comunidad.
En un sentido más amplio, dijeron los investigadores, el atlas celular del cerebro abrirá nuevas puertas para entender cómo millones de neuronas trabajan de forma conjunta para formar una red que es la base de lo que constituye un ser humano: sus pensamientos, emociones y comportamientos.
12 maravillas del cerebro
1. Tiene 86 mil millones de neuronas y 350 trillones de conexiones o sinapsis. El doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó a Infobae en una nota reciente: “El cerebro es uno de los órganos más complejos conocidos en el universo. “Es responsable de regular funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, el apetito, el ciclo sueño vigilia… También recibe e interpreta la información de nuestros sentidos y elabora respuestas”. Y agregó: “Lo más increíble es que finalmente es el cerebro quien se está estudiando a sí mismo”. afirmó el neurólogo.
El cerebro es responsable de nuestra experiencia consciente y de nuestras emociones. Produce 6.000 pensamientos por día.
Además, los investigadores de la Iniciativa Brain han caracterizado más de 3.000 tipos de células del cerebro humano, lo que ha revelado características que distinguen a los humanos de otros primates. Los científicos prevén que la identificación de células cerebrales con tanto detalle permitirá señalar los tipos celulares más afectados por mutaciones específicas que provocan enfermedades neurológicas.
2. Produce 6.000 pensamientos por día, según una investigación hecha por la Universidad de Queen en Canadá. Los avances tecnológicos en imágenes cerebrales han permitido a los investigadores descubrir los contenidos del pensamiento directamente de señales neuronales. A partir de esto han intentado investigar cuando termina un pensamiento y comienza otro.
Además, el cerebro realiza múltiples acciones sin darnos cuenta: “es capaz de diferenciar sujeto de objeto; construye la idea del Yo y del universo; entiende el pasado, presente y futuro. Controla cómo percibimos el mundo y cómo reaccionamos emocionalmente a diferentes estímulos”, describió el doctor Andersson.
Trabajar la memoria, la atención, el razonamiento y la resolución de problemas son fundamentales para mantener la flexibilidad y adaptabilidad cognitiva.
3. Usamos todo su potencial, no un pequeño porcentaje. El doctor Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni, destacó a Infobae en una nota reciente: “Algunos han hablado de que el ser humano usa solo un bajo porcentaje de su potencial y que existirían zonas mudas, sin embargo, está claro que todos los circuitos cerebrales se utilizan y tienen su funcionalidad, lo que sucede es que de muchos aun no la conocemos”.
A modo de ejemplo, explicó cuando sucede que se desea decir una palabra y no la encontramos. “Al rato estamos pensando en otra cosa y como un sistema mágico aparece el recuerdo y surge la palabra, sin saber qué sucedió para que nuestro cerebro en forma inconsciente continuara buscando. Muchos más son los enigmas del cerebro que todo lo que conocemos”, afirmó el médico.
4. Tiene el don de la plasticidad cerebral, un arma clave en la supervivencia. Esta es la capacidad de reorganizarse y formar nuevas conexiones sinápticas en respuesta a experiencias y aprendizaje. “La plasticidad cerebral lo hace increíblemente adaptable y capaz de reorganizarse en respuesta a nuevas experiencias y aprendizaje. Esta propiedad es esencial para la recuperación después de una lesión y para el desarrollo cognitivo a lo largo de la vida”, sumó el doctor Andersson.
La plasticidad cerebral hace al cerebro increíblemente adaptable y capaz de reorganizarse en respuesta a nuevas experiencias y aprendizaje.
5. Su tamaño no se relaciona con la inteligencia. La creencia de que “cuanto más grande es el cerebro, más inteligente se es” es un mito. “El tamaño del cerebro y su relación con la inteligencia ha sido un tema sobre el cual la neurociencia vuelve periódicamente y es altamente controversial”, dijo el doctor Gustavo Sevlever, director del Departamento de Docencia e Investigación de Fleni en una nota reciente en Infobae.
Y añadió: “Desde los primates primarios hasta el Homo sapiens el cerebro es cada vez más grande y desde un volumen de 600 cm3 en el Homo habilis, hasta 1680 cm3 en los neandertales, hubo un crecimiento importante. Si bien algunos estudios han mostrado una correlación entre el tamaño cerebral y la inteligencia, esto no está claro y, un fenómeno tan complejo como la inteligencia, debe necesariamente ser multifactorial con otros elementos jugando un rol muy importante”, indicó.
6. Una casa limpia y ordenada le da calma y bienestar. Desde el año 2003, la Academia de Neurociencias para la Arquitectura (ANFA), creada en San Diego, EEUU, reúne investigaciones sobre cómo los espacios impactan en el cerebro e incluso pueden llegar a beneficiarlo favoreciendo el bienestar, la creatividad o reducir el estrés. La luz, alturas, colores, texturas, formas, sonidos, perfumes, temperatura, paisajes, todo en las viviendas, habla a las neuronas.
Según el concepto de biofilia, elaborado por el biólogo Edward Wilson, todos somos atraídos instintivamente por la naturaleza y nos sentimos mejor cuando estamos inmersos en ella, lo que repercute en el bienestar mental.
“El diseño de un espacio puede ayudarnos a relajarnos o apoyar un estado mental creativo, cada aspecto del entorno influye sobre determinados procesos cerebrales, vinculados al estrés, la emoción y la memoria”, definió la neurocientífica Eve Edelstein, quien desarrolló el primer programa de cursos de neurociencia para arquitectura en la New School of Architecture and Design de San Diego, EEUU.
Entre las prácticas de la Neuroarquitectura se encuentran la biomímesis y biofilia en el diseño que buscan emular las formas y procesos de la naturaleza, lo que repercute de forma beneficiosa en el bienestar mental.
7. La música le hace liberar las hormonas de la felicidad. La licenciada Jorgelina Benavídez, musicoterapeuta, M.N.269, coordinadora del Equipo Musicoterapia INECO, directora del Departamento de Terapias basadas en las Artes de INECO, explicó a Infobae en una nota reciente que la música contribuye a la salud mental y emocional porque está ampliamente comprobado qué es lo que sucede en el cerebro cuando la escuchamos.
Cuando escuchamos la música que nos gusta, liberamos dopamina, una sustancia asociada al placer y la satisfacción.
Uno de los estudios más fuertes, es que se pudo demostrar que cuando escuchamos música personal y de preferencia se está liberando nada más y nada menos que dopamina en nuestro sistema límbico. Esta es la sustancia que está asociada al placer, por eso sentimos satisfacción al escuchar nuestra música de preferencia”. Además, si se suma el canto “se van a estar liberando las hormonas de la felicidad, como son la oxitocina y las endorfinas.
8. Es el mejor solucionador de problemas. El doctor Thomas Rutledge, profesor e investigador en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, en un artículo publicado en la revista Psycologhy Today afirmó: “Los humanos somos los mejores solucionadores de problemas del universo. La vasta historia de la civilización humana se puede resumir como un proceso de resolución progresiva de problemas. Los humanos modernos son simplemente seres de la Edad de Piedra que han tenido cien mil años para aprender a solucionar problemas de la vida, cada vez más grandes y complejos”.
Trabajar la memoria, la atención, el razonamiento y la resolución de problemas, son herramientas fundamentales para la flexibilidad y adaptabilidad cognitiva.
9. Durante el embarazo multiplica su plasticidad. Los cambios cerebrales que se manifiestan en este período mágico de la vida son tan marcados que hoy la comunidad científica considera el embarazo como la etapa de mayor plasticidad cerebral de la vida adulta. Según los estudios realizados por el equipo de investigación Neuromaternal del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Gregorio Marañón de España, en el embarazo el cerebro vuelve a tornarse plástico, favoreciendo la adaptación a los enormes requerimientos que depara la llegada de un bebé.
Según investigaciones, el embarazo es la etapa de mayor plasticidad cerebral de la vida adulta.
En estudios realizados por el equipo, encontraron que el embarazo produce cambios duraderos en la estructura cerebral, principalmente en el volumen de materia gris en regiones al servicio de la cognición social. En términos hormonales, se observa un marcado aumento en los niveles de estrógeno y progesterona. Estas hormonas ejercen influencia sobre el cerebro, modulando las respuestas emocionales, la memoria y la plasticidad cerebral.
10. El calor extremo impacta en su bienestar mental. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que las olas de calor son muy preocupantes por sus impactos tanto en la salud humana y animal como en las consecuencias sociales y económicas, y se han multiplicado por seis desde los años 80.
Según la Alianza de Psiquiatría Climática el cambio climático es una de los riesgos más importantes para la salud en todo el mundo, y los efectos actuales y futuros en la salud mental se estudian poco.
Las consecuencias del cambio climático, que implican tormentas severas, incendios e inundaciones pueden producir respuestas que van desde angustia limitada en el tiempo hasta ansiedad severa, trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión y tendencias suicidas. También generan un aumento de la violencia interpersonal tras el trauma de los fenómenos meteorológicos extremos, con más riesgo para las mujeres, y causan mayor abuso de alcohol y drogas.
Según la Alianza de Psiquiatría Climática el cambio climático es una de los riesgos más importantes para la salud tanto física como mental en todo el mundo.
11. La experiencia de viajar lo transforma para siempre. El doctor Claudio G. Waisburg (MN 98128), médico y neurocientífico, director del Instituto SOMA y ex jefe de Neurología Infantojuvenil de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, dijo a Infobae en una nota reciente: “El impacto que tiene un viaje en el cerebro humano marca una huella de fuego, fuerte y permanente. Esto significa que la experiencia va a quedar grabada en nuestra corteza cerebral y producirá un aumento de la interconectividad sináptica producto de la motivación y de la transformación”.
¿Qué ocurre cuando viajamos? “Nos transformamos, nuestra corteza cerebral cambia con el aprendizaje y los nuevos desafíos, aumenta la capacidad de incorporar conocimiento. Lo nuevo, lo desafiante y lo motivante son las formas con las que el cerebro aprende, recuerda y consolida conocimientos”, expresó el doctor.
La clave, destacó el experto, está en involucrarse en los lugares que uno visita. “Si uno trasciende y se implica con la cultura, la gente, los idiomas, no hace más que desafiar una y otra vez al cerebro, que solo aprende cuando está motivado. Salir de las zonas de confort y viajar nos desafía, es algo transformador”, indicó el médico.
Waisburg recomendó, en lo posible, hablar en el idioma del lugar que visitamos, ya que esto también tiene un efecto transformador en el cerebro.
Viajar hace bien. Lo nuevo, lo desafiante y lo motivante de recorrer otras geografías son las formas con las que el cerebro aprende, recuerda y consolida conocimientos.
12. La dieta MIND es su menú preferido. Existen numerosos estudios que demuestran que esta dieta está asociada a un menor riesgo de padecer trastornos neurológicos y frena el deterioro cognitivo derivado del paso de los años. Así, contribuye a prevenir enfermedades como el Alzheimer y la demencia, incluso el Parkinson.
La doctora Mónica Katz, médica especialista en nutrición, directora de la diplomatura de obesidad de la Universidad Favaloro, explicó a Infobae en una nota reciente: “La dieta mediterránea se asocia a prevención de demencia o degenerativa neural, lo mismo que la DASH. La DASH es una sigla de una dieta que se desarrolló para la hipertensión arterial”.
Y agregó: “Las dos son muy mediterráneas, es decir, contienen muchos vegetales, legumbres, poca carne roja, más pescado, aceite de oliva, buena pasta, algo de yogur, buenas grasas y realmente tienen mucha evidencia. El tema es que en este caso lo que hicieron es juntar las dos, la mediterránea con la DASH, pero no deja de ser una mediterránea”, afirmó.
Un artículo de la Clínica Mayo precisa 15 pautas para seguir la dieta MIND:
1. Consumir por lo menos tres porciones de cereales integrales al día.
2. Verduras de hojas verdes (como ensalada) por lo menos seis veces a la semana.
3. Otras verduras al menos una vez al día.
La dieta MIND está asociada a un menor riesgo de padecer trastornos neurológicos, frena el deterioro cognitivo y ayuda a prevenir el Alzheimer, la demencia y el Parkinson.
4. Bayas (frutillas, arándanos, frambuesa, mora) al menos dos veces por semana
5. Carne roja menos de cuatro veces a la semana.
6. Pescado al menos una vez a la semana.
7. Aves de corral (pollo, pavita) al menos dos veces por semana.
8. Legumbres más de tres veces por semana.
9. Frutos secos al menos cinco veces a la semana.
10. Comida frita o rápida menos de una vez a la semana.
11. Usar aceite de oliva para cocinar.
12. Menos de una cucharada de manteca o margarina al día.
13. Menos de una porción de queso a la semana.
14. Menos de una porción de dulces a la semana.
15. No más de una copa de vino u otra bebida alcohólica al día.
Los expertos dicen que “Lo que hace bien al corazón, le hace bien al cerebro”. Por lo tanto, controlar la presión arterial alta, hacer ejercicio regularmente, tener una dieta adecuada y adoptar otros hábitos que mejoren la salud cardiovascular también lo beneficiará. El cerebro, agradecido.
Infobae