En los accidentes viales los motorizados lideran el número de muertes

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Venezuela es el décimo país de Suramérica con más decesos por accidentes de tránsito vehicular. El Observatorio de Seguridad Vial (OSV) contabilizó 112 muertos por accidentes de tránsito, en todo el país, en las primeras cinco semanas de este año:  fallecieron 81 hombres, 20 mujeres y 11 menores de edad. Del total de hombres que murieron en enero por este tipo de siniestros, 39 eran motorizados; 11 fueron arrollados y 28 murieron durante choques o colisiones.

La letalidad en dos ruedas, motorizados lideran el número de decesos por los accidentes viales.

Entre tres y cuatro personas mueren diariamente en el pavimento por accidentes de tránsito, solo en Caracas. El dato, que solo es una estimación porque las autoridades gubernamentales no dan a conocer la cifra de decesos que se producen en hospitales por causas asociadas a estos incidentes, evidencia que los siniestros van en subida.

La imprudencia de los conductores es la principal causa de los accidentes de tránsito. A lo anterior se le suman las omisiones del Estado y sus cuerpos de seguridad y de fiscalización, el deterioro de las vías, la falta de señalización, y las fallas técnicas de vehículos, muchos de ellos, sobre todo carros, autobuses y transporte de carga pesada, con más de 30 años de antigüedad.

El Observatorio de Seguridad Vial (OSV) contabilizó 112 muertos por accidentes de tránsito, en todo el país, en las primeras cinco semanas de este año. La ONG registró 303 siniestros en los cuales fallecieron 81 hombres, 20 mujeres y 11 menores de edad.

De acuerdo con el OSV, los motorizados y acompañantes lideran el número de fallecidos en accidentes de tránsito. Del total de hombres que murieron en enero por este tipo de siniestros, 39 eran motorizados; 11 fueron arrollados y 28 murieron durante choques o colisiones. De la cifra total de mujeres fallecidas, ocho iban en moto como “parrilleras”, cinco fueron arrolladas y seis eran conductoras o acompañantes de vehículos.

Los accidentes viales evidencian que algo no se está haciendo bien. Venezuela es el décimo país de Suramérica con más decesos por accidentes de tránsito vehicular. Cifras divulgadas, en 2019, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Banco Mundial señalan que en el país mueren cerca de 11.000 personas al año por estos incidentes. Expertos consultados por TalCual señalan que para reducir estos números se necesita inversión, pero también voluntad estadal y conciencia ciudadana.

Los números rojos están sin frenos

En opinón de Lilian Romero, experta en seguridad vial y directora de Asotransito, urge que el Estado intervenga porque «si seguimos así las cifras serán para el cierre de este año mucho más alarmantes».

«Los siniestros viales han aumentado y eso es evidente porque todos los días en algún lugar la gente se encuentra una cola con un motorizado tirado en el suelo», dice.

Romero, aunque reconoce que el índice de siniestralidad por accidentes viales aún es menor al que se registró entre el 2013 y 2014, destaca que el número diario de muertes en el pavimento por estos siniestro es motivo de preocupación.

El registro que lleva la directora de Asotransito indica que diciembre cerró con un aproximado de entre tres y cuatro muertes diarias.

El error humano, expone, es la principal causa de los accidentes de tránsito. Sin embargo, no exime de culpas a las autoridades del Estado. Enfatiza que el gobierno debería dar vías de seguridad a la ciudadanía y, recalca, esto se trata de adorno o alumbrado.

«Sabemos que están tratando de meterle mano a las vías pero no es suficiente. Un ejemplo es el pavimento, si no tiene un mantenimiento adecuado vas a ver a muchos motorizados derrapando en la vía, al igual que conductores de automóviles, por más prudentes que sean. Es más, el tema de los huecos también es un problema, porque la persona que conduce al procurar esquivarlos puede ir directo a un desastre».

Romero subraya que «en este momento» el gobierno de Nicolás Maduro no está cumpliendo el mandato de la Organización de las Naciones Unidas sobre vías y calles seguras.

Cuando se habla de calles seguras «se trata de modernización de las vías, colocación de defensas aptas, rampas que funcionen, señalizaciones, habilitar espacios donde el conductor pueda tomar agua, aunque parezca absurdo, un teléfono de emergencia y garantizar una buena atención a la víctima».

Con Romero coincide Celia Herrera, experta en planificación urbana y movilidad. Sin dejar de reconocer que estos incidentes se asocian generalmente al comportamientos del conductor, si se distrajo, o estaba adormecido, subraya que no es la única causa de los accidentes en las vías.

Destaca que la falta de mantenimiento, el mal estado del pavimento, la falta de señalización, la ausencia de iluminación, la falta de fiscalización han hecho de las vías un caldo de cultivo para los siniestros.

En su explicación expone que son tres factores los que intervienen en los siniestros: vía, vehículo y conductor.

En términos de adaptarse a los nuevos tiempos hay un rezago en la forma de moverse. En las ciudades a nivel internacional están enfocados en la micro movilidad, apunta.

Flota envejecida

Los accidentes de transporte de carga pesada son los segundos que más se registran, seguidos por los de transporte público. En ambos casos también influye el hecho de que la flota está envejecida.

«Tenemos una flota de transporte público y de carga envejecido. Hay muchos que son de los años 80 y están transportando material, esto incrementa los accidentes de tránsito», apunta Lilian Romero, directora de Asotransito.

La Comisión Venezolana de Normas Industriales recomienda que la altura máxima de un vehículo sea de 4,10 metros y una anchura de 2,60 metros. En cuanto al peso máximo, el mismo instrumento, establece que no debería superar las 48 toneladas.

Reducir la tasa de accidentes y de muertes por estos casos pasa porque las autoridades hagan la tarea y hagan respetar la norma, el Estado fomente la educación vial, la ciudadanía y ponga en práctica sus deberes, dice Romero al respeto.

Romero ha reiterado en otras oportunidades que, por ejemplo, los puntos de control de la Guardia Nacional (GN) apostados en las autopistas deben ser (los funcionarios que operen) homologados por tránsito cuando están en las arterias viales.

«Todos los funcionarios de la GN deberían saber de tránsito», tanto así para que sean capaces de detener e impedir el tránsito a una gandola que tenga los neumáticos lisos.

«La Ley Transporte Terrestre establece como obligatorio que los vehículos transiten con todos los estándares de seguridad. Los funcionarios deben exigir el cumplimiento de normas Covenin».

Con respecto a las unidades de transporte público destaca que hay una apatía grande por parte del Estado para supervisarlos. Precisa que los operativos los hacen hasta las 7:00 de la noche pese a que esta fiscalización debería estar operativa las 24 horas.

La experta recomienda al Estado hacer inspecciones a las empresas y cooperativas (del transporte de carga pesada y de unidades de transporte público).

«En el caso de las unidades de autobús es que cuando tienes un vehículo, tienes personas que son una carga inestable. Es decir, cuando una unidad pierde el control con pasajeros a bordo los ciudadanos se van a mover, se desconoce cuál será su reacción, desestabilizan aún más la unidad y eso puede terminar en una fatalidad», explica.

Capacidades perdidas para atender accidentes

Jonathan Quiantip, director de la ONG Ángeles de las Vías, se refiere a la atención de la víctimas de accidentes de tránsito. Detalla que con el paso de los años las capacidades de los cuerpos de atención fueron mermando. La loable labor que hacen, es con las uñas.

Quiantip menciona que otro factor desencadenante de los accidentes de tránsito son las alcantarillas sin tapa. Son un peligro «no solo para los motorizados, sino para los vehículos».

«Recientemente por una boca de visita un vehículo partió el cárter de aceite de motor, cuando lo retiraron (el auto) quedó el aceite y posteriormente hubo accidentes de motorizados», relata.

También cuenta que en la estación de servicio de Caricuao un carro presentó un problema y cuando el conductor se bajó para verificar lo que ocurría cayó 12 metros al vacío por una alcantarilla que estaba sin tapa.

«Ya no son solo en las autopistas. Sino en las arterias internas. Las reparaciones de la vías no están siendo señalizadas», apunta.

Reporta que en las primeras cinco semanas de enero se han producido muchos accidentes fatales. «Eso tiene que ver con el gran parque automotor de motos».

Herrera lamenta el deterioro del sistema de prevención. Señala que La ley establece que el Estado -a través de las instancias correspondientes- debe llevar un histórico de la ocurrencia de siniestros, esto con el objetivo de tomar previsiones, reducir los eventos e identificar las causas.

Observa necesario formular programas orientados a propiciar mejores condiciones de seguridad social, así como también de educación vial. Herrera también celebra la labor que hacen los cuerpos de Protección Civil (PC), bomberos y centros de salud.

Con Herrera coincide Lilian Romero. «La educación vial es importante, la conciencia es importante». Eso por un lado, por el otro destaca que «la gente reclama a los motorizados, pero hay que preguntarse ¿quién les entregó la licencia? Debe haber un control en los motorizados y todas las cadenas».

Romero afirma que el gobierno debe enseriar las multas, supervisiones y sanciones para todas las violaciones a la ley. Considera que no hay excusas porque el transporte público, los mototaxis o los camiones funcionan en cooperativas o empresas, y esta es la vía perfecta para hacer estas supervisiones.

Sobre los recursos que se requieren para garantizar la seguridad vial, Romero afirma que «sí se necesita mucho dinero para arreglar las vías».  Sin embargo, recalca que eso no es excusa, por ejemplo, para la educación vial y los controles.

«Eso es ley. El gobierno no tiene que invertir para supervisar al transporte público. Ellos tienen que cumplir con la Ley del Trabajo y la Lopcymat, que  obliga a las empresas a dar capacitaciones a sus trabajadores cada seis meses, dependiendo del trabajo que realice».

Luis Cedeño, director de la asociación civil Paz Activa, sostiene que hay una necesidad importante de educación vial en los choferes de carga pesada. Detalla que existe un protocolo importante en cuanto al tipo de licencia que deben usar los conductores, el peso de la carga y hasta la altura del vehículo.

 

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