Rafael de la Cruz: MCM y el Hub energético de las Américas

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Continúo la presentación y análisis del programa de gobierno de María Corina Machado. Hoy voy a tratar el tema petrolero y la transición del modelo de energías fósiles al de energías limpias, para convertir a Venezuela en el Hub energético de las Américas.

Recuperación de la producción petrolera

El plan de gobierno de María Corina incluye, como un punto esencial, la recuperación de la producción petrolera desde unos 780.000 barriles por día actuales, a más de 3.5 millones de barriles diarios. La destrucción de Pdvsa es otro de los legados del régimen de Chávez y Maduro, y marca otro récord de este período de 25 años. Reducir la producción petrolera de Venezuela, el país con mayores reservas del mundo, a menos de la cuarta parte de lo que producía en 1998, es una hazaña memorable.

Este logro histórico se lo debemos, en primer lugar, a la expulsión de la casi totalidad de la capa gerencial y de un gran número de trabajadores de la industria en 2002. Más de 20.000 empleados altamente capacitados y con experiencia fueron expulsados por Chávez. En reemplazo de este personal, el régimen engrosó la industria con militantes y enchufados, pasando de 40.000 empleados en 1998 a más de 150.000 en 2020. De esta manera, el régimen convirtió a Pdvsa en una empresa politizada, sin la inversión necesaria y sin planes de desarrollo. La producción fue decayendo progresivamente, hasta que en 2014 se desplomó, y no la han podido recuperar desde entonces. Es como un automóvil al que no se cuida y no se le hace mantenimiento. Primero falla una pequeña cosa, después otra, y otra, hasta que el carro se para y no camina más. Entre tanto, el régimen regaló 100.000 barriles diarios a Cuba, a un precio irrisorio. Que suerte para el régimen cubano. Que desgracia para los venezolanos.

Para desarrollar los planes de crecimiento de la economía que prevé el programa de gobierno de María Corina, hace falta restablecer la producción petrolera. Como lo hemos señalado en otras ocasiones, Venezuela no tendrá los recursos económicos para recuperar la industria, de modo que iremos a un proceso de privatización que permita atraer capitales internacionales y nacionales con el objetivo de incrementar la producción sostenidamente y financiar con los respectivos impuestos parte importante de la recuperación económica del país. Venezuela suministrará de manera segura este recurso energético al hemisferio en primer lugar, y a los clientes que paguen lo debido por este recurso no renovable.

Transición energética

El programa de gobierno de María Corina reconoce que la era de la energía de los hidrocarburos pasará progresivamente en las próximas décadas y será reemplazada por energías renovables. Felizmente Venezuela posee un potencial masivo de energía hidroeléctrica, solar y eólica. Igualmente, el programa reconoce que se debe hacer un esfuerzo por reducir la huella de carbono de la explotación petrolera.

En este sentido, se orientarán masas significativas de inversión pública y privada en recuperar la producción de energía hidroeléctrica, se estimulará la inversión en energías eólicas y solar, y se promoverá la inyección y almacenamiento de CO2 producido por la extracción de petróleo en yacimientos agotados para retirar gases de efecto invernadero de la atmósfera. La producción petrolera venezolana será la más limpia del planeta usando técnicas de enhanced oil recovery. Se estima que el potencial de almacenamiento de carbono por el uso de estas tecnologías en el país está en el orden de 200 millones de toneladas por año. Comparando estas cifras con la producción de CO2 de Venezuela de 192 millones de toneladas métricas en 2013 y de 104 millones de toneladas métricas en 2021, la política de almacenamiento de CO2 podría colocar al país en una ambiciosa ruta de lograr la meta de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero.

En cuanto al potencial hidroeléctrico de Venezuela, se avanzará hacia una transición de la economía basada esencialmente en petróleo a una economía con creciente valor agregado y basada en energías limpias. El potencial de generación de energía hidroeléctrica instalado o en construcción es cercano a 20.000MW, aunque actualmente la mayor parte de ese potencial no está operativo. Incluyendo el potencial no explotado, se podría alcanzar 60.000MW. Adicionalmente, el potencial de mediano y largo plazo de la energía eólica podría producir 15.000MW adicionales, para un total de 75.000MW solo contando con estos dos tipos de energía. En adición a la capacidad de producción de energía limpia, Venezuela podría producir cerca de 20.000MW por generación térmica, de la cual solo el 10% está operativa en la actualidad. Comparativamente, el consumo del país tuvo un pico en 2013 de 18.600MW y cayó a unos 12.400MW en 2023, como consecuencia de la depresión económica. La expansión de la economía que prevé el plan de gobierno de María Corina requerirá mucha más energía. Sin embargo, el potencial de generación energético total del país abastecerá esta demanda, y producirá un excedente masivo que podrá ser exportado.

El futuro es luminoso

Con este enorme potencial de producción de energía el régimen no logra atender ni siquiera la deprimida demanda actual. La incapacidad gerencial, las políticas erradas, la falta de inversión y la corrupción han devastado la matriz energética del país. Los apagones son parte del día a día de los venezolanos. Pero la buena noticia es que ese potencial está allí, y se puede recuperar. Venezuela será el Hub energético de las Américas con la explotación de sus abundantes recursos de hidrocarburos, que primero coexistirán y posteriormente serán reemplazados progresivamente por los inmensos recursos renovables que poseemos. El país será nuevamente un jugador en las grandes ligas de la energía en el mundo.

 

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