Ezequiel Querales Viloria: Bukele, una mano firme a la democracia

Compartir

 

Nayib Bukele, fue reelecto presidente este domingo 4 de febrero 2024, con un 82% de aceptación, aplastante triunfo que lo ubica a escasos 18% de la aclamación unánime de su pueblo salvadoreño. Un episodio inédito en la historia política electoral del país, de Latinoamérica, tal vez, del mundo.

Un triunfo esperado por la delirante emocionalidad electoral de una población, que  por años estuvo sumido en la incertidumbre de la pobreza y la violencia, aterrorizado, por bandas criminales que dominaban y marcaban la pauta del pequeño país centroamericano, que ahora ve en este hombre de origen palestino, su tabla de salvación. Su despegue al progreso. Su pasaporte al desarrollo del futuro.

Ha sido una victoria tan abrumadora, que superó todas las expectativas esperadas, incluidas las del propio reelecto presidente Bukele, quien al solo apreciar los resultados, no vaciló en expresar: la oposición en El Salvador ha quedado “pulverizada”.

Bukele es un dirigente que asombra por su un amplio dossier de iniciativa, su acertado accionar en la conducción de la política de su país, y ante todo, por hacer realidad el sentimiento de cambio depositado en sus hombros, con un exitoso balance de resultados.

“Pasamos de ser el país más inseguro del mundo, a ser el país más seguro de todo el hemisferio occidental”, ha exaltado con orgullo, dentro y fuera de la campaña, ratificando su compromiso con la seguridad, integridad, y formación de la población de su país.

Sin proponérselo, generó un escenario político, que le ha permitido especular públicamente,  que “El Salvador, será el primer país del mundo, en tener un solo partido político democrático”, significando, que esto se daría “en un proceso transparente”, ante la ausencia de una oposición. No por la muerte de los partidos, como se especula, o bien, por la imposición, de modelos totalitarios, similares al de China, Nicaragua y “Cubazuela.”

Como su padre, el empresario Armando Bukele Kattán, de ascendencia palestina, ha marcado distancia, con el fanatismo religioso a ultranza, de sus antepasados. Y ha sabido a provechar las enseñanzas de grandes pensadores, como Mahatma Ghandhi, de luchar y avanzar por el cambio social, tanto de su país, como del mundo, sin violencia y con creatividad.

Ambos, aprendieron de su conseja, de que “en el mundo existen suficientes recursos para satisfacer las necesidades de la humanidad, lo que siempre se imposibilita, por la codicia de unos pocos”.

Es obvio, que la apoteósica irrupción de Nayib Bukele,  en la agenda  geopolítica hemisférica, lo han convertido, en blanco predilecto de la furia totalitaria socialista latinoamericana, y de sus aliados “monarquistas” españoles, que ven en su avance político, un fuerte escollo, para las pretensiones de consolidar en la región, la fracasada retórica izquierdista del Foro de Sao Paulo.

Son ataques persistentes, que lejos de amilanarlo, lo fortalecen y hacen que aumente su respaldo, no solo dentro de su pequeño país, sino entre la comunidad internacional, que lucha ardorosamente, por la vigencia y sostenibilidad de las democracias en mundo, a despecho de la internacional socialista, que no cesa en su empeño por destruirlas.

Por lo pronto, se desvanece cualquier posibilidad, de que Bukele, se reencuentre con sus antiguos aliados del frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), para insurgir, “entre gallos y medianoche” , como hiciera el galáctico Hugo Chávez, en Venezuela,  pero esta vez, en contra el esperanzado pueblo salvadoreño. Su norte apunta, a tenderle una mano firme, a las democracias del mundo.

Con información de Infobae, y BBC-Mundo Noticias.

ezzevil34@gmail.com

 

Traducción »